La simbiosis entre la sociedad y la tecnología hoy rozan los límites de la humanidad, pues los procesos creativos se han transformado junto con las nuevas generaciones a través del contacto con Internet.

Esa es una de las ideas que el artista Roberto M. Vélez (Ciudad de México, 1990), conocido como Beta-R, despliega en su exposición “Neo Digitalism”, la cual forma parte de un proyecto más amplio titulado “Dismorfia Digital”, que desarrolla desde hace siete años.

Sus propuestas y conceptos artísticos “han ido mutando a medida que la humanidad se fusiona con la digitalidad. La evolución de la materia del cuerpo físico va medrando al cuerpo digital, nuestro vehículo para estar en esta nueva realidad”, explica el joven creador.

El ecosistema digital en estos tiempos, añade, lo ha llevado a explorar las posibilidades de la virtualidad, por ello la muestra “Neo Digitalism” tendrá un soporte físico, pero también uno virtual.

Los recorridos se podrán llevar a cabo de manera presencial bajo los protocolos sanitarios establecidos y con previa cita. De igual manera se podrá disfrutar la exhibición, que incluye obras plásticas, escultóricas, art toys, gifs y audiovisuales, con una visita virtual a través de una videollamada programada.

El artista explica en su página de internet (https://beta-r.webnode.mx) que “el arte digital engloba disciplinas creativas en las que se utilizan tecnologías digitales en el proceso de producción o en su exhibición. Los procesadores forman parte de la industria visual desde las últimas décadas, el aumento de su capacidad para generar, reproducir y difundir imágenes ha llevado a una extensión de su uso en el cine, la televisión y la publicidad, y posteriormente en la industria de los videojuegos, que no deja de mejorar la calidad visual de sus productos”.

Es así como realiza obras que también son juguetes de diseño, o art toys, “novedosos y coleccionables. Los ‘art toys’ creados por artistas y diseñadores independientes por lo general se producen de forma limitada.

“Se trata de un movimiento urbano que consistió, en un principio, en crear muñecos de cinco a 20 centímetros sobre una base blanca o negra. Algunos de los artistas y diseñadores retomaban las figuras de personajes animados famosos dándoles un nuevo contexto artístico.

“En la actualidad, hay artistas que se dedican a la venta de estos juguetes, a los cuales se les han llegado a agregar accesorios tecnológicos como memorias USB y discos duros, entre otros. A pesar de todo esto, la corriente artística del ‘art toy’ todavía se mantiene entre la élite, debido a que las piezas suelen ser costosas y limitadas”, añade.

Beta-R se presenta como artista experimental visual (en Instagram: @robert_slime), que lo mismo aborda el grafiti, las artes plásticas y digitales, que los procesos híbridos, desde el Net Art hasta el diseño 3D y el videomapping.

Para el centro comunitario Frida Kahlo, con motivo del terremoto de septiembre de 2017, participó en la elaboración de un mural resistente a la polución de automóviles por estar trabajada con pintura fotocatalítica que absorbe y neutraliza contaminantes como el dióxido de carbono.

Arte para todos

También realizó la maqueta y el guión de la historia posapocalíptica que critica la distopía del uso de los medios digitales para Lee Hardcastle, Bartkira, proyecto de arte comunitario en línea que donó sus ganancias a las organizaciones benéficas Save the Children y Naka-Kon.

El proyecto global e itinerante “Dismorfia Digital” es “una experiencia artística inolvidable. Su colorido, formas, combinaciones de materiales y suma de elementos gráficos en un ambiente de multiuniversos interconectados, mantienen al espectador atento a cada una de las obras, señalan.

“El arte de Beta-R es para todos, puede llegar al gusto de un niño o un adulto. Sus gráficos tientan a la añoranza con personajes de los años 90, pero también retan a la imaginación al deformarlos en un sentido futurista y conectarlos entre sí”, puntualizó Adriana Nieto Vidales, gestora y curadora de la exhibición.