FIL Guadalajara sigue en pie
Los organizadores tienen en cuenta el panorama internacional de los principales encuentros artísticos alrededor del mundo. Cortesía

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara hizo circular entre los editores una presentación denominada “El amor a los libros en los tiempos del covid-19”, donde plantea un panorama internacional de los principales festivales de industrias creativas celebrados en una sola sede que están previstos en varios países como Alemania, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y México, para el segundo semestre de 2020, y donde sitúa a la FIL Guadalajara.

En la presentación del Centro Cultural Universitario como sede alterna, a Universidad de Guadalajara y el Gobierno de Jalisco les señala a los editores que con base en el modelo epidemiológico SEIR (susceptibles/expuestos/infectados/recuperados) el periodo crítico del covid-19 en Guadalajara será julio y la primera quincena de agosto, “con fase de control a partir de noviembre”.

Esa presentación que difundió la feria a medios de comunicación, muestra que ocho festivales y ferias han confirmado su realización para los últimos cuatro meses del año, como la Feria del Libro de Frankfurt, en Alemania, que se realizará entre el 14 y el 18 de octubre; el Art Basel Miami, en Estados Unidos, que se realizará del 3 al 6 de diciembre; y la FIAC, en París, Francia, que se celebrará del 22 al 25 de octubre.

Entre esas ocho actividades internacionales está la FIL que se realizará del 28 de noviembre al 6 de diciembre, en Guadalajara, Jalisco, para la que estiman una asistencia que no debe superar las 5 mil personas de manera simultánea en Expo Guadalajara. Ahí mismo presentan la sede alterna que proponen: el Centro Cultural Universitario (CCU) que les ofrecerá a los editores 11 mil metros cuadrados para exhibición y venta de libros en 269 módulos sin costo extra del pago para la Expo.

En una tabla sobre el riesgo estimado a nivel internacional de los ocho festivales, señalan: “Al no haber alcanzado todavía Miami y Guadalajara su pico de contagios, su cociente de riesgo variará al alza en las próximas semanas por lo que será necesario recalcularlo semana a semana. Nueva York no forma parte de este ejercicio ya que, ante la gravedad de su situación, ha optado por realizar este año Fashion Week en una mezcla formato de autocinema y virtual”.

La propuesta a los editores es realizar eventos híbridos, con ponentes presenciales pero también por videoconferencia, streaming de todas las actividades, zona de aislamiento, túneles sanitizantes, filtros de aire acondicionado, eliminación de impresos de mano; organizar espectáculos familiares e incluso garantizar transporte gratuito desde la Expo hacia el CCU.

Sin embargo, la crisis económica es severa, tal como lo confirman editores como Guillermo Quijas, de Almadía; Déborah Holtz, de Trilce; Pablo Moya, de Ediciones el Milagro y presidente de la Alianza de Editores Mexicanos Independientes (AEMI); y Carlos Armenta, Impronta Casa Editora, de Guadalajara, quienes coinciden en que a ellos les será muy difícil invertir en la FIL por la situación económica y sanitaria tan grave.

En tanto que Socorro Venegas, directora de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, y Marco Moctezuma, subdirector comercial de Publicaciones de la UAM, aseguran que están pendientes de la decisión que tome la FIL y que actuarán con responsabilidad sobre acudir a la Feria, aunque reconocen que por estar organizada por una universidad, son solidarias, y además se trata del mercado natural de los libros universitarios que ellos hacen.

Hasta la fecha Almadía no tomado una decisión sobre acudir o no a la FIL, pero “no tenemos las condiciones económicas para ir, las proyecciones de ingresos que hemos hecho no nos permitirían hacer una inversión tan grande. Almadía hace inversión de aproximadamente un millón de pesos y eso es inviable hasta el día de hoy”, dice Guillermo Quijas.

El director general de Almadía dice que además de la parte económica no pueden desatender la parte sanitaria, “el hecho de tener que enviar a un equipo y a autores con la posibilidad de que puedan contagiarse, aun con todas las medidas de seguridad que ponga la FIL, es muy riesgoso. La FIL tendrá que tomar una decisión en función de lo que digan todos los editores. La situación no pinta fácil por más que los editores queramos ir para encontrar mecanismos para salir adelante”.

Una de las opciones que están evaluando los editores independientes agremiados en la AEMI, así como en otros grupos, es acudir a la FIL en colectivo y juntos rentar un stand; sin embargo, ni es sencillo y aun así es muy caro, aun cuando la FIL les ha hecho un descuentos del 30 % en la renta de espacios y para actividades.