El director y coreógrafo Daniele Finzi Pasca creó hace 10 años un espectáculo teatral y circense para conmemorar, en ese entonces, el 150º aniversario del nacimiento de su ídolo, el dramaturgo ruso Antón Chéjov.

Donka: una carta a Chéjov, como se titula su show, que define como “poema visual”, lo ha llevado a conmover gente de distintas latitudes, desde Australia hasta Brasil, Canadá y México. Sin embargo, el director suizo aún conserva el recuerdo del estreno de su producción en Rusia.

Fue en enero de 2010, estaba nervioso y estresado la noche anterior, por lo que decidió no hacer más preguntas, sólo entregarse sin miramientos a un acontecimiento mágico para él.

“Estaba muy tenso. Por la noche, llegó gente a nuestro hotel y nos pidieron estar a las cinco de la madrugada en la recepción a mí y mi compañera María Bonzanigo. Después de recogernos, llegamos al aeropuerto y... ¡nos llevaron al lugar de nacimiento de Chéjov!”, señaló.

Al llegar a Taganrog, el coreógrafo se sintió conmovido por la plaza central, que estaba llena de niños con flores en las manos y todo el pueblo ahí, junto al monumento de Chéjov.

“De vuelta a Moscú, íbamos 40 minutos atrasados para la función, la gente ya estaba en sus lugares y nosotros simplemente cambiamos de ropa; un minuto después de tomar nuestras posiciones se levantó el telón. ¡Fue una increíble locura!”, recuerda.

El director describe esta experiencia como un momento muy grato en su carrera; además de ser un gran seguidor de las obras de Chéjov, en su puesta en escena procura cuidar cada detalle dentro de la interpretación de sus actores sobre los escenarios, así como apegarse lo mejor posible a la visión con la que el ruso escribió sus relatos.

Donka: una carta a Chéjov es descrita por Finzi Pasca como una experiencia llena de imágenes, texturas y el olor de un recuerdo vívido dentro del teatro, donde los actores son “payasos” que utilizan su talento para presentar una comedia, evitando a toda costa caer en el drama social que, según palabras del propio director, a Chéjov le desagradó hasta el último momento de sus días; por desviar la verdadera esencia de muchos relatos adaptados en la puesta en escena.

“Las presentaciones en escena del trabajo de Chéjov, en su mayoría, son una de las grandes contradicciones de su obra y más grandes dolores, él escribió comedia, pero casi todos ponen en escena un drama social”, dice.

“A él le desesperaba enormemente que las puestas reflejaran más un concepto socialmente dramático; nosotros somos fieles al maestro y tratamos de contar esto como una comedia”, agregó.

El espectáculo se presentará a partir del próximo 12 de marzo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.