Hoy se inauguró la exposición “Gabriel García Márquez. La creación de un escritor global” en el Museo de Arte Moderno, en Chapultepec. La muestra exhibe documentos nunca antes vistos en México y Latinoamérica, como la primera página del manuscrito de Cien años de soledad.

“La primera página de ‘Cien años de soledad’ en vivo es algo que no se ha visto antes en México, es el comienzo de la gran obra en español del siglo XX y hoy por hoy es uno de los grandes clásicos de la literatura universal. En ese sentido, el ver el manuscrito de ‘Cien años de soledad’ justifica la exposición”, dice Álvaro Santana, curador de la exhibición. Los archivos provienen del Harry Ransom Center, de la Universidad de Texas, institución que en 2014 compró el archivo del escritor colombiano.

La colección se divide en siete secciones; las primeras cuatro están ordenadas de forma cronológica y abordan la infancia de Gabo, los inicios de su carrera profesional, su asentamiento en México y la etapa en la que escribió Cien años de soledad. Las otras tres secciones restantes están dedicadas a García Márquez como ícono global, ganador del Nobel y activista político. “Gabriel García Márquez. La creación de un escritor global” tardó dos años en de planeación; en cuanto a la selección de archivos, Santana explica que en tiempo real le llevó mes y medio realizarla.

La amplia oferta de archivos inéditos —conformados por manuscritos, fotografías, cartas, telegramas, periódicos, audios y objetos personales— son una radiografía para entender un poco más qué había detrás de la mente de García Márquez. Esta es una exposición para leer, así que te recomendamos ir con tiempo. Entre los objetos más curiosos de la muestra se encuentra la carta astral del autor. Por mucho tiempo, Gabo pensó que había nacido en 1928; sin embargo, cuando se enteró que realmente había nacido en 1927, su agente literaria Carmen Balcells le pidió a la astróloga italiana Lisa Morpurgo que realizara la carta astral del escritor, temiendo que le deparara una vida de desfortuna. Sin embargo, la carta le auguró “grandísima fortuna” y “fantasía desencadenada”.