Para el cantante Jorge Medina, todas las personas en la vida se encuentran su lado tóxico. En su caso, el reto fue alejarse de su parte oscura, aquella que a todo ponía un pretexto para tomar alcohol y agarrar la fiesta.

Hoy es diferente, se volvió codependiente del gimnasio y, de aquel Jorge “pachanguero”, solo el recuerdo queda. Y al mismo tiempo desmitifica esa historia de cantantes que dicen que al beber alcohol se abre la garganta y uno canta mejor.

“Muchos dicen que tengo mejor voz, lo que pasa es que son tiempos distintos. Llegó un momento en que no descansaba, pero ahora me cuido, dejé el alcohol, cuido más de mi organismo”, comentó.

“Incluso hasta mi ingeniero de sonido se sorprendió cuando fui a grabar mi último disco. Hicimos 20 canciones en cinco horas, algo que no hacía desde hace mucho tiempo y hasta me expresó que me veía muy a gusto, disfrutando lo que sé hacer que es cantar”, agregó.