Esta entrevista no contiene spoilers. Bueno, un poco: se sabe que Dwayne Johnson “pateará traseros”, sin duda usará toda esa masa muscular que ha heñido en sus casi dos metros para lograrlo. Lo hará sonriendo y eso marcará un contraste curioso.

“La Roca” podría hacer honor a su mote y ser simplemente una piedra enorme, pero no, se ha esculpido en muchos sentidos para ser visto con agrado: hay una especie de equilibrio entre fuerza y corazón en este coloso que sabe explotar en pantalla… y fuera de esta.

Su nueva cinta, Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw, que llega este jueves, es un spinoff de la famosa saga que ha recaudado en total de 5.1 mil millones de dólares. El nuevo título incluye el apellido de su personaje y el de un opuesto, interpretado por Jason Statham, con quien deberá hacer alianza. Es la clásica película de acción con dos hombres en tensión: deben ceder su lugar de macho alfa para el bien de otros. “La acción es importante porque, ya sabes, es una película de ‘Rápidos y furiosos’”, reconoce en entrevista.

“La gente está acostumbrada a la acción, así que queríamos asegurarnos de que estaba tan bien como antes, sino es que mejor a la última película que hice hace ocho años, esa siempre fue la meta; pero también queríamos asegurarnos de que tuviéramos más elementos, como el apoyo a la familia”, detalla.

Así que Hobbs & Shaw incluirá inverosímiles momentos, como una persecución que incluye enganchar varios autos a un helicóptero, y otros en los que la madre de su personaje amenaza con lanzar una chancla al que no le obedezca con el fin de limar asperezas en una familia que tiene elementos disfuncionales.

“La familia es un valor, es un ancla con la que todos pueden relacionarse y es una experiencia que todos quieren: todo mundo tiene una familia en donde no se llevan tan bien. Y está bien. No toda la familia se lleva bien. Pero cuando hay algo más grande de lo que necesitamos lograr, es mejor estar juntos”, explica.