“Cuestionar la crisis moral del país” ha sido la principal aportación de la literatura peruana a las letras hispanas en el último medio siglo, afirma el escritor y crítico literario Julio Ortega, catedrático e investigador de la estadunidense Universidad de Brown (1942).

El poeta y narrador peruano detalla en entrevista con Excélsior la crisis que le preocupa. “El dominio del sistema por la clase dominante ha condenado a los más pobres a una vida degradada, sin horizontes, y asolada por la violencia y el feminicidio. Nunca el país había sido tan desvalido de futuro como en este periodo neoliberal, donde el mercado sustituye a la vida cotidiana”, expone.

El ensayista comenta que, en este sentido, la literatura, y en especial la poesía peruana, ha fungido “como arma de protesta, demanda y esperanza”. Con el lema “Perú: historias que nos conectan” y una delegación de 64 escritores y mil 700 títulos de más de 110 editoriales, arribará la literatura, la música y el arte peruanos a la 35 edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en la que la nación andina es invitada de honor.

Con un programa integrado por 65 mesas redondas, conferencias, conversatorios, exposiciones y recitales, Perú compartirá su cultura en el encuentro editorial más importante de habla hispana, que se realizará a partir de hoy y hasta el 5 de diciembre próximo en formato híbrido, pero con un 70 por ciento de actividades presenciales.

Herederos del legado de escritores como César Vallejo (1892-1938), José María Arguedas (1911-1969), Blanca Varela (1926-2009), el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa (1936) y Alfredo Bryce Echenique (1939), entre otros, los autores participantes reflexionarán sobre qué caracteriza a la literatura peruana contemporánea y qué preocupaciones temáticas la marcan.

Ortega destaca que Vallejo y Arguedas enarbolaron “la integridad y el coraje, el valor de darle una formulación ética a su condena de la vida deshumanizada”. A la pregunta de si Vargas Llosa y Bryce Echenique han consolidado la universalidad de estas letras, el egresado de la Pontificia Universidad Católica señala que la literatura peruana siempre fue universal. “Desde el Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616) hasta Arguedas y Carlos German Belli. Mario y Alfredo han abierto nuevos espacios compatibles, el humor de uno se suma a la crítica social del otro. Son dos perfiles de la vida peruana como desamparo, desengaño y melancolía”, agrega.

El profesor en Brown desde 1989, donde ha dirigido el Departamento de Estudios Hispánicos, el Centro de Estudios Latinoamericanos y hoy el Proyecto Transatlántico, considera que la poesía es el género que más ha destacado y ha demandado del lenguaje. “Nadie habla como Vallejo y José María Eguren, Carlos Germán Belli y Javier Sologuren, Varela y Magdalena Chocano. Hablan su propio idioma, cada una más lejos del coloquio conciliador y desde un lenguaje que nadie habla, que solo la poesía puede emplear como arma de protesta, demanda y esperanza. La poesía es el más serio cuestionamiento de la vida peruana”, señala.

Sobre los autores que integran la delegación peruana en la FIL de Guadalajara, Ortega advierte que cualquier lista es incompleta. “Son tantos que no pueden ir todos, y solo queda apostar por unos con la esperanza de que siempre hay otros que pueden ser mejores. Es hora de terminar con el prejuicio de que toda lista es inevitable, solo es provisional. Un cálculo de posibilidades, digamos. Estas ferias no son concursos de belleza. Son pasarelas pasajeras que deben justificar el pasaje”, concluye.

Por su parte, Marisol Schulz, directora de la FIL, indica que de las literaturas locales solo se conoce lo que las editoriales importan o exportan, y no la diversidad lingüística o lo que ocurre con las lenguas originarias. “Lo que viene es mucho más allá de lo que conozco. Es una delegación que justamente dará cuenta de la diversidad lingüística, étnica y geográfica. Y eso me parece importante, conocer nuevas voces, es lo que más agradezco de cada invitado de honor. Será como una sinfonía de voces que no conocemos de este lado del mundo, ni probablemente fuera de Perú. Y es una gran oportunidad para descubrirlas”, dice.