Los lugares más raros del mundo

Lo único que tienen en común es que parecen sacados del universo de la ciencia ficción. Son fascinantes, algunos horripilantes, pero todos maravillosos. Lo mejor es que son reales y esperan a viajeros intrépidos

Río Tinto

En la provincia de Huelva (España) nos topamos con el río Tinto, un nombre no escogido al azar. Este río de 100 kilómetros de largo discurre en rojo y sus orillas también parecen sacadas de otro mundo. ¿La causa? Una combinación de bacterias raras, un recuento bajo de oxígeno y la contaminación de la minería de oro, plata y cobre, algo que lleva ocurriendo desde el 3000 a. C. y que han otorgado esta coloración tan particular al río y su paisaje. Parece sacado del propio Marte.

Lago Ubsugul

Tenemos que trasladarnos a Mongolia para ver este espectacular lago. En verano, este lago mongol puede parecernos de lo más normal, hasta bonito, pero en invierno, se convierte en un enorme bloque de hielo sobre el que se organizan juegos que incluyen tira y afloja, lucha libre y carreras de trineos tirados por caballos. Sí, encima del agua (helada, en este caso). También es el hogar del pueblo Dukha, una antigua tribu de pastores de renos.

Calzada del Gigante

Viajamos hasta Irlanda del Norte, a la reserva natural que acoge esta zona conocida como la Calzada del Gigante. ¿Cómo se formó? Hace 60 millones de años, una gran erupción volcánica arrojó una masa de basalto fundido, que luego se solidificó y se contrajo a medida que se enfriaba, creando las grietas que podemos ver en esta imagen.

Se estima que hay 37 mil columnas poligonales en este sitio del Patrimonio Mundial. Son tan geométricamente perfectas que la leyenda local dice que fueron creadas por un gigante. De ahí su nombre.

Azalea and Rhododendron Park Kromlau

El parque ajardinado Die Rakotzbrück ubicado en Gablenz, Alemania, fue creado en el siglo XIX. Es famoso por su precisión de construcción única, con el puente y su reflejo fusionándose en un círculo de piedra completo y perfecto, sin importar desde dónde lo veas. Parece sacado de un cuento de hadas, aunque el puente se conoce como el Puente del Diablo por esta cualidad tan asombrosa.

Parece que los creadores del puente enfatizaron más en su estética que en su utilidad, eso sí. Ambos extremos del Rakotzbrücke tienen delgadas agujas de roca instaladas, para que parezcan columnas de basalto natural, que se encuentran comúnmente en muchas partes de Alemania. ¿La mejor época para visitarlo? De mayo a septiembre.

Géiser Fly

Este espectacular géiser geotérmico artificial lo podemos encontrar en el condado de Washoe, Nevada, Estados Unidos. Y, sin duda, es un espectáculo inusual para la vista. Tenemos que remontarnos a 1916 cuando se formó el primer géiser durante una perforación de riego. La fuente del calor se debe a un estanque de roca caliente muy profundo donde las grietas y fallas tectónicas son muy habituales. Está abierto a turistas limitados y también tiene rutas guiadas por la naturaleza de tres horas. Los mejores meses para visitar este curioso lugar son de abril a octubre.

Pozo de Thor

Thor’s Well o Pozo de Thor es una de las atracciones más populares de la costa de Oregon, en Estados Unidos. Es una parada perfecta durante un viaje por carretera por la costa oeste debido a las hermosas vistas y la interesante fuente de agua que parece ser un sumidero sin fin. Cuando hay clima tormentoso, las olas se precipitan hacia el pozo abierto y luego se disparan hacia arriba con un poder enorme.

Manténgase alejado por su propia seguridad, especialmente durante marea alta o durante las tormentas de invierno. La mejor época para visitarlo es de mayo a agosto. ¿Cómo surgió? La teoría es que era originalmente una cueva cuyo techo se derrumbó debido a la erosión del agua. Este colapso dejó un agujero circular en la parte superior e inferior de la cueva.