El pasado fin de semana, Kim Kardashian voló a Cody, Wyoming, pero no para aclarar las cosas con su esposo, el rapero Kanye West, ni para hacer las paces con él. Fuentes aseguran que en realidad viajó para hacerle saber que todo se acabó.

La revista People confirmó que al agotarse todas las posibilidades de salvar su relación, la empresaria llegó a la conclusión de que lo mejor para todos es dar por concluida su historia de amor.

“Ella siente que ha intentado todo y que no está recuperando lo que necesita de Kanye. Llegó al punto de volar a Cody para comunicarle básicamente que su matrimonio había terminado y decirle adiós”, explicó una fuente a la revista People.