Este 21 de enero fue atípico en Chiapa de Corzo, ya que comúnmente es uno de los días de mayor afluencia de visitantes, que llegan a ver el tradicional Combate Naval, el cual se lleva a cabo en el río Grijalva, llamado también río Grande.
Sin embargo, debido a la pandemia de covid-19 se tuvo que suspender esta actividad que se viene realizando desde hace décadas, pero para no dejarla en el olvido, la Casa Cultural Napiniaca presentará este 23 de enero, en punto de las 16:00 horas, el libro Combate Naval, del cronista Eduardo Alberto Vargas Domínguez.
Adelantan que se trata de un texto editado por la Universidad Pablo Guardado Chávez y la Universidad del País Innova, en coordinación con la Casa Cultural Napiniaca. En días previos a esta actividad, en la Fanpage de Facebook del recinto cultural se publicó un artículo titulado “El Combate Naval de Chiapa de Corzo, personajes y situaciones que lo crearon”, firmando por el maestro Eduardo Alberto Vargas Domínguez.
En el citado texto, el escritor refiere que el combate naval “no es la batalla entre los invasores españoles y los chiapanecas”, ni es “la batalla entre los chiapanecas (esquiroles) y los lancandones”. Agrega que esta actividad tampoco representa la batalla entre Chiapa y Tuxtla o San Cristóbal, ni es en reconocimiento al gobernador en turno. “En sus inicios (mucho antes de la llegada de los españoles), el combate fue un ritual de los chiapanecas ofrecido a la diosa del agua (Nandanda o Nandandá) y que tenía lugar en el río Grande”, abunda el cronista.
Líneas más adelante comenta que luego de que fray Pedro de Barrientos les enseñó a los chiapanecas a manejar la pólvora y los juegos artificiales, lo transformó en una representación del triunfo de los españoles sobre una larga dominación que padecieron bajo el yugo de los árabes. Es decir que, en esencia, representaba “el triunfo de los españoles sobre los árabes’”. Y agrega que quien dejó tal información fue el fraile irlandés Thomas Gage, en sus memorias sobre su visita a Chiapas en 1628.
Agrega que este documento sobrevivió más de 300 años hasta que en 1900 llegó a manos de los jefes políticos porfiristas de Chiapas, quienes decidieron agregar tres días a la fiesta de San Sebastián, e inspirados en unas escenas de cine sobre la guerra rusa-japonesa que tuvo lugar entre 1904 y 1905 y que fue inminentemente naval decidieron tomar al pie de la letra las palabras de Thomas Gage y crear el Combate Naval para representarlo el 21 de enero por la noche.
En resumen, Vargas puntualiza que el Combate Naval significa para los españoles la victoria sobre los árabes, en tanto que para los mestizos representa la herencia de nuestros antepasados indígenas que honraban a la diosa del agua Nandanda.