Reconstruyen años de soledad de la emperatriz
El libro sale a la luz bajo el sello Grijalbo. Cortesía

Para el escritor Gustavo Vázquez Lozano, María Carlota Amalia, única hija del rey Leopoldo I de Bélgica, ‘‘fue la primera mujer en México y en el continente americano en ser gobernante de un país y esto me parece que ha pasado desapercibido por la imagen de que era un gobierno ilegítimo”.

En entrevista con La Jornada, Gustavo Vázquez (Aguascalientes, 1969), autor de la obra 60 años de soledad: la vida de Carlota después del Imperio Mexicano 1867-1927, publicado por Grijalbo, al referirse al legado de la emperatriz explica que en dos ocasiones Carlota actuó como regente —gobernante por ausencia del emperador—: durante buena parte de 1864 y 1865, lo que la convirtió en una de las primeras mujeres en hacer política dentro del gobierno en México.

En opinión del escritor, Carlota hizo ‘‘un esbozo de política social muy avanzada para su época, que incluso le ganó el mote de llamarla Roja. El mismo Maximiliano lo escribe en una de sus cartas en tono de burla: yo soy liberal, pero Carlota es roja”.

Sostiene que la emperatriz tuvo un proyecto de constitución e impulsó varias legislaciones, como la prohibición del trabajo infantil y los castigos corporales, la educación gratuita y universal, y que los salarios no se pagaran en especie sino con dinero; hasta promovió que cada ciudadano tuviera un árbol y lo cuidara. ‘‘Esas iniciativas que nacen de ella están como 50 años adelantadas a la que el Constituyente de 1917 propuso; entonces, me parece importante este aspecto”, señaló.

Esa biografía sobre Carlota es resultado de dos años de investigación hemerográfica y epistolar, y del apoyo que historiadores y especialistas en el tema del segundo Imperio Mexicano brindaron al escritor. ‘‘Las biografías existentes de la emperatriz Carlota, una de las mujeres que más fascinación han ejercido en varias generaciones de mexicanos, documentan su infancia, juventud y paso por México, pero hasta ahora no había una sobre esos 60 años de soledad, de 1867 a 1927, más amargos y determinantes para la vida de millones de personas de lo que imaginaron los escritores de ficción”, explica.

Vázquez se interesó en Carlota porque generalmente los libros de historia se detienen en el episodio del cerro de las Campanas y ningún texto hasta el momento en inglés o francés aborda la vida de la emperatriz de sus 26 a sus 87 años. Añade que solo novelistas o dramaturgos han escrito obras donde se imaginan qué habría sido de ella. ‘‘Yo estaba interesado en la Carlota histórica y no en la literaria”, agregó.

De acuerdo con la correspondencia de María Carlota Amalia, existen tres cosas que le gustaban: el peligro, el deber y causarse dolor; por eso el escritor dividió el texto en estas tres partes.

‘‘El peligro representa su infancia y su adolescencia donde se educa ella misma como hombre, estudia filosofía política, diplomacia e incluso el arte de la guerra, estrategia militar porque quiere grandes empresas. Primero sueña con ser emperatriz de Hungría, luego de la república de Venecia y finalmente de México.

‘‘La segunda cosa que ella menciona es el deber, y lo relacioné con su estancia en México, donde tiene un altísimo compromiso con el proyecto; incluso cuando Maximiliano quiere abdicar ella tiene el sentido del deber. Y lo de causarse dolor lo relaciono con su etapa de confinamiento. Creo que sí existe el antecedente familiar de la esquizofrenia, pero también siente culpa por no haber podido salvar el imperio y por no haber cumplido con su deber”, señaló

Gustavo Vázquez sostiene que la familia oculta y desaparece a Carlota porque tenía un propósito muy claro: adueñarse de sus 40 o 60 millones de francos oro.