Karla Souza se unió a finales de 2017 al director David Pablos (Las elegidas) para levantar un proyecto cinematográfico en el que se expusiera el abuso sexual y de poder en el deporte mexicano, pero coincidió con el nacimiento de su hija, por lo que la película quedó en espera.

“Ha sido un proyecto tardado, entre mi trabajo en Estados Unidos y el trabajo de David, ha sido difícil levantarlo, además mi embarazo también retrasó todo el proceso, pero puedo decir que el guión está listo, y estamos en etapa de preproducción y esperemos que para final de año o enero del próximo estemos filmando en México”, comentó Souza.

La actriz de 33 años indicó que su interés en mostrar el abuso al que son sometidas las mujeres fue lo que la orilló a querer platicar esta historia que, dijo, sucede más de lo que se piensa en el deporte mexicano y pocas veces se habla de ello.

“Es una historia que llegué a conocer hace cuatro años, es una historia verídica y es algo que llevo estos años trabajando. Mi interés por contar esta historia fue a partir de una entrevista que yo leí en el periódico y tras la cual decidí ponerme a investigar para poder levantar la voz por estas atletas”, señaló.

Karla Souza contó que el proyecto, que hasta el momento lleva el nombre tentativo de La caída, se basa en el caso de unas clavadistas mexicanas que fueron violentadas sexualmente por su entrenador.

Con esta historia, explicó, busca mostrar la perspectiva de los atletas mexicanos y todo a lo que se enfrentan y los abusos que tienen que pasar para lograr su desarrollo profesional.

“Este caso de las clavadistas solo destapó una cloaca de corrupción en todos los niveles y vimos que nadie hacía nada. Además, creo que nunca se ha hablado desde la perspectiva de todas estas atletas y todo lo que tienen que vivir y sufrir para llegar a donde están, no sólo profesionalmente sino personalmente, no hemos visto cosas del deporte en México”, agregó.

Karla se muestra optimista con esta historia en la que, además de actuar, producirá, y busca que pueda ayudar a que aquellos abusadores tengan un castigo jurídico y social. “Aún existe este personaje (el abusador) al que nunca han llevado a la justicia y abusó de ellas; sigue libre. Es una historia que tiene que ver con abuso sexual, con acoso, abuso de poder y la normalización de esto en todos lugares, y la complicidad que se genera entre las personas que están alrededor de las mismas instituciones”, dijo.