Todo sobre el oso panda

Esta especie de oso, aunque parezca que bebió de la fuente de la juventud porque siempre luce rozagante, es una criatura ancestral que ha habitado nuestro planeta desde hace más de 2 millones de años. Sin embargo, su población a disminuido de forma drástica en las últimas décadas.

El carnívoro al que le gusta el bambú

A pesar que el oso panda es considerado un animal carnívoro, su alimento favorito es el bambú. Es un gran devorador de esta planta, hasta el punto que puede pasar más de medio día solo saboreándola. Diariamente un panda necesita comer al menos 12 kilos de bambú para cubrir sus necesidades alimenticias.

Ciegos y blancos

Al nacer son ciegos y su piel es entre blanca y rosada, esto de debe a una reacción química entra la piel del recién nacido y la saliva de la madre. Con el paso del tiempo van agarrando las manchas negras que los hacen tan irresistibles, en especial los círculos negros que llevan en los ojos, orejas y patas.

Criaturas respetuosas

Nos les gusta el conflicto con los miembros de su propia especie, y para evitar confrontaciones del tipo territorial, marcan su espacio con una combinación de olores que producen con la orina y la glándula anal, así como con marcas hechas con las garras. En pocas palabras, respetan el espacio de cada uno al no usar áreas compartidas o interponerse en lugares fuera de los límites.

El hogar del panda

Los osos panda son chinos. Los pocos que quedan, viven felices, salvajes y relajados comiendo bambú en las remotas regiones montañosas de China. Ahí el clima es fresco y húmedo.

Animales solitarios

Les gusta andar por la vida en solitario. Son como unos monjes gorditos que van peregrinando por las montañas y paran sólo para comer y relajarse (como si meditaran). Lo interesante es que cuentan con un olfato muy desarrollado, el cual emplean para evitar a otros machos, percibiendo su presencia y alejándose de ella. Luego usan esa misma habilidad para encontrar a la hembra con la que aparearse.

Peligro de extinción

Es un animal en grave peligro de extinción debido a diversos factores, entre estos la destrucción de su hábitat natural por la desmedida tala de los bosques de bambú, la dificultad para reproducirse cuando se encuentran en estado de cautiverio, además de la caza ilegal.