Evo polarizará más a México
Están tan globalizadas las cosas que cualquier asunto que ocurra en distintas partes del mundo puede llegar a impresionarnos a los mexicanos, y tal vez lo mismo pase con habitantes de otras partes del mundo.
Pero el de este fin de semana tuvo particular importancia en México: la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia.
¿Por qué interesó en gran medida a gran parte de los mexicanos? Porque el de Evo Morales era un gobierno populista y de izquierda recalcitrante que se empeñó a agraviar a los demás sectores de la sociedad boliviana y en recientes días esos mismos sectores aprovecharon las circunstancias y decidieron echarlo a la calle, por la vía de las protestas callejeras constantes y virulentas.
No trató de incluirlos a su proyecto. Los excluyó. Igual que está sucediendo en México, donde el presidente, Andrés Manuel López Obrador, agrede y ataca, cada que tiene oportunidad, a todos aquellos que piensan distinto a él.
Por eso interesó mucho a los mexicanos el que sectores fuertes de Bolivia, con la influencia decisiva de las fuerzas armadas de Bolivia, hayan obligado a que a la hora de la comida del reciente domingo, Evo Morales decidiera presentar su renuncia al cargo de presidente de ese país sudamericano.
Evo Morales quería eternizarse en el poder político presidencial. Ya se había reelegido tres veces y quería hacerlo, por la fuerza y con fraude de por medio, por cuarta vez consecutiva. No pudo. Las cosas no le salieron como él hubiese querido.
Violentó la Constitución de su país y cometió fraude en las elecciones recientes para tratar de perpetuarse en el poder. La gente se dio cuenta. La de Bolivia y los organismos internacionales lograron documentar en forma fehaciente que el gobierno –encabezado por el propio Evo- había manipulado el sistema de elecciones para auto-favorecerse.
En Bolivia tienen algo parecido a la revocación de mandato. Evo realizó una consulta a su pueblo. Le preguntó si el pueblo quería que él continuara en el poder presidencial o si deseaba que se fuera. El pueblo respondió que no quería que él permaneciera en el cargo. Era el momento preciso y formidable para un político de alto nivel anunciara a todo su pueblo que había decidido dejar el cargo.
Aun así, Evo se encaprichó y decidió pasar por encima de las instituciones y las leyes para prolongar su mandato.
Ya había protestas violentas en las calles de las principales ciudades de Bolivia para exigir que se fuera del palacio de gobierno de la Paz, ciudad capital de ese país sudamericano.
Eran tan violentas las protestas callejeras de miles de habitantes de ese país que los militares y los altos jefes policíacos anunciaron que no iban a reprimir al pueblo y los jefes castrenses exigieron al presidente que renunciara al cargo. Evo no pudo más y renunció la tarde del reciente domingo.
Los hechos anteriores
Cronología de las elecciones de Evo Morales en Bolivia. Evo Morales ganó las elecciones en 2005 con el 54% de las votaciones. Y así se convirtió en el primer presidente de origen indígena en Bolivia.
El 6 de diciembre de 2009 se postuló por segunda ocasión y volvió a ganar con 64% de las votaciones.
El 12 de octubre de 2014 ganó por tercera vez con un 61% de los sufragios (frente al 24% del segundo). Asumió el cargo el 22 de enero de 2015 y terminaría el 22 de enero de 2020. Le faltan dos meses.
Este año se postuló por cuarta vez consecutiva. Iba ganando las elecciones primarias, pero no con el porcentaje que le pide la Constitución y, en forma inexplicable, la misma noche de las votaciones se cayó el sistema de conteo de los votos y al día siguiente se declaró ganador de las elecciones, algo que todo mundo tomó como una elección fraudulenta.
Esa fue la gota que derramó el vaso y empezaron las protestas callejeras virulentas que se volvieron incontrolables.
Hace dos días, las fuerzas militares se rebelaron contra las instrucciones de Evo Morales y le dijeron que ellos no iban a reprimir al pueblo y se atrincheraron en sus cuarteles.
La policía nacional hizo lo mismo y se rebeló contra las instrucciones del presidente.
Evo Morales perdió poder, y tuvo que renunciar al cargo poco después de la hora de la comida del domingo, dos meses antes de que concluya el cargo del tercer periodo consecutivo de su gobierno.
Los intentos arbitrarios por reelegirse de Evo Morales se sintetizan de la siguiente manera:
El 30 de noviembre de 2017 anunció su candidatura.
Esta candidatura era considerada inconstitucional, ya que los actuales gobernantes perdieron el referéndum verificado el 21 de febrero de 2016, en el que se consultó al país si estaba de acuerdo con modificar el artículo 168 de la Constitución para permitir así la re postulación de los actuales mandatarios.
En la consulta se impuso el No con 51% frente al 49% del Sí, por lo que el presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera estaban inhabilitados como candidatos en las elecciones de 2019.
Sin embargo, a través de un fallo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) bajo la interpretación del Pacto de San José de Costa Rica se declaró la inaplicabilidad del citado artículo 168. Es así que el 4 de diciembre de dicho año se anunció que la candidatura de Evo Morales y Álvaro García se encontraba habilitada.
Ese fue el primer gran error. Forzar a la constitución para postularse para reelegirse por cuarta vez consecutiva.
Segundo gran error: La ley de Bolivia dice que, si alguien no alcanza el 50% de las votaciones generales o 10% más que su más cercano competidor, debe haber una segunda vuelta. Él alcanzó el 48%. Como iba perdiendo la posibilidad de obtener el porcentaje que le permitía ganar las primarias, se cayó el sistema de conteo de votos y cuando se restableció el conteo, él iba arriba en los sufragios.
Es decir, aún con ese 48%, el resultado se considera un fraude por sus opositores en Bolivia y por los organismos internacionales como la OEA que mantuvo observadores electorales el día de la elección.
alexmoguels@hotmail.com