Siguen abonando a la confusión

La cereza en el pastel fue puesta por el subsecretario de Prevención de la Salud del gobierno federal, Hugo López Gatell. Fue una cereza agregada al mar de confusiones ya existente en todo el país en torno a las cifras de contagiados y muertos por Covid19, las cuales siempre han sido contradictorias.

Los semáforos sanitarios, la inconsistencia de datos de Covid19 en las 32 entidades federativas y la presunta distorsión de esos datos hecha por los gobiernos estatales, metieron en un brete al vocero nacional de la pandemia, el subsecretario de Prevención de la Salud, del gobierno federal, Hugo López-Gatell.

Se le hizo muy fácil echarle la culpa a los gobiernos estatales de que no están enviando información puntualmente, que están enviando información imprecisa y que, si acaso las mandan, son engañosas.

Bueno, no dijo eso exactamente, pero lo dio a entender. Y si el gobierno federal quiere que los demás no nos demos a la tarea de interpretar las palabras que pronuncian sus funcionarios, entonces que sean más precisos en su lenguaje para que así los ciudadanos comprendamos en su exacta dimensión lo que nos están queriendo decir.

Desde que empezó hace unas semanas la famosa “nueva normalidad” y por primera vez, Gatell no quiso presentar el viernes pasado la actualización del semáforo de riesgo epidemiológico de México. Argumentó que no lo presentó porque la Secretaría de Salud detectó “inconsistencias” en la “información” compartida por las autoridades sanitarias estatales sobre el Covid19.

La Red de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG) cuenta con 672 hospitales en todo México y cada uno de ellos reporta todos los casos de infección respiratoria aguda grave que se presentan en esos centros hospitalarios.

Ese es el único canal oficial que reporta esos datos al gobierno central. “Los datos de laboratorio no son consistentes en todos los estados”, dijo textualmente Gatell.

El subsecretario fue más claro en su declaración de la noche del viernes pasado: en cada rincón del país, hay una representación del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, el sistema es federalizado, hay 32 autoridades sanitarias y cada una de ellas es responsable de coordinar a su nivel técnico operativo.

De origen es deficiente la fluidez de esa información porque no se genera a tiempo. Peor aún, precisó Gatell, las autoridades locales distorsionan esa información y, por eso, no es posible tener un monitoreo apropiado de la epidemia a nivel nacional. La mayoría de las autoridades estatales muestran un rezago en sus diagnósticos. Tienen un rezago superior al doble en sus confirmaciones, apuntó.

Bueno, esas fueron sus expresiones del viernes pasado. Luego entonces, los mexicanos que lo escucharon pueden claramente comprender que Gatell dijo que los secretarios de Salud estatales no están presentando a tiempo sus casos de Covid19 confirmados ni de sus cifras de muertos causadas por esa misma enfermedad y, lo que es peor, añadió que distorsionan esa información. Es decir, que autoridades de salud de las 32 entidades federativas de México están mintiendo con sus cifras, que no las procesan bien y que en su mayoría están rezagados.

Todo mundo interpretó que Gatell le estaba echando la culpa a los gobiernos estatales de que el gobierno federal no pueda tener cifras reales de contagios y de muertos por Covid19 y que por eso no podía decretar cambios de semáforos sanitarios en los estados.

Muchos se han de haber quejado con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ya que al día siguiente el mismo funcionario trató de corregir sus dichos de la víspera. Pero esa corrección la hizo en forma enredada y confusa.

Las reacciones de gobernadores y otras figuras públicas o políticas no se hicieron esperar. Desaprobaron que supuestamente Gatell echara la culpa a las autoridades de salud estatales por el retraso en la información sobre el avance de la enfermedad COVID-19 en la población mexicana.

Al respecto, el subsecretario reveló durante la conferencia desde Palacio Nacional que México no debería entrar en el juego de buscar culpables, pues lo considera “poco productivo y poco útil”

Además, añadió que durante una pandemia no hay “nadie responsable en particular” y aunque dijo que es un comportamiento humano que no corresponde únicamente a México, “no es posible ni tiene sentido pensar que hay una persona responsable, ni dos, ni cinco, ni siete”.

Entonces, ¿en qué quedamos, señor subsecretario?

Yo puedo darle una opinión al respecto. Hay una percepción generalizada entre los ciudadanos mexicanos y de quienes le escuchan a nivel internacional, de que usted confirma todos los días de que con sus cifras ha estado usted mintiendo a la sociedad. Esa es la percepción que será difícil contrarrestar. Esa idea ya está en el colectivo social de México y de otras partes del mundo.

De boca en boca

La agrupación política Redes Sociales Progresistas, que está a punto de convertirse en partido político nacional, nombró al doctor Gerardo del Barco Hernández como su coordinador del Distrito Federal número 9, correspondiente a Tuxtla Gutiérrez. El documento está firmado por el coordinador nacional de la circunscripción 3 de esa agrupación, Ricardo Aguilar Gordillo, y por el coordinador estatal, José Alfredo Ramírez Guzmán. Ese nombramiento tiene mucho significado político por los tiempos electorales venideros en próximos meses a nivel nacional y representa un reconocimiento al citado médico quien posee un perfil ampliamente conocido en Chiapas por su desempeño como médico, por su honestidad y generosidad mostradas con cada uno de sus pacientes, amigos y conocidos. Gerardo del Barco pertenece, además, a una nueva generación de quienes están incursionando en la actividad política, una generación prometedora de nuevas formas de servir a la sociedad. En hora buena.

alexmoguels@hotmail.com