Chiles jajalapeños

Ni un solo defensor

La pandemia que le vino como anillo al dedo al presidente de la tercera parte de los mexicanos –los otros dos tercios están excluidos dentro del grupo de los conservadores y fifís, la nueva terminología oficial-, no sólo ha rebasado a las fuentes oficiales sino va en camino de terminar matando también a la 4T. La burda actitud de Andrés ante el mal es parte de su manual de torpezas, muy voluminoso, que hacen creer a muchos en la posibilidad de que a sus males conocidos, sus cardiopatías y los dolores de espalda críticos, se unan las lagunas mentales en nivel de esquizofrenia o algo peor.

Él ha revelado que el infarto que sufrió, en diciembre en 2013 cuando protestaba justamente contra la reforma energética del miserable señor Peña, casi lo mata según sus propias palabras; y a partir de ello debió guardar una serie de indicaciones médicas como evitar disgustos –imposible estando en el poder a menos de que tenga atole en las venas-, someterse a una dieta rigurosa –no como los antojitos del camino allá por La Tuna, Sinaoa, con integrantes del protegido cártel de Sinaloa, y hacer ejercicio –lo hace desde su alcoba privada hasta el sagrado recinto de sus conferencias “mañaneras” en donde, cada día, aumentan los Lords moléculas y faltan los periodistas serios por lo general fustigados por el imbécil Jesús Ramírez Cuevas; por allí tiene en sus archivos un recordatorio familiar de mi parte.

Entre los infelices aduladores de AMLO, quienes jamás le han encontrado el más mínimo defecto creando la leyenda del mesías superior a los mortales mexicanos indefensos ante la 4T –más ahora bajo la pandemia maldita-, destaca el representante del Estado Islámico, Al Jajajajajalife Rahme-ra, corifeo para trenzarse a palabras con los “adversarios” del mandatario que no sabe ser demócrata –si tuviera un rasgo sería respetuoso de la crítica y la prensa en general-, con el único fin de bajarle el temperamento a Andrés para evitarle un colapso, justificándolo todo con una verborrea que aturde tanto que le hace presumir de se4 tuerto en el país de los ciegos.

El pobre analista con cara de payaso sin necesidad de maquillarse como Brozo –casi igual al inolvidable Bozo de nuestra niñez-, busca salvaguardar su “fortuna” diciendo que tiene libertad para decir cuánto le viene en gana, calumnia tras calumnia, porque cuenta con dinero que lo respalda... como si éste determinara el derecho a la comunicación entre los seres humanos.

Por cierto, como si fueran chiles jajajalapeños incurre en contradicciones absurdas al señalar en otros lo que él sí hizo como los acosos sexuales cuando fue maestro de la universidad si bien no se le conoce bien cuál es el bando exacto de su género.

Estos corifeos, además de los infelices youtubers que morderán el polvo en cuanto cese la parodia de este mal gobierno –cada vez peor sexenio a sexenio-, son los defensores de AMLO, el icono que se volvió polvo en cuanto se creyó tan invulnerable, superior como piensa que es, ante la pandemia; en su departamento de Palacio –el Nacional, no el de Hierro al que también protege-, se ahorran los cubrebocas.

Al final, sabremos cuantos muertos deberán adjudicarse al amlovirus por sus mensajes equivocados que colocaron a nuestro país en el fondo de la lista de las sociedades que menos respeto han tenido ante las medidas sanitarias. Por mi ventana sigo viendo pasar a los ignorantes sin tapabocas y como si nada les importara; y no por falta de recursos aunque algunos dirán, no sin razón, que no hay farmacia que los surta.

La anécdota

Una agradable conversación telefónica con los amigos de Ciudad Juárez con entrevistadores furibundos contra la 4T, dio lugar a que reclamara en tono casi airado:

--Me molesta una cosa: no hay aquí una sola voz que defienda a Andrés Manuel. Nos van a caer a palos los hijos de la 4T. Qué se abran los teléfonos para que llegue la voz de algún simpatizante de este gobierno.

No hubo una sola llamada en este sentido. ¿No lo quieren ver en las alturas? Seguro ya les afectó la vista el más cruel virus político de la historia.

loretdemola.rafael@yahoo.com