Gobierno ilegal

Fraude sin Votos

No confundamos la legitimidad de un gobierno por cuanto a ver ganado democráticamente sin impugnaciones serias y con una mayoría evidente de los electores, con la ilegalidad con la que pudiera proceder para defender sus intereses, personales y políticos, para blindar al jefe del Estado con actos de sumisión extrema y sin contrapesos válidos como los ideados por el espíritu del Constituyente de 1917 para evitar los excesos del Ejecutivo y la toma de facultades que no le corresponden.

Hace unos días, el régimen de AMLO alentó y protegió una desbordada manifestación contra el Instituto Nacional Electoral, de condición autónoma como esencia para garantizar la expresión de la voluntad política de los mexicanos en las urnas, para tratar de revirar la decisión del organismo en el sentido de retirar el registro a dos candidatos a gobernador, los de Guerrero, el compadrito amado, Félix Salgado Macedonio, y Michoacán, Raúl Morón Orozco, además de algunos otros aspirantes a alcaldes de municipios con escasa importancia mediática.

El efecto fue brutal. Salgado Macedonio, acompañado por Morón y el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, se apostó a las puertas del INE y, entre otras cosas, advirtió:

1.- Que si él no aparecía en las boletas en Guerrero no habría elecciones allí porque las sabotearía con sus tropas de caza como algunos de los llamados autodefensas que pululan por allí reclutando incluso a niños y adolescentes tempranos.

2.- Que tenía las direcciones de los consejeros del INE, específicamente la de Lorenzo Córdova Vianello, presidente del organismo, para actuar contra ellos de no rectificar su determinación de cancelarle el registro por su incumplimiento de no informar sobre los actos de su precampaña y los gastos generados en esta.

Para el efecto permaneció en el campamento a las puertas del INE, durmiendo allí y alimentándose con antojitos al igual que sus huestes, en tanto se resolvía su caso devuelto al árbitro electoral por un atemorizado Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal que optó por lavarse las manos ante los embates de la Presidencia.

Por cierto, el señor López Obrador reconoció que en este Tribunal permanecían varios de quienes dieron el fallo negativo, en 2006, considerando irrelevantes las severas inconformidades presentadas por el PRD, entonces el partido de Andrés, para asegurar la sucia “victoria” de Felipe Calderón. Ahora le sirvió de parapeto.

Lo más absurdo fue el pronunciamiento del mandatario, que desconoce cómo funciona el Estado de Derecho de acuerdo a lo expresado por el exministro José Ramón Cossío Díaz –quien concluyó en su función en noviembre de 2018-, en el sentido de que no está en contra del INE sino en pro de la defensa de la democracia; pese a ello tildó a los consejeros del instituto como “el supremo poder conservador” por el hecho de no bajar la cabeza ante los escandalosos procesos internos de Morena, el moderno PRI corregido y aumentado, tembloroso ya por sus males putrefactos internos.

En fin, como están dándose las cosas, votar por el partido del presidente –suyo, de su propiedad absoluta- es escalar las rutas de la ilegalidad refrendándolas.

La Anécdota

No pocos candidatos de Morena insisten en que se fragua un fraude electoral cuando éste, si se da, se elucubra en los corrillos del Palacio Nacional como evidencia la intervención oficiosa, y odiosa, de López Obrador en la contienda con un pulso insólito contra el INE.

Lo extraño es que el titular del Ejecutivo, ignorante y enfermo, alega que su interés es solo para proteger el voto limpio... cuando aún NO se ha emitido alguno y los procesos están en el lapso de las campañas y así lo estarán hasta el 3 de junio venidero. ¿Cómo puede alegar el mandatario que los votos están siendo mancillados cuando estamos a cuarenta y ocho días de la jornada comicial? ¿Es un lapsus propio de quien no tiene integridad mental?

La sorpresa sobre el reacomodo de simpatías en torno a espacios que Morena se adjudicaba con mucha anticipación están llevado al pretendido mandante –no mandatario-, a creer que existe una gran conjura “conservadora” cuando es él quien rompe las reglas cada mañana y cada que puede.

loretdemola.rafael@yahoo.com