Mediocres y Ciegos

Paridad de Géneros

Por una parte exigen que haya igualdad de géneros incluso para asumir candidaturas y puestos sobresalientes en los gabinetes federal y estatales; por la otra si se cuestiona a las mujeres funcionarias, los tuertos insisten en que tal es una postura misógina, poca caballerosa, propia de patanes que no respetan a las señoras de la vida pública, la institucional por supuesto. Esto es como si tuvieran un manto de impunidad imposible de ser traspasado... y, sin embargo, no pocas señoras abusan, delinquen y asedian a la sociedad mexicana y a la de todo el orbe refugiándose, tantas veces, en la belleza de sus formas o en la intolerancia que produce la esquizofrenia.

Hace un año me atreví a cuestionar el periplo europeo de Beatriz Gutiérrez Müller, en condición de primera dama y de presidenta del consejo consultivo de la coordinación para la memoria histórica y cultural –tal su pomposo título creado a imagen y semejanza-, y aquello dio lugar a un pequeño linchamiento por parte de los aduladores, bots, hackers y jovenzuelos youtubers al servicio oficial -¡cuánto daño les están haciendo al obligarlos a reverenciar a la figura del mandatario convertido en mandante!-, por tal atrevimiento, si bien cuidé no caer en ninguna falta de respeto y mostrar hechos contrapuestos a la idea original del régimen en turno.

No tenía la señora en cuestión que viajar al viejo continente a buscar códices milenarios robados de nuestro país a causa de invasiones y saqueos durante siglos; si hubiera un poco de pudor tales reliquias históricas deberían ser devueltas al pueblo de México sin pretender justificar lo indefendible. Alguna ocasión en Austria debí confrontarme con una supuesta guía de los museos de Viena cuando dijo, muy quitada de la pena, que el Penacho de Moctezuma había sido llevado a sus vitrinas “cuando México pertenecía al imperio austriaco” con un profundo desconocimiento de la historia; se refería a la invasión francesa con la que se apoyó el barbado enajenado de Miramar que acabó fusilado en el Cerro de las Campanas; y en la Capilla de los Capuchinos, allá mismo, está sepultado el embalsamado cadáver del funesto invasor quien nunca pudo anexar a México, ni lo pretendió, a la nación europea gobernada por su hermano Francisco Javier.

Pues por allí fue la señora Beatriz en busca de una disculpa papal mientras solicitaba que algunos documentos le fueran “prestados” a nuestro país con motivo de la celebración del bicentenario de la Consumación de Independencia, los 500 años de la invasión española y los 700 de la fundación de Tenochtitlán. Todo en paquete.

A la señora Gutiérrez cabe cuestionarla sobre los gastos y los transportes utilizados; y, sobre todo, por guardar como un secreto su viaje hasta que, desde Francia, llegaron las imágenes de ella con el presidente Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, un matrimonio dispar en edades. Entre ellos no lucía más en su caracterización de “primera dama”, no de consejera oficial en el segundo renglón si bien con el privilegio de mantener su chamba en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla lo que no sería posible para otros miembros del gobierno de AMLO. Las hipocresías saltan a la vista aunque a algunos les parezca, dándole la vuelta, un acto de escasa caballerosidad.

Entonces, ¿hay igualdad de género o solo cuando le convenga a las damas?

La Anécdota

Cuando asumió en abril de 2004 la presidencia del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, de filiación supuestamente izquierdista dentro del PSOE, se empeñó en mantener una rígida paridad de mujeres y hombres más allá de merecimientos reales y hasta del sentido de la lógica.

Fue así como nombró a Carme Chacón, catalana, al frente de los mandos militares, incluyendo a los soldados destinados a Medio Oriente para privilegiar sus alianzas con el gigante estadounidense. Desde luego, “gracias” a ello pudo llegar al poder luego del brutal atentado en la estación de trenes de Atocha en Madrid el 11 de marzo de 2004. En perspectiva así la designación de la señora Chacón –fallecida en 2017 por una cardiopatía como la de AMLO- no fue muy afortunada.

Y menos cuando, en su primer contacto con las tropas desplegadas en zona de guerra, llegó embarazada de siete meses lo que provocó que los mandos le obsequiaran, no sé si como un sarcasmo... varias chambritas para su bebé.

loretdemola.rafael@yahoo.com