Abismales diferencias en el interés por los clásicos del futbol mexicano

Los tres clásicos que se vivieron en nueve días evidenciaron que el público es quien los hace, que a puerta cerrada es muy complejo que se sienta esa vibra y le transmitan a los futbolistas lo que representa un partido de esta magnitud. Urge que se abran los estadios.

Así, ya no habrá pretextos y ver gente en la tribuna será un aliciente para los futbolistas, porque hoy no los presionan ni sus técnicos, y por eso vemos desagradables espectáculos.

Las audiencias televisivas de los tres clásicos han generado números similares a los que se daban antes de la pandemia, según cifras de Nielsen-Ibope. El América vs Guadalajara generó 14 puntos de rating. Esto quiere decir que tuvo un alcance de ocho millones de personas y un rating promedio de 3.5 millones. A esto, debemos sumarle aproximadamente 210 mil personas que vieron el partido en el canal restringido de Televisa.

El sábado, el que en Monterrey consideran el partido más importante y de mejor nivel en el futbol mexicano, no alcanzó las 700 mil personas de audiencia. Muy bajo para tan alta adrenalina que intentan transmitir los comentaristas regios, en un partido que resultó un verdadero fiasco. Sigue muy escondido el Monterrey desde que decidió firmar con televisión restringida.

El partido del domingo 28 de septiembre (Cruz Azul contra América) tuvo 13.5 puntos de rating, cercano al Clásico Nacional, ya que el alcance fue de 7.7 millones y un rating promedio de 3.2 millones.

El sábado, viene el partido entre América y Pumas, que suele ofrecer niveles similares de audiencia a los antes mencionados; claro, a los que se refieren a equipos que se transmiten en televisión abierta, porque está claro que —para los patrocinadores— debe ser muy alarmante que sus marcas no tengan la penetración que les prometieron.

La televisión es fundamental para el futbol, pero también la gente en las tribunas. Incentivar al futbolista, regenerar económicamente a la industria y volver a ver un partido desde un asiento donde se le exija al jugador, son situaciones que hoy están muy lejanas, porque la Liga MX no está protegiendo a sus equipos. Si la Liga Mexicana del Pacífico de beisbol abrirá sus puertas a aficionados, si los cines ya reciben público, si los restaurantes ya tienen comensales, si en las iglesias hay feligreses, entonces por qué no el futbol.

Mientras los semáforos lo permitan, deben abrir las puertas de las plazas donde se pueda, no esperar a que todas las de Primera División estén en condiciones, porque lo único que están haciendo es seguir afectando a sus propios equipos.

Qué distinto hubiera sido el marco de los tres clásicos con gente, aunque sea con el 30% de la capacidad del estadio.

@gvlo2008