Ridiculizan migrantes cerco de EU en Guatemala
Como se adelantó en este espacio de CUARTO PODER, de que fracasaría el cerco impuesto por el gobierno de Donald Trump, a la migración multinacional en la frontera con Honduras, con la subordinación incondicional del nuevo presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, se ha confirmado este viernes, al ser burlado, por lo que ambos gobernantes han quedado en el peor de los ridículos.
La labor de distracción de poco más de mil extranjeros indocumentados que ingresaron esta semana por las garitas de Agua Caliente y Corinto, en el departamento (estado) chapín de Izabal, permitió el avance disperso por otras rutas, de casi cuatro mil seres humanos, que por la tarde-noche de 17 de enero, se encontraban listos para llevar a cabo su entrada triunfal a territorio chiapaneco-mexicano, utilizando la ruta alterna de la ciudad de Tenosique, Tabasco.
Tecún Umán, la población guatemalteca colindante con la mexicana Ciudad Hidalgo, se veía este fin de semana pletórica de migrantes, en mayor número de Honduras, contentos por haber burlado a los fuertes contingentes de “güeros” del Servicio de Inmigración y Aduanas norteamericano, que este jueves, apoyado en el uso de las armas de la Policía Nacional y del ejército guatemalteco, no solamente detuvieron, retuvieron y deportaron hacia territorio catracho, al más de millar de hombres, mujeres y niños, que se atrevieron a cruzar ilegalmente la línea divisoria con el país del quetzal.
Los bandas internacionales de trata de personas, que se saben todas las mañas para recorrer con su clientela los pasos y caminos de extravío, han consumado la primera fase de atravesar la geografía guatemalteca y llegar hasta su vecindad con Chiapas, para ahora cruzar por una línea divisoria de fantasía, de 654 kilómetros de extensión.
Ahí viene otra vez la nueva “caravana del hambre”, de gente que pretende encontrar en la Unión Americana una tierra de oportunidades que en sus países de origen se les niega, sea por la falta de inversión para crear nuevas fuentes de trabajo o por la violencia que conlleva en automático inseguridad y muerte.
Ahí están, son otros, pero con la identidad común de la ilusión de encontrar la tierra prometida, donde el trabajo es mucho mejor remunerado y las posibilidades de una vida mejor, son factibles dentro de un ambiente de paz y certeza de mejores opciones de vivienda, alimentación y educación.
Saben que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha dejado de ser benevolente, solidario y hasta cómplice para hacerlos llegar a la Frontera Norte, en una serie de capítulos que durarían solamente seis meses, de octubre de 2018 a abril de 2019, en los que todo sabía a gloria para los extranjeros indocumentados que entonces por centenas de miles arribarían para incursionar bajo el sistema de “viaje todo pagado”, porque no era sólo la transportación en autobuses de lujo, sino hasta viáticos para el camino.
Días de la intensa y prolongado romance de una “administración izquierdista” que cede a los encantos de la trama electoral reeleccionista orquestada por el magnate inmobiliario que desde el despacho Oval de la Casa Blanca guiña el ojo al hombre de Macuspana, para que facilite el paso a aquellos migrantes que finalmente se convertirán en carne de cañón, para ser detenidos y deportados masivamente, como una demostración de poder hacia el electorado supremacista blanco de la Unión Americana.
Engolosinamiento del inquilino de Palacio Nacional, al que en nada ayuda su mano derecha y favorito, el canciller Marcelo Ebrard Casaoubon, al grado de perder el control y llegar a un desbordamiento sin precedente de ilegales del lado estadounidense, que empieza evidenciar la debilidad del aspirante republicano a cuatro años más en la silla presidencial, al no complicarse la estancia de niños en centro de detención inhumanos.
Regaño al recién estrenado gobernante vecino del sur, por no cuidar un flujo que se convierte en desbandada, por lo que ordena la suspensión de los apoyos a la oleada migratoria, que para ese momento ha disparado los gastos milimillonarios de los presupuestos de la llamada “austeridad republicana”.
No más luna de miel con los que vienen de la cintura y el fin del mundo latinoamericano, así como de otros continentes, al cancelarse el apoyo solidario de los socialistas de lujosos escritorios, desde donde todo lo disponen en base a datos que no corresponden a la realidad.
A cambio, la reiteración de las seis decenas de miles de empleos ofertados en Chiapas, el estado más pobre y atrasado del país, donde lo que menos hay es trabajo para la población local, lo cuales serían rechazado desde la primera caravana que incursiona a mediados de octubre de 2018.
Orden a los tradicionales y siempre enjundiosos empresarios agrícolas, para que contraten con salarios elevados a los extranjeros, que lo que menos saben es trabajar la tierra o en la cosecha del café, plátano, mango y otras variedades.
Primera semana de junio del año pasado, en que el mismo Donald Trump descobija a su colega Andrés Manuel López Obrador, al ordenar tajantemente el cese inmediato del flujo imparable de las caravanas migratorias, bajo la amenaza de que no hacerlo, aplicaría a las exportaciones mexicanas a la Unión Americana, impuestos mensuales del cinco por ciento hasta llegar a un 25, en octubre.
Envío inmediato de Marcelo a Washington, para negociar e impedir el severo castigo que implicaría el desplome de las aspiraciones de continuidad del abanderado del Movimiento de Renovación Nacional (MORENA), que lleva en la manga una letra de cambio a Trump, consistente en el inmediato despliegue de seis mil elementos de la Guardia Nacional en la Frontera de México con Guatemala,
Una promesa imposible de realizar, pues la nueva Corporación de Seguridad del Estado Mexicano sólo existía plasmada en el decreto, por lo que en las Secretarías de la Defensa Nacional y Marina, se encenderían las luces de emergencia para alumbrar el nacimiento prematuro de la GN, que emergería conformada por elementos del Ejército Mexicano y la Armada, que en principio se apostarían a mediados de ese mes de junio, en la ribera poniente del río Suchiate, para la foto.
No había con qué, por lo que se tuvieron que utilizar tanto el personal como los uniformes, armas, equipos de protección y transportes rotulados de las dos instituciones militares.
Fin de la era de los salvoconductos gratuitos con 20 días de gracia para abandonar el territorio nacional, tiempo que garantizaba a los interesados, arribar hasta los estados vecinos de la Unión Americana.
Cerco que funciona al mínimo, dada la incapacidad para cubrir la frontera que combina planicie costera, sierra, altiplano y selva. Aún así, las versiones de ambos gobiernos, de que el flujo de “los de color café”, ha disminuido, por lo que Washington levanta el castigo a los encargados del traspatio donde concentra a miles que se siguen hacinando, mientras se decide el otorgamiento de asilo, que podrá durar hasta años.
Aquí la carga de los rechazados que inundan principalmente Tijuana y otras importantes ciudades de los estados de norte, además del fenómeno de la dispersión de quienes en un elevado porcentaje han decido avecindarse en suelo mexicano.
Pero en esta cada vez más compleja problemática propiciada por Washington y acatada por los ex del partido azteca, Chiapas y sus pobladores se mantienen en el filo de la navaja, al fracasar la estrategia federal de atención integral de los indocumentados.
No hay dinero que alcance para mantenerlos ocupados en tareas de limpieza con salarios superiores a los que normalmente se paga a los chiapanecos. El alcalde de Tapachula, Oscar Gurría, “se las ve negras”, para egresar recursos no presupuestados para dar trabajo a personas de color de países africanos y de Haití, sobre todo, que a diario barren y recogen basura de calles principales.
Quejas de los trabajadores de las distintas dependencias del gobierno municipal, de que hay desviación de recursos del presupuesto municipal para pagar los servicios temporales de migrantes, que otorgar medicamentos al personal que requiere de ellos para la atención de su salud.
Y vienen más, decididos a enfrentarse con las Corporaciones de Seguridad y de Migración del Estado Mexicano, que han dejado atrás su conducta pasiva, para asumir una más severa en el trato a los extranjeros sin papeles, que por lo pronto deberán sumarse al conglomerado de más de 50 mil que tienen a la ciudad más importante de la Frontera Sur, como cárcel abierta.
Este fin de semana será determinante para saber hasta dónde están dispuestos afrontar esta nueva realidad de cero cédulas de tránsito y salvoconductos. Retenes militarizados a todo lo largo de la Costa, que resultan difíciles de sortear, no así los caminos de extravío por los que son conducidos por las bandas de “polleros”, que operan en complicidad con agentes del Instituto Nacional de Migración, de la Secretaría de Gobernación.
Está la advertencia, de que más de tres mil migrantes, arribarán a territorio mexicano, procedentes de la fronteriza Tecún Umán, como un solo bloque, llevado por delante a decenas de menores de edad, muchos de ellos a bordo de carriolas, como escudo ante una posible acción de fuerza de las autoridades.
Saben ya de la amenaza del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de que no se permitirá el paso a nadie, por lo que la situación se tornará tensa en horas de la mañana de este sábado 18 de enero, al avanzar en el tramo Ciudad Hidalgo-Tapachula, donde se presume podrían ser detenidos para ser devueltos a sus países de origen.
Aunque se tiene conocimiento, de que otro contingente importante de extranjeros, incursionará a tierras mexicanas, por la zona de El Naranjo, en la Selva del Petén, cruzando en lanchas las caudalosas aguas del río Usumacinta, hacia el lado de la Selva
lacandona o tomando también la opción del rumbo de Tenosique, en Tabasco, con la ventaja de poder abordar el tren que los traslade al centro del país y de ahí al norte.
Y aunque sus voceros aseguran que no causarán ningún tipo de desmanes como lo hicieron sus “hermanos migrantes” de las primeras caravanas provenientes también de la hondureña ciudad de San Pedro Sula, esta posibilidad pareciera de antemano inviable, dado el aumento del poder de fuerza del gobierno mexicano, en el que participan de manera interinstitucional, la Guardia Nacional militarizada, la Policía Federal, la Gendarmería, las policías estatales y municipales, con el respaldo del Ejército Mexicano y la Armada, cuyos elementos se mantienen alertas, para intervenir si es necesario.
Nuevos capítulos por escribir de una historia sin fin, que tiene a la Frontera Sur de México como centro de los reflectores internacionales, de un fenómeno vuelto común en todo el mundo, por razones de origen en la violencia, inseguridad, pobreza y guerras.
Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.
Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.