Antifeminismo oficial; amurallan Palacio Nacional

La imagen amurallada del Palacio Nacional de México, ha dado la vuelta al mundo, para dar idea de la preocupación que tiene el Presidente Andrés Manuel López Obrador, por la presencia presumiblemente violenta, de decenas o centenas de miles de mujeres de toda las edades, pertenecientes a organizaciones independientes, que marcharán el lunes 8 de marzo por las avenidas más importantes de la capital del país, que finalmente se concentrarán en la Plaza de la Constitución.

Celebración del “Día Internacional de la Mujer”, que dará oportunidad, en son de protesta callejera difundida por las redes sociales al resto de la nación y al territorio global, por la continuidad de feminicidios imparables y de la impunidad de políticos pederastas y violadores sexuales, que como el senador con licencia Félix Salgado Macedonio, pretende gobernar el estado de Guerrero, abanderando los postulados del Partido oficial, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero de manera especial por el respaldo incondicional de su amigo el Jefe del Poder Ejecutivo Federal.

Al ordenar la medida, el titular del Gobierno Federal, es considerado como un exagerado, pues se contradice en cuanto a que tanto la seguridad personal como de su familia, están protegidas por el “pueblo bueno”, que esta vez n aparece por ningún lado para defenderlo.

Sí en cambio, la pronta presencia en el escenario del Poder de la 4ª Transformación, de la jefe de Gobierno de la capital nacional, Claudia Sheinbaum Pardo, que en diversos momentos previos al gran acontecimiento, ha dispuesto mostrar el músculo de los agrupamientos policíacos femeninos bajo sus órdenes, para “salvaguardar el orden”.

Una gobernante que en las múltiples ocasiones que los Colectivos Femeninos han marchado por el Paseo de la Reforma hasta llegar al Zócalo, los ha infiltrado con contingentes de mujeres femeninas capacitadas en tareas de acciones de contrainsurgencia, que han desvirtuado el movimiento de las inconformes, al realizar actividades de corte terrorista, con la protección de sus compañeros uniformados y equipados con trajes antimotines.

Las redes sociales han difundido con toda claridad y de manera completa, imágenes de las mujeres policías que son trasladadas a las inmediaciones de las marchas, antes de que den comienzo, suben a bordo vestidas de civil, y ya en el interior de las unidades oficiales se ponen pantalones, blusas, zapatos, mochilas, pasamontañas o pañuelos, todo de negro, para luego bajar por centenas, para mezclarse con las manifestantes.

Constituyen grupos paramilitares capacitados para llevar a cabo provocación de todo tipo a los grupos policíacos, a los que agreden con piedras y con “bombas molotov”, al grado que han causado lesiones hasta por quemaduras de tercer grado al explotar cuando se rompen al caer en el  piso, las botellas conteniendo combustible con mechas de tela  encendidas.

Se trata de grupos con preparación paramilitar, que me recuerda mucho a los sangrientos hechos ocurridos el 10 de junio de 1971 (jueves de Corpus), en las calles de San Cosme, en el antiguo Distrito Federal, cuando contingentes de jóvenes de jóvenes militares, capacitados en técnicas antiterroristas, se colaron entre los estudiantes que protestaban contra el gobierno, para generar el caos y sumarse desde las filas internas a la represión orquestada, en la que fueron utilizadas armas de fuego.

En los tiempos actuales, ha sido posible constatar como de las mochilas, las “radicales feministas” sacan de sus mochilas martillos, piedras y “bombas molotov”, para crear situaciones que llegan a extremos delictivos, una vez que rompen cristales de los aparadores de tiendas caras de modas, de las de conveniencia que incluso saquean, así como pintarrajean las paredes de valiosos edificios y monumentos históricos.

Actividades ilícitas, observadas de manera complaciente por los agentes policíacos, femeninos y masculinos, que se mantienen a la expectativa, sin intervenir, mientras las organizadoras marchan molestas porque sus medidas de control implantadas en las diversas manifestaciones, son burladas fácilmente por los grupos oficiales subversivos.

Cuantificación que se ha repetido una y otra vez por parte de la autoridad representada por Claudia Sheinbaum Pardo, en el afán de desvirtuar a los movimientos sociales, para ubicarlos como intolerantes y violentos, mientras se erige como respetuosa de la libertad de expresión y manifestación de ideas.

Un sector empresarial con pérdidas multimillonarias, que son pagadas por el seguro de riesgos, pero que implica el desembolso de cada uno de los dañados en sus intereses, al verse obligados a pagar la prima por el monto de daño correspondiente. Episodios que de sobra conocen y que optan por guardar silencio, sabiendo de dónde proviene la agresión.

Bien sabido es que tales intentos de desacreditación de las feministas por parte de la jefa de Gobierno de la capital nacional, no han causado el efecto adverso proyectado, sino al contrario, ha motivado a una mayor participación de género, a partir de las condenas comunes principalmente por las mujeres adolescentes y adultas secuestradas, desaparecidas y asesinadas para convertirse en feminicidios, así como de la violencia que se ejerce en su contra en el seno familiar o el acoso sexual en centros de trabajo.

Banderas que se enarbolan cada vez más alto y que en las últimas semanas ha tenido como punto de referencia muy importante a las actividades de pedofilia y violación sexual repetitivas, que identifican la conducta de muchos años del senador con licencia y firme candidato de Morena, a la gubernatura del estado de Guerrero.

Lucha sin cuartel de las feministas que han hecho suyas las denuncias no tomadas en cuenta de una mujer que en 1998, cuando apenas tenía 17 años, fue violentada sexualmente por quien también ha sido alcalde de Acapulco, y cuya denuncia no fue en su momento asentada en ninguna acta por el poderosos tráfico de influencias en el ámbito de la Fiscalía estatal, para mostrarse indiferente.

Tiempos en que gobernaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y luego el PAN hasta 2012, sin que tampoco se diera cabida a la denuncia de una segunda agraviada, trabajadora del periódico La Jornada de Guerrero, que no solamente fue ultrajada al ser alcoholizada y chantajeada con el video del criminal acto, de ser mostrada al cónyuge y difundirlo en redes sociales, si lo acusaba.

Un poder tal de Salgado Macedonio, que hasta el actual gobernador priísta, Héctor Antonio Astudillo Flores, ordenaría a la Fiscalía General del Estado, obstruir las investigaciones y sobre todo evitar que se girara la orden de aprehensión.

Tal vez para amortiguar los cuestionamientos en su contra y suavizar la situación, más de un centenar de diputadas federales y senadoras de Morena, se atreverían a exigir a su partido cancelar el registro de precandidato de Salgado Macedonio, para calmar los ánimos crecientes que exigen la aplicación de la ley por los delitos cometidos.

Y en el colmo de las actitudes favorables al pederasta y violador sexual, de quienes detentan el poder federal, sería el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien encabezaría, no una, sino varias veces, la defensa indefendible de quien ha sido candidato perdedor a la Gubernatura de Guerrero, en el pasado reciente.

Ha llegado el Primer Mandatario al grado de afirmar, sin mayor razonamiento favorable a su defendido, que tanto salgado Macedonio como él, son víctimas de un linchamiento social, organizado por la Derecha y los periódicos y columnistas “Fifís y neoliberales”.

Suma para un frente común de Mario Delgado, el líder nacional morenista, que de la cerrazón para no retirar el apoyo a su protegido, al percatarse de la creciente protesta adversa, lo que le lleva a la simulación para organizar una “evaluación” de la militancia para elegir mediante encuesta a un nuevo candidato, pero sin retirar de la contienda interna a Félix Salgado Macedonio.

Maniobra que involucra en esta nueva forma de imposición a la ex comandante de la Policía Comunitaria del municipio guerrerense de Olinalá, detenida el 21 de agosto de 2013, acusada de los delitos de  secuestro y delincuencia organizada, por los cuales permaneció en la cárcel hasta el 18 de marzo de 2016, quedando en libertad gracias a la intervención del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la Organización de las Naciones Unidas.

Estando presa, en 2014, sería reconocida su lucha, al serle otorgados el Premio Nacional Carlos Montemayor y el Premio Nacional de Derechos Humanos Sergio Méndez Arceo. En febrero de 2018, morena la hace senadora plurinominal, cargo que ostenta actualmente.

Una segunda opción que no parece convencer mucho a los guerrerenses, pues existe la presunción de que es parte de la cortina de humo para imponer de manera definitiva al amigo del Presidente Andrés López Obrador, como gobernador de Guerrero.

Los grupos feministas no únicamente de esa entidad del sur del país, como de todo el territorio nacional, advierten desde ahora que de confirmarse la intención Presidencial de imponer a Salgado Macedonio, provocará respuestas sin precedente en la vida nacional, pues vendrá a constituir una burla no solamente al género femenino, sino a las mismas leyes del país.

Una definición que habrá de darse el martes 9 de marzo, en la que se sabrá que dijo “el dedito” de los guerrerenses, a las encuestas para la unción del abanderado de la causa morenista.

Es así, como se legará al lunes 8, en la víspera de la resolución definitiva que avalarán tanto el Jefe del Ejecutivo Federal, como el dirigente Mario Delgado, que si no resulta favorable al interés de la ciudadanía, puede poner en riesgo el proyecto de Palacio, de apoderarse del mando principal de la entidad.

Pronóstico de disturbios previos y de

ahí el alto amurallamiento metálico ordenado por el Presidente de la República, para resguardar todo el entorno de su domicilio oficial en Palacio Nacional, que se convierte en un abierto mensaje intimidante para las feministas que celebrarán marchando y protestando sobre Paseo de la Reforma y las avenidas Juárez y 5 de Mayo, hasta llegar a la monumental Plaza de la Constitución.

Movimiento de género, que ahora encuentra una posición dura en el discurso de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien advierte que “en esta ciudad no se reprimen las manifestaciones sociales, pero tampoco podemos que se agreda a otros ciudadanos”, mientras otorgaba estímulos de ascenso a mil 571 mujeres policías.

Es ahora, después de la sentencia adelantada de la funcionaria, cuando las organizadoras del magno evento, deberán ser más cuidadosas, para evitar se infiltradas, lo que no lograrse, conllevaría ser involucradas en todo tipo de actos delictivos, que deriven en acciones judiciales en su contra.

De antemano existe la presunción y la impotencia de los Colectivos para frenar los desmanes de las policías disfrazadas de negro y encapuchadas, para incurrir en todo tipo de actividades que afecten la propiedad privada y los monumentos e inmuebles históricos.

Vendrá entonces la “aplicación del estado de Derecho”, para desactivar al movimiento feminista nacional y de paso echarle la mano a los propósitos de Félix Salgado Macedonio de alzarse triunfante como candidato de Morena al gobierno de Guerrero, con la complicidad del gobernante priísta saliente.

Mientras, Sheinbaum se cura en salud y reitera que en el pasado reciente, las manifestantes “han buscado denostar a las corporaciones policíacas, pero el abuso policial no va con nosotros ni con la Policía de la ciudad de México.

Vallas metálicas de tres metros de altura han sido instaladas para proteger tanto al Palacio Nacional de Bellas Artes, el edifico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Banco de México y los negocios de las avenidas por conde transitarán los contingentes.

Prueba de fuego para los apoyadores de un pederasta y violador sexual de varias mujeres, de las que ahora se sabe, porque han tenido el valor de denunciarlo.

Una historia que tiene todavía muchos vertientes por ventilar, si Félix Salgado Macedonio es postulado, que ha empezado a encontrar eco en muchos otros lugares de México, donde el género femenino ha empezado a dejar atrás el silencio, para defender sus derechos en demanda de justicia pronta y expedita, ahora únicamente contemplada en el papel.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.