Fiesta en Paz: Liberación de 94, sujeta a proceso

En el capítulo más reciente de la historia de violencia callejera en la capital chiapaneca, el Poder Judicial del Estado, ha dado paso, conforme a derecho, a una decisión que desactiva la última bandera principal del movimiento beligerante de los líderes de la Escuela Normal Rural de Mactumatzá, al ordenar este miércoles 2 de junio, la liberación de los 19 estudiantes normalistas y dos indígena desplazados del ejido Puebla, Chenalhó, que se encontraban recluidos y sujetos a partir del martes 25 de mayo, a proceso en el lapso de 45 días.

Días antes, dejaron la cárcel especializada, dos menores de edad, con lo cual hoy suman 95, de los cuales 74 son mujeres, que gradualmente, en cuestión de 10 días, a partir de su detención y encarcelamiento, reciben el beneficio conforme a la norma jurídica, otorgado por un juez del Tribunal Superior de Justicia del Estado, que les permitirá seguir en libertad el procedimiento legal en su contra por los delitos de robo con violencia, daños, motín, atentados contra la paz, integridad corporal y patrimonial de la colectividad y pandillerismo.

Aplicación de una medida cautelar, que les obliga a todos, a acudir a firmar cada 15 días ante la autoridad judicial correspondiente, como parte del protocolo de seguimiento de su vinculación al proceso, que establece también la restricción de activismo en espacios públicos, que alteren el orden.

Una decisión que cambia el ordenamiento original para los ahora excarcelados, de seguir en la prisión de “El Amate”, el procedimiento legal con duración de 45 días, dictada a partir del martes 25 de mayo, dentro del debido proceso, y a solicitud de la Defensa de los detenidos, ante las probatorias de la Fiscalía General del Estado, por la medida cautelar.

La autoridad no dejaría duda entre las personas puestas en libertad, que deberán enfrentar los diversos cargos que se han fincado en su contra, luego de haber participado en los actos violentos-vandálicos, registrados en la caseta de cobro de la autopista Chiapa de Corzo-San Cristóbal de las Casas, el martes 18 de mayo de 2021.

A cada uno se le subrayaría la advertencia de que en caso de reincidir, serán retornados al Penal de “El Amate”.

Dicho en otras palabras, ya no serán considerados como delincuentes primerizos (primo delincuente), por lo que al incurrir en violación a la Ley, ésta será más severa.

Salvo los dos menores de edad, 93 de los asegurados en un principio en el lugar de los hechos, por los integrantes de las corporaciones policíacas estatales, fueron identificados plenamente como miembros de la comunidad estudiantil de la Escuela Normal Rural Mactumatzá, ubicada en Tuxtla Gutiérrez.

Decisión que por supuesto no altera el trabajo de aplicación del Estado de Derecho, entre la Fiscalía General del Estado y el Poder Judicial de la entidad, pues la única diferencia en el tratamiento del tema legal, es que los inculpados realizarán su defensa fuera del centro penitenciario.

Ocurre a cuatro días de los históricos comicios coyunturales, que se llevarán a cabo en Chiapas y en todo el país, para la renovación de 15 gubernaturas e igual número de Congresos locales, así como 300 diputados federales por mayoría y 200 plurinominales, así como alcaldías en casi dos mil municipios.

Un período pre electoral que en territorio estatal, que en las últimas semanas ha adquirido tintes que han prendido los focos rojos en la administración chiapaneca, sobre todo por la conducta de radicalismos extremos, adoptada por líderes de la Normal Rural de la capital chiapaneca, bajo el argumento de falta de apoyos gubernamentales para la realización de exámenes virtuales de admisión (2020-2021), como computadoras e internet, además de su exigencia del pase automático y también el otorgamiento de plazas a todos.

Pretextos para reactivar su vieja tarea desestabilizadora mediante marchas, plantones, bloqueos de los accesos a Tuxtla Gutiérrez, intercepción y plagio de autobuses de pasajeros foráneos, uso de bombas incendiarias “molotov”, robo y secuestro de carros cisternas de Petróleos Mexicanos, cargados de gasolina, así como de trailers de empresas transnacionales, quema del acceso principal de Palacio de Gobierno, y destrucción de sus cristales de ventanas de planta baja, quema de patrullas y asalto y control de la caseta de peaje de la autopista a San Cristóbal de las Casas.

Liberación del primer grupo de 74 jóvenes normalistas empujadas perversamente por los líderes ocultos, a la vanguardia delictiva como carne de cañón, en la toma de la caseta, que no satisface a los belicosos, que con el financiamiento de la dirigencia seccional 7 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), viajan a la ciudad de México, para solicitar el apoyo de la dirigencia de Morena, pero al no ser recibidos por ningún representante, decidirían pintarrajear las paredes de la fachada principal del edificio sede, en la colonia Roma.

Retorno a la capital tuxtleca, para continuar con sus actos vandálicos, en demanda de libertad de los 19 normalistas pendientes. Otra vez la obstrucción de Libramiento Norte y desalojo mediante el uso de gases lacrimógenos, por contingentes antimotines, luego de negarse los normalistas a retirar el bloqueo que efectuaban en la importante vía de comunicación. Poco antes del arribo de las fuerzas del orden, se darían a la tarea de secuestrar y saquear los productos que transportaban las unidades de empresas privadas de capital extranjero, en el interior de sus instalaciones escolares.

De pilón, la quema de dos patrullas policíacas, una estatal y otra del municipio de Ostuacán, al ser interceptadas y despojadas sus tripulantes de las unidades, que accedieron sin oponerse, para no generar un conflicto mayor al portar armas largas de alto poder, y abandonar el lugar.

No debe olvidarse tampoco, la impunidad con que se actúo contra las instalaciones electorales en Tuxtla Gutiérrez, utilizando bombas “molotov”, mientras que en Tapachula, en la explanada principal frente al Palacio municipal, decenas de estudiantes normalistas quemaron, “en solidaridad con Mactumatzá”, propaganda de varios candidatos a la alcaldía y diputaciones federal y local.

Y lo último, el mensaje conjunto Mactumatzá-CNTE, de que si no había liberación de sus correligionarios, tampoco permitirían la jornada cívica de elecciones en Chiapas; se enfrentarían con piedras y cohetones, con las fuerzas del orden, enviando por delante a niños indígenas desplazados del ejido Puebla, Chenalho, que serían los primeros en sufrir los efectos de los gases de dispersión lanzados por la autoridad.

Los rostros de los pequeños llorando y con  signos de los efectos de los proyectiles lacrimógenos, serían grabados por los normalistas y algunos medios independientes que por ahí se encontraban, para ser subidos de inmediato a las redes sociales, para manipular los acontecimientos.

Y en la antesala de la decisión del Poder Judicial, de liberar a los 19 estudiantes restantes, vendría la “mega marcha” por la avenida principal de Tuxtla Gutiérrez, organizada por los líderes de la CNTE y de Mactumatzá, que los dejaría en evidencia, al no obtener su convocatoria la respuesta esperada tanto de maestros, como de alumnos normalistas, constituyéndose en un verdadero fracaso, al llegar a la explanada de los tres niveles de Gobierno en el centro histórico.

Se da pues la decisión de la representación del Tribunal Superior de Justicia chiapaneco, en los momentos en que queda en claro que tanto los dirigentes de Mactumatzá y la CNTE, han dejado de ser determinantes en las acciones que antes fueron todo un éxito para generar el caos y la zozobra en una ciudad capital, donde la población ha llegado al hartazgo por los abusos y conductas que rayan en niveles que ya se califican de terroristas.

Sectores productivos que de igual forma vienen a integrarse como un frente común, para demandar la aplicación de todo el peso de la Ley a quien la transgreda, como también ha ocurrido en los últimos años, en los que se ha sabido que detrás ha estado el financiamiento de grupos del poder en turno, sin importar el daño a terceros, anteponiendo el juego sucio de sus intereses políticos y de diversa índole.

De otra forma, no se explica el origen de las inmensa cifras millonarias que en el pasado reciente, fueron entregadas para llevar a cabo movilizaciones magisteriales en todas partes del territorio chiapaneco hacia Tuxtla Gutiérrez, y mantenerse en plantones de varios meses, bloqueando más de una decena de cuadras la vía principal y en paralelo,  las marchas callejeras.

Ruina de los pequeños y medianos empresarios, cuya repercusión negativa en sus finanzas llegaría hasta los de mayor rango, como el del sector turístico, que verían con asombro el terrible desplome de visitantes nacionales y extranjeros, a los principales lugares atractivos en el estado.

En esta última fase de violencia y desestabilización en 2021, de nueva cuenta el deterioro de realidad de Chiapas, como una de las entidades más atractivas de México en el mundo, al grado de ser actualmente la industria sin chimeneas, generadora de mayores ingresos para la economía estatal.

La resolución de liberación de los 19 alumnos de Mactumatzá, por parte de la autoridad judicial, ha sido por demás prudente en aras de la paz y la armonía social, pero esta vez, sin apartarse en ningún momento de lo que establece la Ley en cuanto al seguimiento del proceso de los 93 acusados, desde su casa o escuela.

Podría decirse que esta situación de absoluto respeto al marco jurídico, es para los chiapanecos por demás positivo, al tener en el mando principal de la entidad, a Rutilio Escandón Cadenas, un doctor en Derecho, y un gobernante con experiencia política (diputado federal y senador), además de administrativa como vigilante estricto de la

impartición de justicia, en la Presidencia del Poder Judicial del Estado.

Tarea en la que es también de vital importancia, el actual titular de esta institución, a la que se conoce también como Tribunal Superior de Justicia, Juan Óscar Trinidad Palacios, un abogado de extraordinaria sensibilidad y convicción por mantener vigente todo aquello que ordena la Constitución a favor de los chiapanecos, con una trayectoria política trascendente, además de la participación del fiscal General del Estado, Olaf Gómez Hernández, con una carrera relevante en  el ámbito judicial, de donde surgió recientemente para su encomienda.

Prudencia y disposición al diálogo y a la negociación para llegar a acuerdos que permitan encontrar de manera conjunta con las partes demandantes de la sociedad y los sectores productivos, las soluciones que tengan como objetivo fúndame tal el bien común.

Chiapas requiere el esfuerzo de todos sin excepción. Tiempo de reflexión para los jóvenes que fácilmente caen en la provocación y en la inducción a la violencia y conductas delictivas, como acciones para lograr el cambio del estado de cosas.

Un quehacer nada fácil, pero que definitivamente tendrá mejores resultados con la incorporación de todas las partes, que permita avanzar por los caminos de la armonía y lograr los objetivos de la manera más racional e inteligente posibles. Se puede. Es cuestión de seguir haciéndolo.

Tiempo de retornar a las horas serenas y el buen entendimiento, dejando atrás enfrentamientos estériles, olvidando el rencor y la odiosa venganza, como plantea en sus estrofas nuestro glorioso himno a Chiapas.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.