Puerto Chiapas

Son 41 los requisitos que deben de cumplir las empresas que quieran asentarse en la Zona Económica Especial de Puerto Chiapas. ¿Usted considera que son pocos? Yo no creo. Cuando se dijo en su momento que ese programa iba encaminado a combatir la pobreza y marginación del sur del país, la generación de empleos y desarrollo, los sectores productivos y empresariales de la región fronteriza se alegraron y pidieron incluirse para obtener beneficios fiscales, pero su sorpresa fue que estos solamente serían para nuevas empresas.

Desde el anuncio de la creación de la ZEE no hay una sola inversión, ni pública ni privada, es más, la empresa Idealsa, de capital guatemalteco, que ya había dispuesto invertir 70 millones de dólares para instalarse en la misma ha decidido esperar, ello a pesar de que adquirió 45 hectáreas de terreno a las que destinó 3.5 millones de dólares.

Se dice qué hay muchos interesados en venir a invertir a la región por los beneficios fiscales que la ZEE ofrece, pero lo mismo pasó con el Recinto Fiscalizado Estratégico ubicado también en Puerto Chiapas, impulsado en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y solamente se instaló una planta agroindustrial, la de Cafesca y hasta ahora no hay indicios de que otra más pueda llegar.

El gobierno federal actual, no ha hecho ningún pronunciamiento sobre las Zonas Económicas Especiales que se ubicarían en los estados del sur-sureste del país, aunque es en esta zona donde planea el Tren Maya, una nueva refinería de Pemex y el Transísmico, pero no se tomó en cuenta a la frontera sur para darle incentivos similares a los de la norte, en donde ya cuentan con un IVA del 8 por ciento y un ISR del 20 por ciento.

Es más, para las ZEE en el presupuesto de este año apenas se le destinan 870 millones de pesos, por tanto se tiene que descartar cualquier inversión en infraestructura que tanto se requiere; al menos en la de Puerto Chiapas se necesita energía eléctrica, sistema de telecomunicaciones, agua potable, alcantarillado y sistemas de tratamiento de aguas residuales, aparte de la rehabilitación de todo el sistema carretero de la Costa, que tiene años con un severo deterioro y para ejemplo está el tramo de Tapachula a Puerto Madero, pasando por el Aeropuerto Internacional, que tiene meses suspendida la obra de reencarpetamiento y ello representa un alto riesgo para quienes circulan por ahí.

Además el Parque Agroindustrial de Puerto Chiapas no avanza, los empresarios de la región interesados en invertirle no contaron con el respaldo del gobierno del estado anterior y por tanto las tierras en donde se iniciaron las obras para la instalación de industrias no han sido regularizadas y ante ello, carecen de la posesión formal y legal que les impide acceder a fuentes de financiamiento.

A todo ello se le suman los conflictos sociales y de tipo político que por falta de oficio de funcionarios no se resuelven y con ello, traen consecuencias graves como el hecho de realizar bloqueos que impiden realizar actividades productivas y de exportación como el caso del banano que en esta semana no se fue la carga completa porque un minúsculo grupo impide el paso hacia Puerto Chiapas que también mantiene paralizadas las actividades de la Terminal de Almacenamiento y Reparto de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Ese tipo de hechos hace algunos meses impidieron que arribaran dos cruceros con turistas extranjeros y en esta ocasión, otro  más ingresó pero los que recorrerían las diversas rutas de la región prefirieron quedarse en el barco, por el conflicto en Puerto Madero y por la alta presencia de migrantes en el centro de Tapachula, derivados de las caravanas que buscan llegar a los Estados Unidos.

Así es el panorama de la frontera sur, en donde no se le pone atención ni interés a impulsar la Zona Económica Especial que sería, según las autoridades, el detonante del desarrollo, sumado a la falta de seguridad, lo que hace urgente que el gobierno federal y estatal volteen la vista a esta región si es que realmente se quiere poner orden e impulsar el crecimiento económico, los empleos y el bienestar de la población.

A escena

En el caso del bloqueo a Puerto Chiapas realizado por un pequeño grupo de habitantes de Puerto Madero, las autoridades municipales aseguran que la designación de los delegados y agentes municipales se dieron apegados a la ley y mediante consenso, además que agotarán el diálogo con los inconformes, pero mientras tanto, las afectaciones a la economía regional se empiezan a resentir porque la producción de plátano de los municipios del Soconusco va al mercado internacional y este sale por la vía marítima. No se puede dejar de lado que la Secretaría General de Gobierno desapareció las subsecretarías regionales y ahora son las delegaciones que atienden este tipo de hechos, pero los encargados apenas están conociendo sus atribuciones y no encuentran el hilo y los grupos de inconformes ni siquiera los toman en cuenta. Es más, ya en otros ejidos de Tapachula se gestan conflictos similares, como en Felipe Carrillo Puerto en la zona media alta y Alvaro Obregón, en la parte media que deben ser atendidos antes de que le estallen al alcalde Oscar Gurría Penagos… Hablando de seguridad, crecen las denuncias en contra del Fiscal Regional Fronterizo-Costa, Olger Villanueva, por la liberación de presuntos integrantes de bandas de asaltantes a los que les imponen fianzas mínimas pero “los moches” son grandes. Este funcionario ya antes ha sido sindicado de proteger a grupos de abigeos en la zona costa, mientras que los hechos delictivos siguen a la alza… Hasta la próxima.