Trump y la frontera sur

El muro para contener a los migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos no está en su frontera y no es de fierro, se ubica en el sur de México y es policiaco. La creación de la Guardia Nacional que pretendía ser utilizada para ayudar a “pacificar” el país y combatir a la delincuencia organizada, es realmente el bloque para desde aquí detener el flujo de extranjeros que quieren alcanzar el “sueño americano”.

Aunque las autoridades federales digan que no, el mensaje del presidente norteamericano Donald Trump es contundente cuando afirma: “Estoy usando a México para proteger nuestra frontera” y agradece el despliegue de 27 mil elementos de la Guardia Nacional para ese propósito, por lo que aparte de encarecer los servicios de las bandas de “polleros y traficantes” que siguen actuando en el traslado de personas, también obliga que miles de extranjeros que han ingresado a territorio mexicano por la frontera sur se queden aquí y muchos tengan varados hasta seis meses.

La problemática es seria; organismos no gubernamentales acusan que las decisiones tomadas por las autoridades federales responsables del tema migratorio, en este caso la Secretaría de Gobernación y en forma directa el Instituto Nacional de Migración, cumplen a las instrucciones que vienen desde más allá del río Bravo.

Hace algunos días recorrieron la zona integrantes del Consejo Noruego para Refugiados y precisamente hoy llega el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filipo Grandi, y su representante en México, Mark Manly, juntos con el director general de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez Silva, quienes aparte de conocer la problemática en forma directa de la emergencia migratoria que estamos viviendo en la región, inaugurarán nuevas oficinas de atención en Tapachula, en donde se ha anunciado que sí serán ocupadas las instalaciones de lo que fue la Terminal de Almacenamiento y Reparto de Pemex.

El gobierno federal no ha dado la importancia que requiere el fenómeno que no solamente es de centroamericanos; son miles de extranjeros de esa región, Cuba, Haití, Africa y Asia, los que permanecen varados en esta región, en donde no existen condiciones para brindarles servicios básicos y menos oportunidades de empleo. Familias completas viven en la vía pública y a pesar de que mucho se ha hablado de los riesgos de la llegada de enfermedades graves que pudieran portar, no se han desplegado acciones en la materia, aunque tampoco se ha presentado ningún problema en ese sentido.

El Instituto Nacional de Migración promueve que los extranjeros pueden regularizar su estancia en México por Razones Humanitarias, cuando es apátrida, asilado político, refugiado, víctima o testigo de un delito grave cometido en territorio nacional; niña, niño o adolescente no acompañado o sometido a un procedimiento de retorno asistido y tener un grado de vulnerabilidad que imposibilite el retorno asistido de conformidad con la legislación migratoria aplicable.

En el caso de los africanos y asiáticos que se entregan en forma voluntaria el Inami los declara apátridas, pero no les regulariza su situación de estancia en el país y los trae vuelta y vuelta, pero además les entregan un documento en donde les informan que pueden abandonar territorio mexicano por la frontera más cercana, es decir, por la que entraron, la del sur, hacia Guatemala y ellos no quieren regresar, lo que buscan es seguir su camino hacia el norte.

Es urgente que las autoridades federales atiendan la problemática en forma integral; hace algunos días se anunció la creación de un Consejo en la que participan diversas dependencias federales encabezadas por la Secretaría de Relaciones Exteriores para ello, pero hasta el momento no hay ningún avance. Los migrantes cada día se encuentran más desesperados y ante las manifestaciones que realizan, la población local también, lo que podría en cualquier momento propiciar un conflicto mayor.

La declaración de Donald Trump deja ver que es él quien dicta la política migratoria y las autoridades mexicanas cumplen poniendo el “muro humano” desde la frontera sur, pero es aquí en donde se está viviendo el mayor problema y todo parece indicar que no hay salidas, mientras que los flujos de extranjeros se mantienen y siguen entrando y concentrándose en Tapachula, sin oportunidades de nada.

A escena

Por cierto, sectores sociales y empresariales se han pronunciado en contra de la utilización de la antigua TAR de Pemex como centro de atención a migrantes, al ubicarse en una zona altamente concurrida por estudiantes de todos los niveles y los comercios. A pocos metros de la misma se ubican las nuevas oficinas de la Comar que serán inauguradas oficialmente este sábado, pero los vecinos del lugar también ya empiezan a quejarse por la constante presencia de extranjeros… Con la palabra en la boca fue dejado el alcalde de Villa Corzo, Adier Velasco Molina, por los diputados Marcelo Toledo y Patricia Vilchis, quienes abandonaron el recinto en donde el primero rendía su informe de gobierno y se suponía que el presidente del Congreso del Estado tendría participación. El edil ha sido duramente criticado presuntamente por la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos y haber llenado la administración municipal de muchos de sus familiares. ¿Sería ese el motivo o se darían cuenta los legisladores que era un informe de mentiras? Se esperaría que de ahora en adelante, los diputados investiguen antes la situación de los alcaldes para ir a ser testigos de los informes y sobre todo, avalarlos… El 2 de octubre serán las elecciones para designar al nuevo dirigente del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado, que durante los últimos años ha permanecido en pugna… Hasta la próxima.