Externos se apuntan para la Unicach

Secretaria académica, historia de vergüenza

Como le había comentado en la entrega anterior, los cambios en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas están a la vuelta de la esquina y son muchos los que zopilotean el cargo y se supone se registrarán de último momento para ocupar esta posición. Aunque veremos si los dejan, pues se sabe que no permitirán a externos y los que quieren no pertenecen a la institución, actualmente son titulares de otras dependencias, como por ejemplo Hermel Ferras, actual titular del Cocytech, además de Fernando Álvarez Simán, que en estos momentos despacha en el IAIP.

Presuntamente, Ferras ha dicho a sus más cercanos colaboradores que es el que lleva la mano del número uno para ocupar el cargo. En fin, esperamos que luego de que se nombre al próximo rector o rectora, lo primero que hagan es una depuración total de personas que se colaron a puestos de dirección y que han resultado un verdadero desastre para dicha casa de estudios.

Por ejemplo, Sandra Aurora González Sánchez, quien se desempeña como secretaria académica de esta universidad, luego de que estuvo involucrada en un escándalo de plagio que generó gran escándalo y del cual no salió bien librada, lo que no puede ni debe tolerarse en la Unicach; donde por cierto, desfilaron como cinco secretarios académicos en los últimos años con un mejor perfil que el de González, que su mejor carta de presentación es el de la falta de probidad académica y ética, al cometer un plagio y mostrar en sus interacciones un alto nivel de conflicto.

La doctora, como se hace llamar, ingresó a laborar en la Unicach en el 2000 como profesora de asignatura; en el año 2011 obtuvo su plaza de profesora de tiempo completo a través del Sindicato de Personal Académico, y en el año 2012 ingresó al Doctorado en Ciencias Sociales y Humanísticas del Cesmeca-Unicach, del que fue dada de baja por cometer plagio académico al protocolo de tesis de doctorado.

No hay presunción en este tema, pues el escándalo de plagio fue de tal magnitud que así lo dictaminó el Comité de tesis y avaló el Consejo Académico del propio Cesmeca, mediante el Acta de Comité Académico de Posgrado de fecha 28 de octubre de 2014, a la cual tuve acceso y obra una copia en mi poder.

El plagio fue a la obra de la feminista Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara, de la Universidad Autónoma de Nayarit: “El sexo de la ciencia”, a quien se le notificó del plagio y se manifestó al Cesmeca de la siguiente manera: “Es necesario que la doctorante aprenda a distinguir sus ideas de las que lee. Por ello, en este caso, pienso que se le puede apercibir de manera que otorgue los créditos correspondientes tanto a mis textos como a otros”; cosa que no ocurrió, y el resto es una historia de vergüenza para la profesionista y la universidad.

En el año 2015 pretendió amagar presentando una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Chiapas, acusando a directivos de la Unicach de acoso laboral y académico por el dictamen de plagio a su protocolo de doctorado, acusación que fue desestimada por este organismo porque se demostró que había cometido plagio al protocolo de tesis, pues dicho dictamen obra en poder del Cesmeca, al que se puede acceder si se solicita, ya que es un organismo público.

La resolución de la oficina del abogado de la Unicach, con relación a la queja interpuesta ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Chiapas, con fecha 17 de mayo del 2015 y que obra en mi poder, fue de “que de las Constancias que se exhiben, se concluye que no se violentaron los derechos de la alumna (Sandra Aurora González Sánchez), que no existe acoso escolar, abuso de autoridad por parte del personal directivo a cargo del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica” (Cesmeca), concluyendo así su oscuro episodio, misma que fue remitida a la Lic. María Tania Téllez Ángel, Visitadora Adjunta de la Visitaduría General Especializada de Asuntos de la Mujer, de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.

En el año 2015 la Dirección de Administración de la misma Unicach le inició un procedimiento administrativo porque frecuentemente viaticaba cuando estaba en un lugar distinto al de su comisión. Entre otras cosas, se encontró documentos donde ella había ejercido recursos públicos para ir a Acapetahua, mientras que, al mismo tiempo, recibía clases en Cesmeca en San Cristóbal. Estos documentos obran en un expediente en el área jurídica de la universidad.

El Comité Académico de Cesmeca dictó una irregularidad administrativa, ya que se desempeñaba como estudiante de tiempo completo recibiendo beca Conacyt y al mismo tiempo era profesora de tiempo completo de la Unicach dando clases en San Cristóbal, Acapetahua y Tuxtla, y era también coordinadora de la Maestría en Enseñanza de las Ciencias. Contraviniendo lo dispuesto en el reglamento de Conacyt que no permitía labores adicionales por más de ocho horas al mes.

La doctora González Sánchez, pues, cobraba sueldo en tres lugares distintos, ejerciendo actividades que sumarían un total de 120 horas a la semana; por esa razón fue destituida de la coordinación del posgrado en enseñanza de las Ciencias. Un escándalo más, pues le ofreció, en su momento al ahora exrector Roberto Domínguez, unos terrenos para una estación biológica por el Club Campestre, pero dichos terrenos cuentan con más de cinco embargos y los ha vendido varias veces a diferentes personas, quienes ya la han demandado por varias vías. De ello, Roberto Domínguez obviamente mandó a investigar primero con su alfil Pascual Ramos, otro de los aspirantes, y se dieron cuenta del fraude y no prosperó su cometido.

Así, bajo ninguna circunstancia, esta persona debería seguir ocupando un cargo directivo en la universidad, pues su expediente significa un desprestigió para esta casa de estudios. Con esas credenciales, debería ser destituida de inmediato, pese a que la recomienden, pues sus antecedentes son una deshonra para la institución.

Con Filo

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