Las razones de la sinrazón

Tras conocerse la ventaja de Joe Biden, causó gran expectativa cuándo y cómo felicitaría el presidente de México al posible nuevo presidente de los Estados Unidos, dada su supuesta cercanía con Donald Trump, quien se niega desde entonces a conceder su derrota. El viernes pasado, cuando se presumía que podría ganar Biden, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo escuetamente que para que no hubiera malas interpretaciones no hablaría del resultado de las elecciones en Estados Unidos, porque todavía no era un proceso concluido y tenía que actuar con mucha prudencia. Aclaró que hasta que las autoridades de aquel país resolvieran, entonces se pronunciaría.

A las 10:33 AM del sábado, la cadena de televisión CNN dio a conocer su proyección que le daba el triunfo a Biden. Tan solo 44 minutos antes, a las 9:49 AM, el presidente López Obrador, quien se encontraba de gira en Nayarit, había anunciado en Twitter, que suspendía su gira y que viajaría a Tabasco por las graves inundaciones que afectan a sus paisanos. De manera inusual, viajó en un avión del Ejército. Como sabemos, siempre vuela en líneas aéreas comerciales.

Si viajó a Villahermosa desde Tepic, habría volado un par de horas. Pero no fue sino hasta las 17:17 hrs. que dio una conferencia de prensa con el gobernador de Tabasco y se refirió a Biden. Antes de eso ni un tweet para tocar el tema. Y cuando todos esperábamos la felicitación ¡zas!, pues no más no. Insistió en que esperaría, que no quería ser imprudente ni actuar a la ligera, que quería ser respetuoso del derecho ajeno.

Aseguró que él y su gobierno tienen muy buena relación con los dos candidatos y que el presidente Trump ha sido muy respetuoso con México y no ha sido injerencista. (Lo cual francamente corresponde a una realidad alterna pues es difícil no recordar lo que Trump ha dicho de nuestro país y de los mexicanos, particularmente de quienes se han aventurado a buscarse una vida mejor del otro lado de la frontera).

Dijo el presidente que conocía a Joe Biden desde hace diez años. Que no podía felicitar a ningún candidato hasta que terminara el proceso electoral. Aseguró: “nosotros padecimos mucho de las cargadas, cuando nos robaron(…) todavía no se terminaban de contar los votos y gobiernos extranjeros ya estaban reconociendo a los que se declararon ganadores(…) eso pasó en el 2006, todavía no había un cómputo legal y el presidente de España, en ese entonces, Zapatero, ya estaba felicitando a Calderón. Una imprudencia. Eso no lo queremos hacer nosotros”.

Así respondió cada vez que se le volvió a preguntar. Trascendió que hubo diferencias en el gabinete por la postura del presidente, pero no cambió de opinión. El Canciller Ebrard dijo que los equipos ya estaban en comunicación.

39 líderes mundiales han felicitado a Biden. Hasta los gobernadores de la Alianza Federalista de México se adelantaron y lo felicitaron. Ya sabemos que el Presidente es terco, pero en esta ocasión no solamente se la está jugando él sino todo el país. Sus argumentos parecen razonables pero la realidad los rebasa. Por decir lo menos, siempre le ha concedido a Trump. Ya veremos si Joe Biden es tan ecuánime como parece o nos cobra caro la necedad presidencial.

Monitor republicano

Si, ya sé que es muy fácil ver torear desde la barrera, juzgando a los que están en el ruedo. Pero así es la vida, no hay remedio. Quienes lo hacemos no queremos vestirnos de luces y los que están en la arena no quieren salir de ahí.

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