Grupos vulnerables

*Crece demanda de atención a población desprotegida

*Impulso de políticas para respaldar a este sector: REC     

Congreso de la Unión.- Desde su creación en 2008, los recursos públicos destinados a los grupos vulnerables –contemplados en el anexo 14 del Presupuesto de Egresos de la Federación- han registrado un crecimiento promedio anual del 60 por ciento en términos reales.

A lo largo de la existencia de este programa (ubicado en el PEF-2019 como transversal) también se ha registrado una ampliación en las áreas de atención a los grupos más desprotegidos del país, pues la “etiquetación” de recursos inició sólo en los ramos de salud y educación, y a lo largo de los años se han incorporado otros más, hasta llegar en la actualidad a 13 ramos presupuestarios.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 se etiquetaron 148 mil 703 millones de pesos al anexo 14, monto superior en 129.8 por ciento en términos reales respecto a lo aprobado el año pasado, lo que significó 86 mil 393.9 millones de pesos más.

El propósito es atender a una mayor diversidad de los sectores de población definidos como vulnerables; por ejemplo los grupos indígenas, además de personas con discapacidad, y en áreas diversas, desde aspectos relacionados con gobernación, derechos humanos y cultura, entre otros.

El aumento en la demanda de atención a las poblaciones vulnerables, sin duda, es producto de la pauperización de la sociedad mexicana, la cual en el último sexenio se extendió al 42 por ciento de la población, toda vez que conforme a las cifras del Coneval el número de personas en situación de pobreza durante los últimos años se ubicó en 53 millones.

Entre los grupos para los que se dispone de información en el Coneval, los que más destacan por su vulnerabilidad son, en primer lugar, las niñas, niños y adolescentes.

En 2016, el 51 por ciento de ellos se encontraba en situación de pobreza, frente a un 39 por ciento de la población mayor de 18 años. En esa misma fecha, sólo 19 de cada 100 niñas, niños y adolescentes eran no pobres y no vulnerables, frente a un indicador de 24 de cada 100 entre la población mayor de 18 años.

Entre las personas indígenas 71 por ciento era pobre en 2016, frente a un 40 por ciento entre la población no indígena. Entre los primeros, sólo 7 de cada 100 son no pobres y no vulnerables, mientras que entre la población no indígena el dato es de 24 de cada 100.

En cuanto a las personas con alguna discapacidad, el 49 por ciento era pobre en 2016 y únicamente 15 de cada 100 era no pobre y no vulnerable; en contraste, entre la población sin discapacidad el porcentaje de pobreza era de 43 por ciento, y 23 de cada 100 fueron considerados no pobres y no vulnerables.

En Chiapas, su gobierno viene trabajando decididamente en el impulso de políticas públicas para dar respaldo de manera sensible y consciente a los grupos más vulnerables de la entidad.

Así lo confirmó el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, al encabezar la entrega de sillas de ruedas y apoyos de maternidad en el municipio de Zinacantán.

Dijo que su administración trabaja para que los beneficios y acciones a favor del bienestar lleguen a las comunidades más alejadas de Chiapas, mediante una aplicación del presupuesto que atienda las necesidades más importantes, para que los pueblos que luchan diariamente por conseguir sus sueños, alcancen el progreso.

“También soy de un pueblo tsotsil y compartí las necesidades de atención médica, escuelas y posibilidades de desarrollo; por eso conozco la impotencia que siente la gente cuando no hay opciones. Basta de tanta injusticia, imposición, rezago y de no tomar en cuenta a la población”, dijo.

Se hizo entrega de 120 sillas de ruedas y 395 paquetes del programa “Capullito” a mujeres y sus bebés, provenientes de Zinacantán, Chamula, Larráinzar, Amatenango del Valle, Mitontic, Tenejapa, Teopisca, Huixtán, Chanal, Pantelhó, Oxchuc, Aldama, Chalchihuitán, Chenalhó, San Cristóbal de Las Casas, San Juan Cancuc y Santiago El Pinar.

 Otra visión del problema migratorio

 Apenas en enero pasado, el presidente López Obrador tomó una serie de acciones que de alguna manera incentivaron a los migrantes que huyen de la pobreza y la violencia en sus países de origen para que se quedaran a trabajar en nuestro país. Les facilitó el trámite de visados y de permisos de trabajo.

Esa política se volvió -por llamarlo de alguna manera-  un imán de migrantes procedentes de Centroamérica y de otros lejanos continentes.

La generosidad del presidente López Obrador hacia los migrantes, se dijo en ese momento, “es parte de su compromiso generalizado para proteger los derechos humanos y atender de manera prioritaria a las personas en situación de pobreza”.

Pero la postura a favor de los migrantes adoptada por el presidente de México en los primeros días de su administración, fue un contrapeso importante a las medidas promovidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Hoy, la visión del problema migratorio es otra.

“El fenómeno migratorio se ha convertido en un problema de seguridad y por ello es obligado saber quién entra y quién sale del territorio nacional, hay que meter orden e ir haciendo una base de datos suficientemente amplia como para generarnos información que nos dé capacidad para generar inteligencia y poder actuar contra esas bandas de traficantes de personas”, dijo el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño.

Sin comentarios.

 

jesus.belmontt@gmail.com