Reducir riesgos

*Chiapas fomenta la resiliencia entre las comunidades

*Deforestación y cambio climático, íntimamente ligados

Congreso de la Unión.- Chiapas se sumó a la Estrategia Internacional de Reducción de Riesgos de Desastres de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en noviembre de 2015, convirtiéndose en la primera entidad del país en unirse a la red mundial mediante la puesta en marcha de la campaña Desarrollando Comunidades Resilientes.

Con esta medida, Chiapas se puso al frente en materia de reducción de riesgos ante los desastres naturales.

Los datos estadísticos más recientes señalan que en México, mil 385 municipios (de un total de dos mil 456), en los que viven 27 millones de habitantes, son considerados altamente vulnerables y tienen un alto riesgo de sufrir un desastre vinculado a un fenómeno climático.

Los estados de Chiapas y Guerrero figuran como los que se ven más afectados por daños climatológicos; además, estas entidades tienen números elevados de personas en condiciones de pobreza, lo que refleja que la desigualdad social influye en la vulnerabilidad ante el riesgo.

Los aumentos en la magnitud y frecuencia de fenómenos climatológicos extremos generados por el cambio climático, agravan la tendencia creciente en las pérdidas económicas, humanas y ambientales causadas por los desastres naturales.

Por ello adquiere especial importancia darle mayor interés a la prevención para enfrentar los desastres naturales que incluya por supuesto el otorgamiento oportuno de recursos que permitan hacerle frente a estos fenómenos climatológicos, pero también el fortalecimiento de acciones de reducción de riesgos y la elaboración de planes comunitarios resilientes que permitan la implementación de programas de prevención.

En este terreno, Chiapas ha destacado la importancia de continuar abriendo espacios que contribuyan a alimentar las estrategias y acciones a favor de la prevención con base en la experiencia de otros lugares del mundo.

Un ejemplo es su adhesión a la iniciativa de nivel mundial que pondera la reducción de riesgos a través de la prevención (Estrategia Internacional de Reducción de Riesgos de Desastres), con lo que se tiene acceso a una red internacional constituida por dos mil 500 gobiernos locales y con ello la oportunidad de compartir experiencias y obtener múltiples ventajas.

El gobierno estatal está consciente que el tema de prevención debe ser visto con una perspectiva universal, pues es una realidad que cualquier tragedia por un desastre natural que suceda en otro lugar del planeta, también puede suceder en cualquiera de los municipios chiapanecos.

El gobernador Rutilio Escandón Cadenas sostuvo que el cuidado del medio ambiente convoca a todas las instituciones y a la sociedad en general; “no nos damos cuenta, pero el cambio climático ya inició con sus efectos negativos, por lo que debemos fomentar la resiliencia entre las comunidades”.

El mandatario estatal señaló que si no se atiende esta problemática ahora, estamos dejando a las futuras generaciones sin ninguna oportunidad ni posibilidad.

En este sentido, resaltó el programa Sembrando Vida como un proyecto en el que además de plantar árboles maderables y frutales, y dar empleos a las familias, se contribuye al mejoramiento del medio ambiente.

“Chiapas ya tiene 200 mil hectáreas, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador autorizó que se siembren 112 mil más para este programa”.

Escandón Cadenas estuvo presente en la presentación del Mapa de Resiliencia ante el Cambio Climático (MARACC), donde subrayó que es de suma importancia trabajar unidos y sin perder el tiempo en las acciones a favor del medio ambiente, sobre todo en el tema de deforestación, principal causa del cambio climático.

Y en efecto, coincidimos con el gobernador Escandón Cadenas, pues los bosques y el cambio climático están íntimamente ligados.

Por un lado, los cambios que se están produciendo en el clima mundial están afectando a los bosques debido a que las temperaturas medias anuales son más elevadas, a la modificación de las pautas pluviales y a la presencia cada vez más frecuente de fenómenos climáticos extremos.

Por otra parte, los bosques atrapan y almacenan grandes cantidades de dióxido de carbono, y contribuyen a mitigar el calentamiento global y, cuando se destruyen, ese carbono que absorbían en sus troncos y hojas vuelve a la atmósfera, causando un doble impacto negativo.

De hecho, científicos y ambientalistas coinciden en que entre el 25 y 30 por ciento de los gases de efecto invernadero que cada año se liberan a la atmósfera se deben a la deforestación.

Además de los árboles en sí, el conjunto de la biomasa forestal, como por ejemplo la materia orgánica del suelo, también funciona como sumidero de carbono.

En total, se estima que los bosques del planeta y sus suelos almacenan más de un billón de toneladas de carbono. De ahí la importancia de luchar contra la deforestación para mitigar el cambio climático.

Por si esto fuera poco, además los bosques son una fuente del oxígeno que necesitamos para respirar, son el hogar de especies animales y vegetales, regulan el clima, conservan los suelos, controlan los flujos de agua y la filtran y limpian.

Se calcula que los suelos forestales absorben hasta cuatro veces más agua de lluvia que los suelos cubiertos por pastos y 18 veces más que los que están desprovistos de vegetación. Vemos que la reforestación es una de las prioridades del nuevo gobierno.

jesus.belmontt@gmail.com