Agenda ambientalista
*Acuerdos para preservar la Selva Lacandona
*Un legado natural para nuevas generaciones
Congreso de la Unión.- En los últimos años, México ha venido impulsando una agenda ambientalista para involucrar a sectores económicos que dependen de la biodiversidad, como es el caso de la actividad turística, la pesquera, agrícola y forestal, pero que también generan presiones sobre los ecosistemas.
En estos momentos existen casi 65 millones de hectáreas de Áreas Naturales Protegidas, lo que representa un crecimiento del 300 por ciento de la proporción de territorio nacional bajo protección que se había decretado desde principios del siglo pasado.
Por ello toman importancia los acuerdos de la Federación y el gobierno de Chiapas para la conservación de la Selva Lacandona.
Se trata de una serie de programas que aseguran la protección de la selva, y al mismo tiempo ofrecen una vida digna a las comunidades, cerca de 70 núcleos agrarios que habitan alrededor de la Reserva de la Biósfera de Montes Azules.
Las estadísticas refieren que dicha reserva contiene la mayor diversidad biológica del país; representa apenas 0.16 por ciento del territorio nacional y cuenta con 20 por ciento de las especies de plantas, 25 por ciento de las aves, 27 por ciento de los mamíferos y 17 por ciento de los peces de agua dulce.
Una de las acciones para su conservación es garantizar que la región se encuentre libre de exploraciones o explotaciones de hidrocarburos o mineras, pero son insuficientes si no se ofrece una fuente de ingreso a las comunidades que dependen de actividades que generan deforestación, como la ganadería extensiva o la quema para la siembra.
Por ello resulta primordial mantener el pago por servicios ambientales y promover modelos productivos sustentables.
La importancia de estos acuerdos es que diversas dependencias del gobierno federal y el gobierno de Chiapas, trabajan coordinadamente para contar con un esquema de protección de este invaluable ecosistema que vaya de la mano con el desarrollo de las comunidades.
En este sentido, el pago de servicios ambientales es considerado una política pública de desarrollo social, ya que muchas comunidades radicadas en hábitats forestales viven en condiciones de extrema pobreza. Estos pagos representan un decidido esfuerzo por conservar el entorno ambiental.
Son instrumentos económicos diseñados para incentivar a los usuarios del suelo, de manera que continúen ofreciendo un servicio ecológico que beneficia a la sociedad como un todo.
Su objetivo es fomentar la conservación de los ecosistemas forestales y compensar tanto el costo derivado de realizar actividades que dañan los ecosistemas, como los gastos en los que incurren al hacer prácticas de buen manejo forestal.
Coincidimos con el gobernador Rutilio Escandón Cadenas cuando asegura que con el programa Pago por Servicios Ambientales, se fortalece el desarrollo ambiental y social de las comunidades lacandonas y se preserva uno de los patrimonios más importantes de México y del mundo.
El mandatario destacó la obligación de dejar un legado natural a las nuevas generaciones, tal y como lo hicieron los mayas, por lo que desde el inicio de su administración se han rescatado 23 mil hectáreas de reserva ecológica y para reforestar el suelo chiapaneco se impulsa, junto a la Federación, el programa Sembrando Vida.
Sus comentarios fueron hechos durante una reunión con representantes de las subcomunidades de Lancajá Chansayab, Puerto Bello, Metzabok, Nahá, Carrizal, Ojo de Agua Chankin, Frontera Corozal, Nueva Palestina y Nuevo Canán, en la zona arqueológica de Bonampak.
“Aquí se concentra la fuerza de la fauna y la flora, la incansable renovación de los bosques, el agua y el oxígeno que son vida eterna, no sólo para Chiapas, sino para el mundo entero. Se puede observar el espíritu del mundo maya en muchos lugares, pero en la selva está su casa, por eso, hoy más que nunca tenemos el deber de proteger este mundo natural, permanecer unidos, fraternos y evitar conflictos que son una barrera que detiene el progreso”, dijo.
La Selva Lacandona es uno de los pulmones más importantes del país, por lo que es indispensable que para su conservación se siga fortaleciendo la suma de esfuerzos entre los tres órdenes de gobierno y las comunidades de la región.
TRIBUNA.- La seguridad es un factor de vital importancia para estimular el desarrollo económico de cualquier región o entidad, por lo que el gobierno del Estado realiza mesas regionales en los principales municipios a fin de mantener la gobernabilidad y la paz social en las comunidades y centros urbanos. En opinión del gobernador Rutilio Escandón Cadenas, “vamos por el camino correcto, no bajaremos la guardia y seguiremos trabajando en equipo para que haya paz y seguridad en todos los municipios de Chiapas”. El mandatario reiteró su llamado a las y los presidentes municipales para que repliquen la Mesa de Seguridad, como una estrategia que coadyuve a la tranquilidad de la población y se garantice el libre tránsito en todo el estado. El Ejecutivo estatal encabezó la Reunión Regional y Estatal de la Mesa para la Construcción Estatal de la Paz en el municipio de Palenque, donde se abordaron los temas de migración, derechos humanos y coordinación de esfuerzos para continuar manteniendo la seguridad en la entidad. Vemos que por fortuna, Chiapas ha logrado estar exento de los índices de violencia y criminalidad que prevalecen en otras entidades de la República.
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