Coronavirus y la 4T

Congreso de la Unión.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró lo que todos veíamos venir en cualquier momento: la enfermedad del nuevo coronavirus COVID-19 es ya una pandemia.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director del organismo, externó su alarma por la inacción de muchos países para contener el virus, pese al creciente número de infecciones en 116 naciones y más de cuatro mil muertos.

Hasta el momento de redactar estas líneas, la Secretaría de Salud tenía confirmados en el país 16 casos de esta enfermedad, mientras que el número de sospechosos en las últimas 24 horas pasó a 82.

La dirección de Epidemiología de la dependencia informó que los casos son leves e importados, lo que significa que no se dieron por contagios en el interior del país.

El anuncio de la OMS está causando pánico y no es para menos, pues para no ir muy lejos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó cerrar el espacio aéreo a todos los vuelos procedentes de Europa.

Nuestro otro vecino, Guatemala también determinó prohibir el ingreso de europeos para evitar la propagación del coronavirus, país que por cierto no registra casos de la enfermedad, hasta este momento.

En nuestro caso, el gobierno federal aún no ha decidido adoptar medidas extraordinarias de contención. Los aeropuertos no seleccionan a los viajeros procedentes de países con un gran número de casos de la enfermedad y tampoco se han cancelado grandes eventos públicos.

El llamado de Tedros Adhanom en el sentido de que algunas naciones no están haciendo el mayor de los esfuerzos para contener la propagación de la enfermedad, nos lleva a la pregunta de si realmente estamos haciendo lo suficiente, pero sobre todo si en realidad estamos preparados para enfrentar la pandemia. Si surge la duda es porque hay elementos que la sustentan.

Con el pretexto de la lucha contra la corrupción, el gobierno federal decidió retrasar la compra de vacunas y medicamentos tan vitales como los suministrados a niños con cáncer; igual tenemos el dato de que existen 64 hospitales en todo el país que llevan años en proceso de construcción. Se “ahorran” recursos sin importar que ello implique dejar de ampliar y mejorar la infraestructura hospitalaria.

Otra mala nota para México es la puesta en marcha del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), organismo que nació sin suficientes recursos ni reglas de operación.

Con esos antecedentes, ¿se podrá en realidad hacer frente a la pandemia del nuevo coronavirus como lo hizo China, donde en dos semanas se construyeron y equiparon dos hospitales para atender a los pacientes de la mortal enfermedad?

La Secretaria de Salud asegura estar preparada para la propagación del virus, aunque en realidad todo parece indicar que difícilmente nuestro país podría enfrentar una situación de emergencia sanitaria de tales magnitudes, ya que en estos momentos los nosocomios del sector público se encuentran saturados y el desabasto de medicamentos es una realidad que se vive todos los días en el IMSS, ISSSTE y clínicas y hospitales del sector salud que atienden a la población abierta.

¿Existe realmente la infraestructura hospitalaria y la capacidad de respuesta de las autoridades sanitarias para enfrentar una propagación del coronavirus?

Una vez que la cepa del COVID-19 se salió de control y el número de enfermos creció exponencialmente, los chinos se dieron manos a la obra para enfrentar la pandemia. Luego de concluir su construcción en tiempo record, el hospital Huoshenshan inició operaciones el 3 de febrero pasado en la ciudad de Wuhan, siendo el primero de dos grandes nosocomios que se levantaron en menos de dos semanas para atender la crisis de salud provocada por el coronavirus.

Mientras en China se atendió la emergencia con acciones concretas que pusieron en marcha la construcción de un hospital en tan solo 10 días, en México hay nosocomios que llevan una década sin que se haya concluido su edificación.

Algunos ejemplos son el Hospital General de Zona de Pachuca, Hidalgo, que lleva 10 años de construcción y el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa en la Ciudad de México, que lleva cinco años.

Según la Secretaría de Salud existen 64 hospitales sin concluir en todo el país, nosocomios a medio terminar que administraciones anteriores heredaron al gobierno de la 4T.

TRIBUNA.- Las estrategias y protocolos implementados en Chiapas en materia de seguridad han dado buenos resultados y muestra de ello es la disminución de los delitos de alto impacto. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ubica a la entidad en el tercer lugar nacional. Al encabezar la Mesa Estatal de Seguridad, el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, sostuvo que la seguridad pública es la principal y más urgente de las tareas de su gobierno; “por eso todas y todos estamos seriamente comprometidos en garantizar pleno bienestar a las familias chiapanecas, mediante un trabajo de unidad, que ha sido la clave para garantizar la tranquilidad y confianza tanto de habitantes como de quienes visitan o busquen invertir en Chiapas”. El mandatario dijo que en coordinación con las fuerzas de seguridad y justicia se continuarán generando efectos positivos y de tranquilidad en todo el estado, con el único fin de garantizar la paz y salvaguardar la integridad de las familias chiapanecas.  Escandón Cadenas resaltó la importancia de que en todos los municipios se siga realizando las Mesas de Seguridad, ya que es un ejercicio donde se conoce la problemática específica de las distintas regiones, al tiempo que se plantean las estrategias y operativos adecuados.

 

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