Viene la Fase 3

Congreso de la Unión.- La fase tres del coronavirus Covid-19, que es la más extrema en contagios, ocurrirá en dos o tres semanas. En dicha etapa se espera que la epidemia se extienda por todo el país y los brotes ocurran por regiones.

Desde el pasado 30 de diciembre, cuando China reportó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) los casos de neumonía, la propagación del nuevo coronavirus se dio aceleradamente dentro de esa nación y en otras de Asia, Europa y América.

Tres meses después, la OMS declaró al Covid-19 como una pandemia debido a que en las dos semanas anteriores el número de casos fuera de China se había multiplicado por 13 y la cantidad de países afectados se había triplicado.

Otro factor que la Organización Mundial de la Salud tomó en cuenta para declarar la epidemia, fue que todo apuntaba a que en las siguientes semanas era inevitable un mayor incremento en el número de casos, muertes y países afectados.

El aumento en el número de casos confirmados en China alcanzó dimensiones notables en comparación con otros países; sin embargo, los patrones de comportamiento parecen reproducirse por la velocidad de propagación del coronavirus.

Los coronavirus son una familia de virus que circulan en los seres humanos y en los animales, que causan distintas enfermedades respiratorias, entre ellas el resfriado común; se identificaron por primera vez en la década de los 60 y reciben su nombre de las puntas en forma de corona que se encuentran en su superficie.

Está comprobado científicamente que todos los virus evolucionan para sobrevivir. Los coronavirus que infectan a los animales evolucionan a una nueva cepa capaz de contagiar a los humanos; así sucedió con los coronavirus causantes del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) en 2003 y con los del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) en 2012, enfermedades graves que se convirtieron en epidemias y causaron alta mortalidad en los países afectados.

La enfermedad por coronavirus Covid-19 –que inició como un brote de neumonía de causa desconocida en Wuhan, China, en diciembre del año pasado– es provocada por el coronavirus 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV-2).

Este virus es transmitido por contacto con una persona infectada, a través de pequeñas gotas que se expulsan al hablar, toser y estornudar, o por tocar una superficie u objeto que tenga el virus y posteriormente manipular la boca, la nariz o los ojos.

Los primeros síntomas son fiebre, tos, fatiga y dificultad para respirar; en algunos casos la evolución deriva en enfermedades graves, como insuficiencia respiratoria aguda, neumonía y falla renal, y se llega a producir la muerte.

Los factores de riesgo son los siguientes: antecedentes de hipertensión, diabetes y enfermedad coronaria; edad avanzada (lo cual probablemente se asocia con el debilitamiento del sistema inmune y el aumento de la inflamación); signos de septicemia (respuesta grave e inflamatoria del organismo a bacterias u otros microorganismos); y valores sanguíneos asociados con trombosis.

Hasta el momento, el análisis de la mayor serie de casos fue realizado por el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades; el estudio, basado en 72 mil 314 casos registrados en la China continental hasta el 11 de febrero de 2020, señala las principales características del Covid-19.

Algunas de sus particularidades es que se trata de una enfermedad que se extiende con mayor velocidad que otras infecciones, incluso más que la gripe tan común e inofensiva en la mayoría de los casos.

Cuando el número de personas infectadas por cada enfermo –lo que se conoce como tasa de reproducción- es superior a uno, la enfermedad tiende a extenderse con mayor celeridad.

La tasa de reproducción del Covid-19 es de las más altas en comparación con otras enfermedades de su tipo: se estima que infecta en 2.68 personas por cada individuo contagiado, mientras que la tasa de la gripe común es de 1.28; solo es superada por la tasa del SARS que alcanza una cifra de 3.0 personas por individuo contagiado.

Desde el inicio de la pandemia, el ritmo de infecciones del Covid-19 ha sido mayor, incluso, que la de la gripe H1N1 y del SARS.

La tasa de letalidad del Covid-19 en Wuhan, China, es del 2 por ciento, más alta que la de la gripe común (0.13 por ciento) e incluso que la de la gripe H1N1 (0.2 por ciento), aunque varía en función de la edad: desde 0 por ciento en niños y niñas de 9 años y menos, a 14.8 por ciento en personas de 80 años y más.

Si bien es cierto que las tasas de letalidad podrían ajustarse debido a que puede haber muchos casos de enfermos de Covid-19 que aún no han sido detectados por ser asintomáticos o por tener síntomas muy leves, los científicos consideran que aún en esos casos una persona puede contagiar a otras.

Se estima que existe un desfase de aproximadamente 10 días entre el momento en que una persona puede contagiar y el diagnóstico positivo; esto significa que el número de casos reportados en determinada fecha en realidad muestra el número de personas que podían contagiar 10 días antes.

Esto significa que existe una gran cantidad de portadores del nuevo coronavirus que contagiarán a otras personas durante 10 días, hasta que acudan con un médico y les sea diagnosticada la enfermedad.

El tardado lapso de incubación parece clave para la dispersión del virus y su dificultad en la identificación, por lo cual, si no se hacen pruebas a un número mayor de personas con sospecha de contagio se pierde toda capacidad de diagnóstico oportuno.

 

jesus.belmontt@gmail.com