Indicadores de la 4T

Congreso de la Unión.- En lo que va de la presente administración federal, el deterioro de los principales indicadores económicos y sociales es más que evidente.

En primer sitio tenemos la inseguridad, el problema que más lastima a la sociedad, se ha incrementado exponencialmente, ya que en el primer semestre del año se registraron 14 mil 641 homicidios dolosos, cifra 2.9 por cierto mayor en comparación con los 14 mil 210 casos del mismo lapso del año pasado, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En cuanto a la actividad económica, muestra una dramática caída que al finalizar el año podría ser del 10 por ciento del PIB (Banco de México y Fondo Monetario Internacional); el desempleo se ha elevado a niveles nunca antes vistos, con una tasa del 24.7 por ciento de la población, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Y NO todo es culpa del Covid-19. Habrá que recordar que desde antes del inicio de la pandemia, México ya arrastraba indicadores negativos al registrar una contracción del 0.1 por ciento de Producto Interno Bruto durante 2019, cuando el gobierno federal aseguraba que creceríamos por lo menos un dos por ciento del PIB.

Se han destinado los escasos recursos fiscales a proyectos de nula rentabilidad social y económica como es el caso del aeropuerto de Santa Lucía, una obra que en una crisis como la que atraviesa en estos momentos la aviación comercial (con repercusiones aún impredecibles) pareciera más bien un capricho sexenal, mientras que a secretarías, dependencias y organismos descentralizados del gobierno federal les dejan el 25 por ciento del gasto destinado a la adquisición de materiales, suministros y servicios generales.  

Y es que el problema radica en la escasez de recursos tributarios para financiar las obras emblemáticas del lopezobradorismo, por lo que se optó por dejar prácticamente sin recursos a las dependencias gubernamentales en rubros tan necesarios para su subsistencia como los antes señalados.

Se está llevando a cabo un despiadado aniquilamiento del aparato de gobierno con el consecuente deterioro en los niveles de operatividad, eficiencia y calidad de servicios que se ofrecen a la sociedad, al pueblo pues.

Esta decisión de recortar 75 por ciento el gasto de operación llevará a la parálisis en muchas áreas, en un gobierno que de por sí ha demostrado ineficiencia ante los grandes problemas como la contingencia sanitaria, la inseguridad, el deterioro económico y el desempleo.

Los “ahorros” del gobierno de la Cuarta Transformación están afectando no solamente a sus trabajadores, sino también a la población en general, pues la burocracia tiene la encomienda de atender a la ciudadanía, pero la situación es de tal magnitud que hasta se carece de lo más básico como es papelería y hojas para imprimir.

El recorte a los gastos de operación mantiene en inmovilidad áreas clave del gobierno federal, pues existe carencia desde papel de baño hasta equipos de cómputo tan necesario para desempeñar las labores de oficina.

El desmantelamiento de los servicios básicos en las secretarías de Medio Ambiente, Economía y muchas otras, afecta severamente el funcionamiento de las dependencias: no hay oficios a tiempo, no hay autorizaciones de temas urgentes, se carece de internet, copias, servicios de mensajería, y existen áreas completamente paralizadas.

La Secretaría de la Función Pública es la responsable de verificar que las secretarías de Estado, dependencias de gobierno y organismos descentralizados, cumplan con el recorte presupuestal ordenado por el presidente López Obrador, mientras que la Secretaría de Hacienda les ha congelado los recursos que tenían destinados para los rubros en cuestión.

Las implicaciones de este recorte serán de dimensiones difíciles de predecir, pero por el momento paralizarán al gobierno, se detendrán muchos trámites y servicios que las dependencias proporcionan a la ciudadanía; muchas secretarías de Estado y órganos de gobierno no podrán cumplir con su trabajo porque los rubros del recorte son gastos mínimos indispensables para que puedan ejercer sus funciones, además de que ya contemplan reducciones presupuestales del año pasado.

TRIBUNA.- El gobernador Rutilio Escandón Cadenas se sumó al recorrido casa por casa que realizan en Tuxtla Gutiérrez las brigadas por la salud, donde reconoció la labor humanitaria y profesional que desempeñan para detectar casos de Covid-19, así como brindar medicamentos y atención médica a la población que lo necesite. Durante la visita a las familias que habitan en las colonias Caminera y Los Pájaros, el mandatario pidió a la población demostrar cariño y respeto a las trabajadoras y trabajadores de la salud, porque además de la labor que día a día llevan a cabo dentro de las clínicas, ahora han salido a las calles para hacer aún más efectivas las acciones contra el coronavirus. “Son heroínas y héroes que no traen capa pero traen bata, y lo valoro muchísimo. No sólo están en los hospitales, están casa por casa para atender la salud antes de que se agrave, porque esta infección, si no se atiende a tiempo, es más difícil. Les agradezco de todo corazón, hacen un gran esfuerzo y hay que valorarlo”, señaló al enfatizar que la reciente agresión que sufriera una doctora en la capital del estado no quedará impune. Mencionó que su gobierno privilegia el bienestar del pueblo, por ello, a pesar de las condiciones de abandono en las que se encontraban los hospitales, pone total empeño para tener medicamentos, insumos y equipos, mediante un actuar honesto y contra la corrupción.

 

jesus.belmontt@gmail.com