El museo que fue estación de bomberos
Bomberos salían de este edificio para apagar incendios, y policías para atrapar criminales. Cuando ambos cuerpos de emergencia desalojaron el inmueble en 1957, la Tesorería y la Secretaría de Marina se establecieron ahí. Hoy alberga al Museo de Arte Popular (MAP) ubicado en la misma calle que el Teatro Metropólitan.
Sobre Independencia, en la colonia Centro, el sitio presume tres arcos de aproximadamente tres metros de alto por cinco metros de largo. Hoy los cubren vidrios, pues son el resguardo de la tienda y la entrada; sin embargo, desde 1928 los carros de bomberos los usaban para acceder y salir del lugar.
Enfrente del museo hay un stand de periódicos de sólo dos metros de largo. En el puesto, el señor Carlos Corona, de 81 años, lee los titulares. Ahora vive en la alcaldía Iztacalco, pero cuando tenía su hogar en la colonia Doctores, hace más de 60 años, recuerda haber oído el sonido de la sirena de los bomberos. Don Carlos atribuye esta experiencia a las pocas construcciones que había.
Por otro lado Iván Romero, encargado del puesto de periódico, desconoce la historia del lugar. Sólo dice recordar un concierto en la inauguración del museo. No obstante, en la columna derecha de la entrada, hay una placa a dos metros del piso que menciona la existencia de una antigua estación de bomberos construida en 1927.
El 28 de noviembre de 1928 este diario anunciaba, en su segunda sección, la inauguración del Edificio de la Inspección de Policía y el cuerpo de bomberos, construido “especialmente para cubrir las necesidades de estos cuerpos” y que se hallaba “a la altura de los mejores de Europa y América”.
El texto Arte del Pueblo: Manos de Dios, a cargo del Museo de Arte Popular, señala que la influencia arquitectónica de Europa no tardó en llegar al país, pues aunque en ese entonces se trataba de rescatar el nacionalismo, el Art Déco comenzó a manifestarse con sus formas geométricas. Los encargados del diseño fueron los arquitectos Vicente Mendiola y Guillermo Zárraga.
El presidente Plutarco Elías Calles fue el invitado más importante en la inauguración del edificio. En los primeros dos pisos, dedicados a los bomberos, encontró el garaje de bombas, el taller mecánico, el patio de maniobras, además del comedor y los dormitorios; en los últimos dos pisos, acondicionados para policías, halló oficinas, una prisión preventiva y la sala de prensa.
El Universal Ilustrado publicaba en 1932 que los agentes de tránsito estaban siempre alertas de dejar la calle vacía, por si los bomberos la necesitaban. Cuando un siniestro se presentaba y la sirena sonaba, había incertidumbre y expectación. Desde la torre del cuartel, que está justo en la esquina de Independencia y Revillagigedo, se oía la sirena giratoria, compuesta de dos bocinas. En este mismo texto se describía que el tamaño del aparato era tan grande que en la cúpula sólo cabía un vigía, el cual activaba eléctricamente la alarma en caso de emergencia, pero el sonido era tan fuerte que abandonaba su lugar.
En el actual archivo histórico del Heroico Cuerpo de Bomberos, Manuel Palafox muestra un documento en el que aparecen las distintas ubicaciones que ha tenido la Estación Central de Bomberos: la primera fue en 1892, sobre la calle de Moneda. Para la inauguración de su nueva casa en 1928, sobre Independencia, tuvieron que cambiar de sede otras cuatro veces.
En esta central trabajaron el abuelo y el padre de Agustín Ruiz Nando. El sargento se jacta de ser miembro de la familia bomberil más longeva en acción, pues para 2020 estarán cumpliendo 100 años en el cuerpo de bomberos, ya que el capitán Joaquín Ruiz Galicia, su abuelo, ingresó en 1920.
El capitán Galicia murió en el cumplimiento de su deber en 1942 y, junto con otros tres bomberos fallecidos, tuvo un cortejo fúnebre en la Estación de Independencia. Por otro lado, su padre, el mayor Agustín Ruiz Fragoso, dentro de las tareas que realizó estuvo la de formar parte de la película “El Bombero Atómico”, protagonizada por Mario Moreno, Cantinflas, que se estrenó en el año 1952.
En esta película Cantinflas ingresa al cuerpo de bomberos para tener dinero suficiente que le permita cuidar a una niña que acaba de adoptar. A los ochos minutos, aproximadamente, aparece cómo eran las instalaciones de la estación de Independencia. También se observan los vehículos de la época, además del uniforme, dormitorios y rutinas de los apagafuegos.
Para 1957, bomberos y policías dejan la instalación del edificio para la llegada de la Tesorería. De acuerdo con la obra Arte del Pueblo: Manos de dios, tuvo ligeras modificaciones, como la clausura de la escalera de la torre y el cierre de sus característicos arcos. Después es la Marina la que ocupa el lugar, de 1980 a 1985. Hay versiones que señalan posibles daños estructurales como la causa de que esta institución dejara las instalaciones; sin embargo, en la oficina de comunicación social del MAP desmintieron esta información, ya que no sufrió deterioros y las revisiones son constantes.
El 26 de septiembre de 2001, El Universal informaba que con una inversión de 60 millones de pesos, el gobierno federal y del entonces Distrito Federal rescatarían el edificio considerado como monumento nacional por haber alojado la antigua estación de bomberos para ser la nueva sede del Museo de Arte Popular (MAP).
El recorrido del lugar comienza desde el tercer y último piso hasta la planta baja. Cuenta con un elevador construido sin alterar el diseño pensado hace casi un siglo. Según la oficina de comunicación social del MAP, el edificio está catalogado como patrimonio cultural urbano de valor artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes (Inbal), así que ni su fachada ni su estructura pueden ser modificadas.
Probablemente alguna vez, mientras ibas a alguna función en el Teatro Metropólitan o te dirigías al Barrio Chino por la calle Independencia, viste los arcos de este edificio. Cuando mires a través de ellos para ver cómo es el museo, o tan sólo para observar tu reflejo, recuerda que un día, por ahí, salían los bomberos a toda velocidad para auxiliar a la ciudadanía.