La organización del Estado mexicano con sus tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, ha permitido que, en la actualidad, se considere como una distribución de funciones o competencias para hacer más eficaz el desarrollo de sus funciones y responsabilidades. Su desempeño y acciones no estar sujeta ni atribuida a los depositarios del poder público, so pretexto de obtener mayor control y transparencia para atender eficazmente las demandas sociales; mucho menos alterar y destruir la división de poderes. Está por encima de intereses personales la institución y preservación del Estado de Derecho.

Bien vale evaluar la declaración del Senador de Morena Ricardo Monreal: “El fortalecimiento del Estado de derecho es uno de los grandes pendientes de la democracia mexicana y por ello, uno de los objetivos centrales de la Cuarta Transformación”. También señala: “El Poder Judicial siempre ha estado presente en las grandes transformaciones nacionales y en esta ocasión, cuando se anuncia una etapa de cambios y reformas importantes para el país, seguramente no será la excepción”.

Veamos, el mayor reto de nuestros tiempos es combatir la corrupción y la impunidad, preservando la independencia y autonomía del Poder Judicial, en el marco del Estado de Derecho, así podamos recuperar credibilidad de este importante órgano colegiado.

Es importante reconocer los acierto de los Ministros, Magistrados y Jueces en el ejercicio de la administración de justicia; en tanto es lamentable que en los últimos tiempo algunos políticos o amigo de alguien con poder, puedan ser Ministro de la Suprema Corte, Magistrados y Jueces, aún cuando carezcan de trayectoria en la carrera judicial, lo cual deteriora la imagen y credibilidad del Poder Judicial.

Sin embargo hay importante porcentaje de titulares de juzgados de distrito y de Magistrados que sí cumplen con la independencia judicial y la preservación del Estado de derecho; así como preparación académica, experiencia, exámenes estrictos de oposición, proba probidad y honestidad que garantiza impartir justicia en el marco Constitucional del Estado de Derecho.

El mayor cuidado que debe considerar la Cuarta Transformación apropósito del Poder Judicial y Legislativo es preservar el Estado de Derecho y no violentar la AUTONOMÍA de cada poder, debe permitir que se actúe libremente sin sujeción a otro Poder dentro de un marco de valores jurídicos predeterminados; es importante que cada Poder atienda sus funciones y atribuciones que emana de la norma Constitucional como ley Suprema en el marco del Estado de Derecho.

Consecuentemente, ni más... ni menos... ¡Sólo lo justo! La Cuarta Transformación está transitando como marco del nuevo gobierno federal con la conducción del Presidente Lic. Andrés Manuel López Obrador; es necesario que se deben tomar decisiones sin caer ni reflejar al exterior Incertidumbre ni especulaciones para evitar el riesgo que desarticulen la estructura del Poder Judicial: sus Jueces Federales y Magistrados preparados, eficientes y honestos; sin dejar de reconocer que el virus de la corrupción que propicia la impunidad, también contamina a éste Poder; pero que sin embargo no en lo general.

El Presidente de Mexico Lic. Andrés Manuel Lopez Obrador y el Poder Legislativo valoren a conciencia, responsabilidad y profundo amor a la Patria la Agenda Legislativa para que la reforma del Poder Judicial no se promueva sobre las “rodillas” ni al calor del momento político mayoritario del Movimiento de Reconstrucción Nacional (MORENA) en el poder.

Que la Cuarta Transformación a través de sus legisladores se informen para que actúen con sustento nacionalista y estén en condiciones de cumplir con responsabilidad para que las decisiones sean a favor de los Mexicanos, de la Paz y tranquilidad de nuestra nación. Que actúen con equilibrio ante el Congreso de la Unión y los tres ordenes de gobierno. Que la responsabilidad de los Jueces y Magistrados garanticen con su desempeño eficiente y honesto el Estado de Derecho que emana de nuestra Ley Superior.

Recordemos, nuestro Estado Mexicano y sus tres Poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, su independencia no reside en percepciones económicas de privilegio, sino de la vocación por México; en el caso del Poder Judicial hay jueces y magistrados cuyo único interés es el establecido en la Constitución y en sus leyes reglamentarias.

Es justo y recomendable que tengan sueldos decorosos, que les permita vivir en la honrosa medianía como refería Don Benito Juárez. La independencia de jueces y magistrados no es una cuestión que deba preocuparle sólo a los juzgadores sino a la sociedad toda.

Que se consolide la independencia y autonomía del Poder Judicial como mejor referente al nuevo gobierno federal, así defender y regresar la tranquilidad y confianza a la sociedad sin abusos. ¡Es Cuanto!

Consultor Jurídico y Analista Político

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