2021: cinco pronósticos electorales

La cita electoral de este año, enorme por la cifra y relevancia de las posiciones en disputa, ha precipitado posturas de todos los actores, incluidos el presidente López Obrador, gobernadores, partidos e incluso políticos clave. Todos ellos concurren a esta competencia como un ensayo pleno para la sucesión de 2024. La siguiente es una primera lista de escenarios viables.

1.- El presidente militante. En las últimas horas del 2020, una trasnochada resolución del Instituto Nacional Electoral (INE), que encabeza Lorenzo Córdova, emitió medidas cautelares contra la profusión de ataques presidenciales en las conferencias “mañaneras” sobre la alianza de partidos de oposición. López Obrador al parecer planea seguirse burlando de estas restricciones, como lo demuestra una sanción similar del INE impugnada ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a cargo de José Luis Vargas, la cual descansa desde hace casi un año en algún cajón de ese organismo. AMLO parece inspirado en el estilo desparpajado y provocador de Donald Trump. Quizá alguien debe explicarle lo que ocurrió en Estados Unidos.

2.- La incierta reelección. No habrá por ahora una ley reglamentaria de la disposición constitucional que permite que alcaldes y diputados en funciones sean postulados por sus partidos en estos comicios para ser reelectos. En febrero pasado, Mario Delgado, entonces coordinador de Morena en San Lázaro, hizo aprobar una ley, pero Ricardo Monreal, su homólogo en el Senado, la hundió. Eso llevará al citado INE a legislar para que se disponga de un reglamento. Alguien programó el enésimo ciclo de golpeteo que ello traerá al INE.

4.- Diputados, la batalla central. Es posible anticipar ya que no benefician a Morena y sus aliados los escenarios para conservar en San Lázaro la mayoría que les permita modificar la Constitución y sacar adelante leyes centrales -como las del presupuesto federal. La oposición logró concertar un acuerdo que multiplicará los recursos y el énfasis en distritos que harán la diferencia. En paralelo, los partidos satélites de Morena, el Verde y el del Trabajo, exhiben ya mayor autonomía -y precio para negociar- en sus acuerdos con el partido del oficialismo. A ello se sumarán novedades, entre ellas una bancada de Movimiento Ciudadano pequeña, pero también adversa a Palacio Nacional.

3.- Campeche y los límites de la alianza opositora. Alejandro Moreno, presidente del PRI, decidió dejar la gubernatura de su estado para ponerse al servicio de la 4T en nombre propio y el de sus colegas priístas en varios estados. Calculó que la ecuación lo colocaría a salvo de graves señalamientos sobre las cuentas que dejó. Pero el modelo no prosperó. En Hidalgo y Coahuila el PRI se repuso, y dará la pelea. Pero perderá Campeche. “A(m)lito”, como es llamado, ha de estar buscando abogados, y no electorales, sino penalistas.

4.- Morena se atoró. Hasta hace unos meses, Palacio Nacional y Morena calculaban que tendrían una cómoda transición pactada con la mayor parte de los gobernadores de oposición para los que se definirán relevos estas elecciones. Pero a Mario Delgado la ha estallado una crisis interna por sus postulaciones verticales que varios aspirantes frustrados llaman despojo. Y las cuentas de suyo no están saliendo claras. Salvo en el caso de Sinaloa, donde el priista Quirino Ordaz ya habría puesto la alfombra para el arribo de Morena, en el resto de los estados lo que se anticipa es uh territorio comanche, muy hostil, para el partido del oficialismo.

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