Buena noticia

El anuncio de que próximamente la carretera de cuota San Cristóbal de Las Casas-Tuxtla Gutiérrez será ampliada a cuatro carriles en un tramo de 30 kilómetros, es una buena noticia para quienes tienen que transitar por esa vía, que desde el inicio se convirtió en una de las más peligrosas del país, por el número y la magnitud de los accidentes.

La ampliación a cuatro carriles es no sólo necesaria sino urgente y es una vieja demanda de los usuarios, que esperan que con esa medida se reduzcan significativamente los accidentes que en casi dos décadas han provocado la muerte de un número no determinado de personas. Cuántos conocidos han fallecido en esa carretera. (Se me viene a la memoria el historiador de origen francés, Andrés Aubry, precisamente en un mes de septiembre -el 20- de hace 12 años).

Por ahora la vía sólo tiene dos carriles con un acotamiento amplio que muchas veces hace suponer a los automovilistas que pueden rebasar con seguridad como si se tratara de cuatro, y no es así.

Es indudable que uno de los principales factores de los constantes accidentes es el exceso de velocidad y la falta de precaución con que muchos automovilistas conducen, a veces a 130 o 140 kilómetros por hora cuando la velocidad máxima permitida es de 90 kilómetros por hora, pero también es cierto que las condiciones de la propia vía -muchas curvas, subidas y bajadas pronunciadas- son causas que contribuyen a que sucedan los percances. Además, el costo del peaje es bastante alto: 53 pesos por 46 kilómetros en el caso de vehículos compactos.

De acuerdo con el anuncio, la carretera será ampliada a cuatro carriles sólo en 30 de los 46 kilómetros, aunque no se ha precisado en qué tramo, si en el que inicia en San Cristóbal o si en el que parte de la caseta de cobro, y tampoco se ha dicho si habrá una segunda etapa para que la totalidad del tramo tenga cuatro carriles.

Si bien es cierto que la ampliación por sí misma ofrecerá mayores condiciones de seguridad, no es suficiente y la empresa tal vez tendrá que pensar en construir un muro en medio para separar los carriles -dos de cada lado- como en muchas carreteras nacionales y de otros países.

Está comprobado que la separación de los carriles por un pequeño muro ayuda mucho a evitar los accidentes, sobre todo los choques frontales.

Desde luego que cuando comience la construcción de los dos carriles adicionales habrá incomodidades y hasta riesgos para los automovilistas si no se toman las medidas pertinentes, pero vale la pena el sacrificio con tal de que esa vía sea realmente una autopista segura.

Dicha carretera, por cierto, es un buen negocio para la empresa española Aldesa, ya que de acuerdo con la información pública, diariamente transitan entre 9 mil y 9 mil 500 vehículos.

Ojalá, pues, que se concrete cuanto antes la ampliación a cuatro carriles -aunque sea sólo en 30 kilómetros-, ya que ello ayudará a disminuir los accidentes de tránsito, o cuando menos eso es lo que se espera.

Picotazos

De verdad que es un pésimo precedente el que se sentó en la comunidad de Yashtinín, municipio de San Cristóbal el pasado fin de semana. Resulta que el martes anterior pobladores de esa localidad retuvieron a María Esperanza Trejo Domínguez, actuaria del Poder Judicial, cuando acudió a entregar una notificación. Desde el inicio, los habitantes tenían claro lo que querían: La excarcelación de uno de sus compañeros preso en el penal número 5, a cambio de la liberación de la funcionaria del poder judicial. Hubo negociaciones a lo largo de varios días, pero no fue sino hasta que las autoridades les cumplieron su capricho y además pagaron 100 mil pesos, que la soltaron. Lo peor no es que la funcionaria haya permanecido casi una semana privada de su libertad sino el precedente que se ha sentado, pues otras localidades seguramente seguirán el (mal) ejemplo para chantajear sabiendo que las autoridades, como en este caso, podrían ceder. En dos casos anteriores recientes habían actuado de manera diferente sin ceder a las presiones, pero los retenidos estaban dispuestos a aguantar. En este caso, se trataba de una mujer, lo que complicaba las cosas, y como es natural, había presión de su familia. Una opción era llegar con la fuerza pública a liberar a la actuaria. Era relativamente fácil hacer una operación policiaca para rescatarla, pues la comunidad está en una zona muy comunicada, aunque por otro lado es entendible que ello representaba cierto riesgo para su propia seguridad. Lo malo es que los habitantes de la localidad impusieron sus intereses por encima de la ley, con base en la presión. Qué triste. Así no se puede aplicar la ley y por lo tanto no puede haber justicia. Si el exfiscal indígena, Mariano López Pérez pudo hacer hace años una operación para rescatar a un grupo de pobladores en la mismísima cabecera de Chamula, cuya cárcel municipal destruyeron los agentes para liberarlos, que no se pueda hacer en otro lugar. Claro, nadie más ha hecho algo similar. Pero la Fiscalía General del Estado no debería que quedarse así nomás sino investigar si no algún funcionario tuvo algo que ver, ya que en ocasiones se amafian con abogados que llevan ese tipo de casos para beneficio personal. No está demás que sepan quién era el abogado de la comunidad y en qué despacho trabaja… Con la muerte Francisco Toledo, pintor Oaxaqueño nacido en Juchitán, México ha perdido a uno de sus artistas más importantes de la época. Fue un hombre sumamente sencillo como inteligente, siempre presto a defender las causas sociales importantes: La tierra, las lenguas originarias, el maíz criollo y a levantar la voz contra cualquier injusticia. Descanse en paz. Fin.