Antorchistas: Hay que evitar accidentes

Apenas han comenzado a salir para iniciar el recorrido con el fuego simbólico y ya desgraciadamente integrantes de una antorcha guadalupana se accidentaron el domingo pasado en la carretera de cuota San Cristóbal de Las Casas-Tuxtla Gutiérrez.

Por fortuna, sólo hubo tres lesionados no graves y varios golpeados, pero es un aviso para que los demás grupos que ya salieron o están por salir hacia algún estado del país o a alguna ciudad de Chiapas tomen todas las medidas de seguridad necesarias para evitar percances de este tipo.

Es necesario que los organizadores de las antorchas revisen muy bien las unidades en las que se trasladan los antorchistas para que no ocurran accidentes con consecuencias que lamentar, que pudieran enlutar algún hogar.

También deben de contratar a conductores con experiencia y responsables para que en la medida de lo posible se eviten los accidentes en las carreteras y que los participantes en las antorchas regresen con bien a sus lugares de origen.

De igual forma, los conductores deben de procurar descansar lo suficiente para no manejar cansados, pues ese es uno de los factores que ocasionan los percances, o si es posible, deben de ir dos personas para que se turnen.

Por lo general son jóvenes y niños los que participan en las antorchas católicas que van a diferentes partes del país y ocasionalmente a Guatemala para encender y traer el fuego guadalupano.

La mayoría se prepara mental y físicamente todo un año para hacer el recorrido con mucha devoción, y sería muy lamentable que por descuidos se presenten fallas mecánicas o humanas que provoquen accidentes.

Además, deben de tomar otras medidas de seguridad cuando los antorchistas ya vienen corriendo con el fuego, como colocar una unidad en la retaguardia para proteger al contingente o utilizar todas las señales posibles para alertar a los automovilistas que transitan por las carreteras.

Y quienes en estos días hasta el 12 de diciembre transiten por las carreteras deben de conducir con mucha precaución para prevenir percances, a que será frecuente que se encuentren con antorchas en las carreteras, de día o de noche.

También los policías federales, sección caminos, deben de procurar estar atentos para alertar a los usuarios de las carreteras, acerca de la presencia de antorchas. Ninguna medida de seguridad, por menor que parezca, sobra en estos casos.

El lamentable caso del domingo pasado, sucedió en el kilómetro 40 de la carretera de cuota, por una falla mecánica, ya que al camión tipo Torton, color y con lona azul, placas de circulación CX-06 que transportaba a los peregrinos a la Ciudad de México, se le ponchó una llanta delantera, lo que ocasionó que invadiera carril contrario, chocara contra el muro de contención y luego volcara.

Los peregrinos habían salido del municipio de Ocosingo y apenas se dirigían a la capital del país para comenzar el recorrido con la antorcha, pero tuvieron la mala surte de accidentarse. Ya no se supo si después del percance continuaron o suspendieron el viaje para el que se prepararon durante un buen tiempo.

Ojalá que el accidente del domingo pasado no sea el preludio de otros hechos de ese tipo, pues los jóvenes y niños católicos viajan con mucha fe y devoción a otras partes del país para llevar el fuego guadalupano a sus lugares de origen, aunque es cierto también que a veces algunos caen en el fanatismo.

Más bien, que ese accidente tempranero en la temporada de antorchas de este año sirva para que los demás grupos tomen las medidas de seguridad necesarias para prevenirlos para que todos los peregrinos regresen felices a sus lugares de origen para el reencuentro con sus familiares.

Picotazos

Muchas personas han criticado la simplicidad de un arco de flores colocado al inicio del andador que conduce al templo de El Carmen en San Cristóbal de Las Casas, en comparación, por ejemplo, a los adornos que se han puesto en Comitán con motivo de las fiestas navideñas. A la mejor no sólo se necesita dinero para hacer algo de mejor gusto sino un poco de creatividad para evitar la pena de que la ciudad parezca de cuarta. Ya sucedió durante las fiestas del Día de Muertos que un arco colocado justo en el mismo lugar (al inicio de la calle Miguel Hidalgo) se cayó solo o con un pequeño empujón que alguien le dio. “Con estas cosas me da pena mi ciudad”, comentó una mujer indignada. A propósito, también fue instalado un nacimiento en el kiosco del parque central. Qué bueno. Pero también sería importante que ya concluyera el arreglo de ese kiosco para que se le dé uso, porque por ahora está muerto, cuando se localiza en el corazón de la ciudad. Por un lado, ha sido durante mucho tiempo, punto de reunión de personas y grupos para tomar café o comer y por las noches escuchar música de marimba, y por otro, se supone que es un edificio que el ayuntamiento concesiona, por lo que si está sin utilizarse es dinero que se está perdiendo. Un nacimiento en un edificio “muerto” no luce igual… Como se esperaba, parece que la reubicación de los transportistas que tienen sus terminales informales sobre el Boulevard Juan Sabines Gutiérrez se está complicando, ya que han sido muy pocos los que han aceptado trasladarse a la terminal de corto recorrido. El gobierno tendrá que apretar las tuercas para lograr su objetivo. Futbolera: Es cierto, el partido Tigres-América resultó una final adelantada. Independientemente del equipo de la preferencia -yo hubiera querido que ganara el equipo regiomontano-, fue un encuentro trepidante, ya que por momentos bastaba un gol para que ganara uno u otro. Finalmente, los errores de Tigres facilitaron el triunfo del América, que por cierto, en el primer partido fue beneficiado por el árbitro Fernando Guerrero, llamado el cantante, cuando sin justificación aparente, paró el partido, justo en el momento en que un jugador felino se enfilaba solo hacia la portería para, probablemente, dejar el marcador en 3 a 1, lo que hubiera sido mucho más difícil de remontar en la ida. La decisión arbitral generó mucha polémica y con justa razón, pues pareció que fue a propósito. Fin.