Adiós Fideicomisos

Morena

Cuando menos dos temas acaparan a nivel nacional las principales noticias: La desaparición de 109 fideicomisos y el proceso para elegir al nuevo dirigente del partido Morena. 

Sobre el primero hay que decir que tantos son los intereses que se están afectando, que los diputados del partido gobernante y de la oposición pasaron de los insultos a los golpes en la Cámara de Diputados el pasado martes, cuando se discutía su desaparición. 

Estos fideicomisos, que concentran un total de 68 mil 478 millones de pesos, se han ido creando a lo largo del tiempo como parte del aparato burocrático y muchos de ellos sin una justificación real y sin que sus resultados sean de gran utilidad. 

Efectivamente, los fideicomisos, que responden a intereses creados, son una forma de triangular los recursos para atender diferentes asuntos, pero no siempre el dinero llega a destino, o cuando menos no completo. 

En ocasiones tienen como fin principal dar trabajo a familiares o amigos de gobernantes o simplemente para desviar recursos de una forma legal, por decirlo de alguna forma. 

¿Para qué crear un fideicomiso si los recursos pueden ser destinados de manera directa por las dependencias del ramo (cultura, deportes, etcétera)? Lo que se tiene que hacer es garantizar que cuando en efecto se necesita el dinero debe de incluirse como una especie de fondo en el presupuesto que año con año se aprueba en la Cámara de Diputados.  

Por ejemplo: ¿Qué porcentaje de los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) llega en términos reales a los damnificados cuando ocurre alguna catástrofe? No es difícil suponer que una buena parte se queda en los gobiernos estatales y municipales. Ya se ha visto que en ocasiones, colchonetas, víveres y otros productos se quedan guardados en bodegas y en las campañas políticas son utilizadas por candidatos como si fueran propios. 

Lo que se debe de hacer en estos casos, como manda la lógica, es que desde la dependencia federal correspondiente, la Secretaría de Gobernación, los apoyos se envíen directamente a los afectados, sin estar triangulando, y que se repartan con toda transparencia. 

Si lo anterior se hace sin caer en actos de corrupción y con efectividad como se requiere, se habrá justificado de sobra la desaparición de organismos burocráticos que consumen grandes cantidades de recursos públicos que bien podrían usarse para otras necesidades.  

Lo que sí debe de quedar claro es que la gente no quede desprotegida cuando sufra alguna desgracia, como consecuencia de desastres naturales, sino que el gobierno en sus tres niveles tome la responsabilidad de protegerla. En conclusión: Si el gobierno va a responder, que se vayan los fideicomisos. Lo que puede anticiparse es que por los fideicomisos esta batalla todavía empieza. 

El otro tema tiene que ver con el relevo en la dirigencia nacional de Morena, cuyos militantes no niegan la cruz de su pasada parroquia perredista, experta en divisionismo y lucha encarnizada por los puestos.  

La pelea está a todo lo que da porque están de por medio los intereses de la candidatura de Morena a la presidencia en las elecciones de 2024. 

El canciller Marcelo Ebrard, la jefa de gobierno de la Ciudad de México y Ricardo Monreal, entre otros, están moviendo sus piezas para posicionarse. Si logran colocar a uno de los suyos en la cúpula partidista, habrán dado un paso en sus aspiraciones presidenciales, aunque desde luego, quien a la hora de la hora terminará inclinando la balanza, será el presidente Andrés Manuel López Obrador. 

El tema contaminó inclusive al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por el asunto de las encuestas, pues al principio este último propuso anular el procedimiento y retomarlo hasta después de los comicios de 2021, pero después de las críticas, ha decidido continuarlo, al tiempo que validó la actuación del primer organismo. 

El caso es que de acuerdo con los resultados de las citadas encuestas, el veterano político, Porfirio Muñoz Ledo, supuestamente se coloca en primer lugar y en segundo, Mario Delgado, diputado de Morena también. No tarda mucho para que se sepa en qué terminará esta telenovela. 

(Ah, también está el tema -para reírse, claro- del Frena, varias de cuyas casas de campaña vacías salieron volando literalmente hace dos días del Zócalo de la capital del país). 

Picotazos

La activista Mariana Patricia Jiménez Ramírez, de larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos, tomó posesión como delegada en Chiapas del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas. Al acto de toma de posesión realizado en días pasados, asistieron los representantes de los 14 Centros Coordinadores que hay en la entidad, los directores de las dos estaciones de radio con sede en Las Margaritas y Copainalá, además de trabajadores. En su andar, Marina ha tenido varios cargos, entre los que destacan el de directora del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), al lado del extinto obispo de San Cristóbal, Samuel Ruiz García. Últimamente estuvo en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Los pueblos indígenas esperan mucho de ella en esta nueva encomienda, y seguramente pondrá todo su esfuerzo en que así sea. Por lo pronto, ha comenzado a recorrer diversos municipios para visitar los Centros Coordinadores de los Pueblos Indígenas. Comenzó en Santo Domingo, Palenque y Ocosingo, donde el 26 de septiembre, entregó el nombramiento de director del Centro Coordinador de los Pueblos Indígenas al tzeltal Dionicio Toledo Hernández, dirigente social en la región… Vaya desde este espacio una felicitación a los compañeros, Mitzi Fuentes, René Genero Mandujano, Enoch Gordillo y Elsy Molina Díaz, quienes recibieron un reconocimiento del Club de Periodistas de San Cristóbal, en el marco de Día de la libertad de expresión que se festejó ayer 7 de octubre, aniversario luctuoso del prócer chiapaneco, Belisario Domínguez Palencia. Fin.