No aprendemos

Lo que se temía: De acuerdo con los primeros datos dados a conocer el domingo, ya se notan las consecuencias por no tomar todas las medidas para evitar contagios de covid-19 durante las vacaciones de la Semana Santa. 

Según la información oficial, al menos 16 personas se contagiaron de coronavirus en las horas recientes con motivo de las vacaciones de la llamada semana mayor. De ellas, seis fueron reportadas graves en los hospitales y 10 son casos ambulatorios atendidos en su domicilio.  

Se está repitiendo lo que sucedió después de las vacaciones del fin de año, cuando se incrementaron notablemente los casos, y lo peor, las defunciones. Varios amigos y conocidos perdieron la batalla contra la covid-19 en ese período. 

Parece que no aprendemos de lo que hemos vivido. Por más que las autoridades quieran, a veces es casi imposible mantener un control sobre la movilidad de las personas, especialmente en temporadas vacacionales como la actual porque la gente está cansada de estar encerrada desde hace un año y por otro lado, los comerciantes y prestadores de servicios están urgidos de tener ingresos porque a crisis económica aumenta cada día. 

Una vez que ha concluido la Semana Santa, no queda más que las personas que acudieron a centros recreativos o reuniones con presencia masiva, tomen las medidas adecuadas para proteger a familiares y conocidos que se quedaron en casa. 

Ocurre, además, que pareciera que nos hemos ido acostumbrando a convivir con la pandemia y que a menudo se nos olvida que estamos en una situación de gravedad extrema y que por lo tanto es necesario cuidarse y acoplarse a los nuevos tiempos para evitar riesgos. 

Sumergidos en nuestros propios problemas, olvidamos que mientras la gran mayoría de la población no esté vacunada, el riesgo de contagiarse es alto porque el virus sigue presente. 

Pareciera que sólo cuando un familiar, amigo o conocido muere a causa de coronavirus, nos viene a la memoria de nuevo que no estamos a salvo y que es necesario seguir tomando las medidas sanitarias dispuestas por las autoridades de salud para evitar contagiarse. 

Aunque lento, el proceso de vacunación avanza en la entidad, por lo que es cuestión de esperar unos meses más para que una buena parte de la población reciba el biológico y con ello regrese un poco la normalidad, hasta donde sea posible. 

Ojalá que a diferencia de las vacaciones del fin de año, en esta ocasión sea menos el número de personas contagiadas para que no mueran tantas personas y para que los hospitales no se saturen, ya que el personal de salud está cansado después de un año estar en la primera línea de combate a la pandemia. 

PICOTAZOS. Estaba cantado. Como se ha venido diciendo en esta Rotonda Pública, quien tenía mayores posibilidades de quedarse con la candidatura de Morena a la alcaldía de San Cristóbal es Juan Salvador Camacho, conocido ya como “el primo”. Sus relaciones no sólo en la cúpula del partido han prevalecido hasta ahora, y por más que haya inconformidad por la supuesta imposición, difícilmente lo bajarán del carro, salvo que algo muy extraña pasara. Y no sólo eso, lo harán ganar a como dé lugar. La mesa está puesta, ya que los abanderados de casi todos los partidos fueron acomodados para eso: Para fragmentar el voto y facilitar su triunfo. Al frente del Verde Ecologista de México, Mariano Díaz Ochoa, dos veces alcalde hasta ahora, tendría amplias posibilidades de disputarle el gane si lo dejaran, pero ya se sabe que eso difícilmente sucederá. Los demás candidatos, Hugo Pérez Moreno, Enoc Hernández Cruz y otros, sólo buscan una regiduría plurinominal para mamar del presupuesto. Posibilidades reales de ganar no tienen, a menos que una mano enigmática apareciera como por arte de magia para darles un empujón. De todos modos, habrá que esperar un poco más para saber con exactitud cómo quedan finalmente las planillas porque todavía habrá reacomodos como consecuencia de las impugnaciones y protestas que los morenistas principalmente, están llevando a cabo en varios municipios. Un caso que está dando de qué hablar a nivel nacional es el del abanderado a la presidencia municipal de Comitán, Jorge Constantino Kánter, quien ganó fama en 1994, al calor del alzamiento zapatista, pues lideró a los ganaderos y propietarios de Ocosingo, Las Margaritas y Altamirano, entre otros, que exigían la intervención del gobierno federal y del Ejército Mexicano para que les devolvieran los ranchos tomados por los rebeldes. Su designación ha sido vista por muchos como algo absurdo y un contrasentido de Morena. Habrá que esperar para saber qué decisión toma finalmente la dirigencia nacional, si lo mantiene o lo releva… Qué impotencia con esos delincuentes que se transportan en motocicletas en San Cristóbal y se creen intocables porque las autoridades nada les hacen. Un pacífico taxista circulaba tranquilamente una tarde de la semana pasada por la llamada Cola del Diablo, en el barrio de El Cerrillo, cuando cuatro tipos de esos subidos en motocicletas se pasaron un alto impunemente, ocasionando que el ruletero se medio frenara, pero no lo suficiente para esquivar el golpe. Indignados, los delincuentes -no se les puede decir de otro modo porque está agrediendo a quien se les pone en enfrente sin justificación alguna- lo insultaron y le patearon la unidad. Y ni modos de reclamarles porque capaz que sacan una pistola y disparan. Algo, pero de verdad en serio, tendrán que hacer las autoridades, antes de que la situación se salga de control y la gente ya no pueda circular tranquilamente, sin el riesgo de ser agredida por esos sujetos, de apariencia indígena, que probablemente hasta circulan en estado de ebriedad o drogados. En la zona norte de San Cristóbal es más común encontrarse con estos tipos, sin que nadie haga algo. Es cuestión de que las autoridades competentes detengan a los líderes que cobran por “rentar” los servicios de estos grupos para desestabilizar. Fin