Un puente sobre el agua

Qué feo se descompuso el municipio de Pantelhó, pero no podía ser de otro modo, pues los homicidios y otros hechos delictivos vienen ocurriendo desde hace varios años, sin que las autoridades los combatieran en su momento con suficiente energía para evitar que el conflicto estallara como ahora. 

El fondo del conflicto es la disputa del poder político en Pantelhó y sus recursos públicos, pero ha derivado en otros intereses oscuros que se fueron mezclando, como la venta de droga y el paso de migrantes. 

El problema ha afectado de algún modo a los municipios vecinos de Chenalhó y Simojovel, corredor por el que se mueven muchas cosas, aprovechando el vacío que han dejado las autoridades desde hace mucho tiempo. 

Desde hace más de tres lustros comenzó a descomponerse paulatinamente la situación en ese lugar, lo que ha cobrado la vida de muchas personas, con el consecuente sufrimiento de familias y comunidades que nada pudieron hacer para frenarla. 

Mucho tiempo pasó sin que las autoridades actuaran para tratar de parar el problema, pero hace dos años, el gobierno intervino y detuvo a uno de los dirigentes que encabezaba la confrontación contra otro grupo que también generaba conflictos. 

Así se logró un tiempo de gobernabilidad y estabilidad en el municipio, pero conforme se fueron acercando las elecciones del pasado 6 de junio, se fue reorganizando el grupo y de nuevo fueron creciendo la inseguridad, la desestabilización, las amenazas y los asesinatos, de los cuales es de algún modo responsable el Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuyas siglas (des)gobiernan en Pantelhó desde hace un buen tiempo.  

La disputa por las candidaturas vino a enredar más el conflicto, pues los intereses personales y de grupo acrecentaron las disputas y los enconos subieron de tono. En marzo se reportaron varios asesinatos, incluido el de uno de los fundadores del partido Morena en el municipio. 

Como era casi natural, bajo amenazas y el dispendio de dinero, el partido en el poder municipal ganó otra vez las elecciones con su candidato, Raquel Trujillo Morales, esposo de la actual presidenta municipal interina, Delia Yaneth Flores Velasco, aunque según él se divorciaron hace algunos meses. Esta práctica, que muchas veces en los hechos no corresponde a la realidad, se hace para evadir la ley.  

El sólo hecho del parentesco debería de llamar la atención de las autoridades y cuando menos ser motivo para que investigue y tal vez hasta de una sanción electoral. 

Pantelhó estaba medio perdido en el mapa, pero de pronto su nombre surgió a nivel nacional a internacional con los acontecimientos violentos de la semana pasada, que “afortunadamente”, entre comillas, “sólo”, también entre comillas, dejó 9 heridos de bala, cinco policías estatales y cuatro militares. 

Aunque sucedió en Simojovel, de donde era originario, el detonante de la crisis actual fue el asesinato del catequista de Pantelhó, Simón Pedro Pérez López, quien el año pasado presidió la mesa directiva de la organización Sociedad Civil Las Abejas, de Acteal.  

Hombre pacífico que promovía la paz, este dirigente fue cobarde y arteramente ejecutado frente a su hijo de un balazo en la cabeza por un hombre que se transportaba en una motocicleta en pleno día. 

Como buscaban los autores intelectuales, los efectos del crimen se corrieron rápidamente a Pantelhó, donde estalló la crisis que, probablemente, Raquel piense que le puede favorecer porque mientras estén en la cabecera los militares y los policías, podrá haber cierto control para que tome posesión el 30 de septiembre, lo que está por verse, dada la ebullición en el municipio. 

Desde que se definieron las candidaturas en el municipio, los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Morena hicieron una alianza de facto que no dio resultados. Con la crisis ocasionada por el asesinato de Simón Pedro, a ese grupo se unió un grupo de zapatistas y así nació públicamente El Machete, grupo de autodefensa que busca combatir al grupo respaldado por las autoridades municipales, que tiene asolada a la población. 

Este grupo armado fue el que con su “ya basta” irrumpió en la cabecera el 7 de julio, ocasionado la crisis actual que obligó a movilizarse a las autoridades federales y estatales con militares y policías. El temor de la mayoría de los pobladores de la cabecera se hizo patente, pues allí recibió apoyo en votos el ahora alcalde electo. Todo mundo se encerró a piedra y lodo en sus casas desde ese miércoles que quedará en la memoria de muchos.  

Al principio fue identificado como Los Ciriles (nadie ha podido explicar de dónde proviene el nombre), pero luego en un comunicado -y en una videograbación- difundido el sábado ellos mismos dijeron llamarse Los Machetes, presuntamente los responsables de emboscar el jueves 8 a militares y policías, a quienes acusan de estar del lado del otro grupo.  

La situación está complicada porque se trata de dos grupos civiles armados dispuestos a usar sus potentes fusiles con tal de defender sus intereses.             

Cuando se escucha hablar de un grupo de autodefensas se viene a la mente el nombre de José Manuel Mireles, quien organizó a la población y luchó en Michoacán contra grupos de narcotraficantes. Aunque en el caso de Pantelhó las cosas están revueltas, lo que prevalece como fondo es la disputa por el poder político. 

Lo que las autoridades no deben de perder de vista es que el asunto es muy serio y delicado; que el fantasma Acteal, cuya repetición nadie quiere, ronda la zona si no se toman las medidas correctas para desvanecer cualquier riesgo. 

Muchos pobladores y autoridades comunitarias se han levantado con la advertencia de que elegirán a las autoridades municipales bajo el sistema de usos y costumbres, lo que significa que no reconocerán al todavía alcalde electo. A ver si no terminan conformado su propia autoridad que tenga como sede la comunidad de San José Tercero.  

En fin, haciendo honor a la definición que el investigador tsotsil Enrique Pérez López le ha dado al significado tseltal de Pantelhó, las autoridades necesitarán construir más que un “puente sobre el agua”. Fin.