Citibanamex: ¿de mexicanos?
El anuncio que la semana pasada hizo Citibanamex, acerca de su salida de los negocios de crédito al consumo y banca empresarial en México, tomó por sorpresa casi a todo mundo, y no faltó quien se adelantara a especular que se debía a la situación del país y a la forma de gobierno actual.
Sin embargo, la propia institución que precisó que la decisión no está influida por las perspectivas económicas del país o por una falta de confianza para los inversionistas, sino que se trata de una nueva visión estratégica diseñada desde hace dos décadas.
“La decisión de salir de los negocios de banca de consumo y banca empresarial en México está alineada a los principios de nuestra nueva visión estratégica… México es un mercado prioritario para Citi, eso no va a cambiar”, declaró en un comunicado Jane Fraser, directora general de Citigroup.
Dado que se trata de un asunto muy relevante, el tema lleva prácticamente una semana en los medios de comunicación, con repercusiones internacionales, y pasarán muchos días todavía para que se desvanezca.
Aunque ya sabemos que tratándose de negocios no importa la nacionalidad, la noticia ha alegrado a muchas personas que todavía creen en el nacionalismo que busca preservar la cultura nacional, como antídoto al capitalismo salvaje y al neoliberalismo.
El hecho de que este banco, por cuya venta durante el sexenio del panista Vicente Fox Quesada no se pagaron miles de millones de pesos de impuestos, pudiera estar en manos de mexicanos ya sería algo importante porque, entre otras cosas, las ganancias, o cuando menos la mayor parte, no se irían al extranjero.
Queda claro que la puesta en venta de la institución no está influida por las condiciones económicas, políticas o sociales que prevalecen en México, sino por una política definida con anterioridad, no sólo para el caso de nuestro país, sino de varias naciones más.
Tampoco se debe a la falta de utilidades, pues Citibanamex obtuvo entre enero y noviembre de 2021, ganancias por la nada despreciable cantidad de 18 mil 133 millones de pesos.
El anuncio de Citigroup de que dejará el negocio de banca de consumo y banca empresarial que opera en México por medio de Citibanamex para concentrarse en el negocio de clientes institucionales y su franquicia Citi Private Bank, implicará la venta al mejor postor de la marca Citibanamex, las sucursales y las cuentas de los clientes, su acervo cultural e inmobiliario, además de los negocios de seguros y fondos para el retiro.
Como es natural, los miles de cuentahabientes del banco expresaron su preocupación por el destino de sus ahorros, pero la institución aclaró que nada tienen que temer, al afirmar que los clientes, no tendrán ninguna afectación, pues por el momento solamente se hace el anuncio de la puesta en venta de la banca minorista, y tampoco tendrá repercusión alguna para los trabajadores de Citibanamex en México. Incluso, en este momento cualquier persona puede ir al banco a solicitar un crédito de cualquier tipo.
Independientemente de que el cliente será siempre el que tenga que pagar las grandes utilidades de los bancos, sería importante que la institución, que como Banamex es una de las más antiguas del país, si no es que más antigua, quedara en manos de mexicanos, sobre todo después de que el presidente Carlos Salinas de Gortari privatizó la banca y llegaron muchos extranjeros que se llevaron el dinero.
La compra de la institución por empresarios mexicanos iría a tono con la política nacionalista recuperada por el actual gobierno federal, lo que desde luego no gusta a la oligarquía y a políticos proclives a entregar los recursos del país a empresas extranjeras, en una especie de neocolonialismo como sucede con la española que tiene la concesión de las carreteras de cuota en Chiapas que no sólo cobra carísimo, sino que se lleva los recursos.
Por cierto, el precio en la vía de cuota San Cristóbal-Tuxtla Gutiérrez subió de 63 a 75 pesos, algo totalmente fuera de lugar, no sólo por el desmedido incremento, sino por las condiciones de la carretera, pues está en construcción la ampliación.
Regresando al tema del Citibanamex es importante que el país cuente con una institución bancaria fuerte, aunque no sea del Estado, sino de particulares, por aquello de la identidad. Ojalá, pues que los inversionistas nacionales se apunten y se queden con la institución, por cuya compra, por cierto, el gobierno recibirá una buena cantidad de dinero por concepto de impuestos.
Picotazos. Parecen muchos los cambios realizados a la vez la semana pasada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien designó a Ariadna Montiel Reyes como titular de la Secretaría de Bienestar, en sustitución de Javier May Rodríguez, quien pasa al Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur), instancia coordinadora de la construcción del Tren Maya. Rocío García Pérez, hasta el lunes pasado titular del DIF nacional, ocupará el cargo de subsecretaria en esa dependencia, área encargada de la operación de los principales programas sociales, mientras que Rogelio Jiménez Pons cambia de Fonatur a la Subsecretaría de Transportes que, a su vez, tenía Carlos Morán Moguel, ahora director general del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. O es porque así como estaban no dieron los resultados esperados o los reacomodos son para fortalecer el trabajo con miras a las elecciones venideras, principalmente las presidenciales de 2024… De pronto y sin aparente motivo, el precio del litro de la gasolina magna se incrementó casi a 22 pesos en las semanas recientes en algunas gasolinerías. La explicación que se ha dado es que por desabasto a causa de quién sabe por qué, las pipas tienen que viajar hasta el estado de Veracruz para transportar el combustible, ya que a la llamada Torre de Petróleos Mexicanos (Pemex), ubicada en el poniente de Tuxtla Gutiérrez no se está surtiendo. Claro, el costo de las casetas de peaje y del combustible que utilizan las unidades lo pagamos los consumidores. Qué mal. Fin