Ayotzinapa: absoluciones y detenciones.

En vísperas de que se cumplan 8 años, dos hechos importantes sucedieron la semana pasada en torno al caso de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. 

Por un lado, el juez tercero de distrito en materia penal, Samuel Ventura Ramos, con sede en Tamaulipas, absolvió al exalcalde (perredista) de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, de toda responsabilidad en la desaparición de normalistas, así como a 19 personas más, entre ellas a al menos 11 expolicías municipales de Iguala que habían sido señalados como parte del grupo de Los Bélicos, controlado por la delincuencia organizada, lo que ha ido criticado por diferentes sectores. 

Aunque seguirá preso porque está sujeto a proceso penal por el homicidio de los activistas Arturo Hernández Cardona, dirigente de la Unión Popular Campesina Emiliano Zapata (UPEZ) y Félix Bandera Román y Ángel Román Ramírez, ocurridos en junio de 2013, el juez lo exoneró del caso de los 43 con, con el argumento de que el agente del Ministerio Público Federal no aportó pruebas suficientes que acreditaran la acusación. 

Su fallo ha causado polémica, no sólo porque este juez ha absuelto a 98 presuntos implicados, sino porque el expresidente municipal de Iguala fue señalado desde las primeras investigaciones relacionadas con la desaparición de los 43 normalistas, como uno de los presuntos involucrados, cuando policías de ese municipio, de Huitzuco y Cocula, participaron en la privación de la libertad de los estudiantes y su posterior entrega a integrantes del cártel Guerreros Unidos. 

El subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia (Covaj) para el caso Ayotzinapa, informó en días pasados sobre los avances de la investigación que se realiza actualmente. 

Dijo que de acuerdo con la indagatoria, la orden de desaparecer a los 43 normalistas de Ayotzinapa la dio El A1, quien presuntamente sería Abarca, así como dirigentes del grupo delictivo Guerreros Unidos, en colusión con otras autoridades de diversos niveles de gobierno. 

Una vez que se conoció la resolución en favor de Abarca, Alejandro Encinas dijo que la Fiscalía General de la República tiene elementos suficientes para apelar este “acto de impunidad”, lo que seguramente hará. 

El otro asunto tiene que ver con la entrega del general José Rodríguez Pérez, quien también ha sido señalado de participar en la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.  

El tema ha llamado la atención poque se trata del primer militar de alto rango detenido por el caso. Rodríguez Pérez fue comandante del 27 Batallón de Infantería de Iguala y según el reporte de la Comisión que encabeza Encinas, presuntamente ordenó la ejecución y desaparición de los últimos seis estudiantes que se mantuvieron con vida en un lugar conocido como bodega vieja, hasta cuatro días después de los hechos ocurridos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. 

El militar, según la investigación, también mantuvo comunicación con integrantes de Guerreros Unidos y respondía a las órdenes del general Alejandro Saavedra Hernández, quien en 2014 era comandante de la 35 Zona Militar, con sede en Chilpancingo. 

Se asegura que tuvo conocimiento de lo ocurrido aquella noche, y que obstaculizó las investigaciones posteriores, pues el 28 de septiembre, dos días después de los hechos, un agente del Ministerio Público Federal se presentó en las instalaciones del batallón para realizar una inspección en busca de los normalistas, pero le impidió la entrada por motivos de seguridad nacional. 

La información oficial indica que el general se entregó a los agentes de la Policía Federal Ministerial a las 13:45 del miércoles de la semana pasada y como marca la ley en estos casos, fue recluido en una prisión militar. 

Mientras se determinan las acciones legales conducentes, el juez Samuel Ventura Ramos será investigado porque ha absuelto a 98 implicados en la desaparición de los estudiantes, entre ellos a Abarca. 

Es de suponerse que el 26 de este mes, en el octavo aniversario de los hechos, habrá mucho ruido y posiblemente nuevas noticias en torno al caso Ayotzinapa. 

Picotazos. ¡Qué nervios, por Dios! Cada vez que se acerca el 19 de septiembre se le ponen los nervios de punta a muchas personas, al recordar que en esta fecha han sucedido terribles sismos. Y da la casualidad de que ayer, poco después de que realizara un simulacro, volvió a temblar, reavivando los recuerdos trágicos de años atrás, sobre todo de aquel 1985, cuando un terremoto dejó muchos muertos en la capital del país. Y de entonces a la fecha han sucedido casos curiosos por llamarlos de alguna forma, como cuando un 19 de septiembre tembló en Chiapas a las 12 horas, justo cuando se llevaba a cabo el simulacro. Como era lógico, todo mundo quedó sorprendido. Quién sabe qué fijación tienen los sismos con esa fecha. No existe una explicación científica, pero mientras más vale tener precaución y no perderse en las fiestas patrias. Algunos dicen que ya no hay que hacer simulacros para no pasar de éstos a la realidad. Fin