De los Beatles a la Mactumatzá

Urge una reingeniería de conciencias

El Estado de Derecho es el conjunto de normas que rigen la vida de los individuos en sociedad. Es decir, el Estado de Derecho a todos nos iguala y a todos nos protege porque solo los seres del mundo zoológico resuelven sus diferencias mediante el uso de la violencia. (Discovery y Animal Planet nos presentan historias fantásticas que ilustran mi dicho).

Nacida en febrero de 1931, en la escuela normal rural Mactumatzá se gestó una especie de guerrilla urbana que progresó al amparo de gobiernos del pretérito. Y los ciudadanos, las familias decentes, pagamos las consecuencias de la impunidad. El doctor Jorge Carpizo señala que la democracia es social o no es democracia. ¿Cuál es la idea? Que los gobiernos tienen la obligación irrenunciable de combatir ese flagelo llamado impunidad. Hay remedios. Y deben aplicarse.

Más allá de dar vigencia a la escuela normal rural, fruto de la revolución social de 1910, los “estudiantes” de esa institución se dedicaron a todo, menos a aprender. Son los peores alumnos, con calificaciones infames que los ha llevado a exigir plazas automáticas con promedios de seis. SÍ, SEIS, conscientes de que jamás podrían aprobar un examen de oposición como lo hace cualquier otro profesional para obtener un trabajo. Un médico, por ejemplo.

No saben quién fue Quintiliano o Confucio. Desconocen que desde que Jesús, en Galilea, mandó a sus apóstoles a predicar el evangelio para divulgarlo por el mundo, el magisterio se convierte en una profesión admirable y egregia que debe respetarse y amarse. Honrarse. Es el magisterio la tarea más sublime a la que puede acceder una persona de bien.

¿Por qué hoy la sociedad aplaude la acción policial para garantizar la legalidad? Por eso, porque llegamos al hartazgo de abusos, de atropellos, de privilegios. No son estudiantes: se trata de un tropel de vándalos que, con la valentía que les da la plebe, han cometido cualquier cantidad de agravios a los ciudadanos y a empresas particulares.

El gobierno actual no ha cedido al chantaje de los normalistas y de líderes de la CNTE porque, si lo hace, estaría dando un golpe brutal al Estado de Derecho. No se puede hablar de Estado de Derecho si se protege a unos y se desprotege a otros. Tuxtla, los tuxtlecos, ya no podemos seguir secuestrados por grupos que nos aterrorizan y nos arrebatan la tranquilidad.

Los Beatles

En la primera semana de julio de 2021, 643 jóvenes sacaron una ficha para ingresar a la Mactumatzá. El Ceneval (Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior) aplicó riguroso examen ante la presencia de directivos, comité estudiantil, Secretaría General de Gobierno y Subsecretaría de Educación Federalizada. De los 643 aspirantes, quedaron matriculados 150; noventa son monolingües, 52 bilingües y ocho de estados vecinos. (Si tiene duda, consulte el portal de la Secretaría de Educación).

El anhelo más genuino y hermoso que tenemos como pueblo es que en la normal rural Mactumatzá se dé una reingeniería de conciencias porque, como personas, estamos obligados a perseguir una constante evolución. Una reingeniería para mejorar e impulsar conocimientos, renovando conceptos estructurales de cultura y aprendizaje. Queremos todos que la Mactumatzá regrese a lo que fue, a sus orígenes. Exigimos que se ponga fin a controles autoritarios, a cacicazgos y al mal manejo de recursos en su interior, fondo real de lo que ellos llaman “lucha”.

La piedra tallada y los golpes de palo se dieron en la era primitiva y sólo se ven en las películas del inolvidable Tin Tan y su carnal Marcelo. Nosotros también fuimos rebeldes. Pero nuestra rebeldía fue otra: pelo largo, pantalones acampanados y música de los Beatles (Sabes que te amo, submarino amarillo).

Los apoyos

Los buenos estudiantes de la Mactumatzá no tienen excusas para la revuelta. En lo que va de 2021, la Normal Rural Mactumactzá ha recibido un total de cuatro millones 539 mil 800 pesos a través de una mezcla de recurso estatales y federales en favor de 487 alumnos.

El presupuesto anual otorgado aumentó de forma proporcional. En este 2021, el monto es de 35 millones 569 mil pesos, recurso que se libera de forma mensual y que no ha sido reducido en ninguna de sus partidas. Cada normalista de la Mactumatzá recibe más de 73 mil pesos en diversos apoyos, aparte de la beca “Benito Juárez” por un monto de 4 mil 400 pesos bimestrales y otros beneficios derivados de diversos conceptos.

Si el gobierno les falla, estoy seguro de que la sociedad se sumaría a sus protestas porque serán justas. Yo mismo tomaré una pancarta, un megáfono y saldré a las calles con ellos a marchar y gritar consignas con todas mis fuerzas, pero no a incendiar vehículos, tomar la caseta de peaje o prenderle fuego al palacio gubernamental. Y le diré al gobierno que es un mentiroso. Pero, mientras tanto, no hay pretextos…

¿Queda claro?