Saldo Blanco

Cretinos

“Si las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente, cualquiera las haría”. Anthony Quinn, actor.

Le voy a contar algo. Es anécdota verídica para entender las divergencias del poder en Chiapas, cómo fue el ejercicio de gobierno cuyo corazón es la gestión pública.

Lo supe de primera mano. Entonces yo reporteaba para medios locales. Mi fuente está retirada de la policía. Vende mariscos. Tiene negocio propio. Le va bien. Antes de pandemia nos visitábamos.

Cierta mañana, agentes policiales detuvieron a un ladrón que tenía asolado el centro de Tuxtla. Lo condujeron al despacho del director pues sabían la orientación sexual de este. Quisieron congraciarse.

El bandido era guapo, ojos color miel expresivos, tal vez de 21 años, cuerpo atlético. Alto. Mirada seductora. Seducir es juego de dos.

A los pocos minutos, hamponcete y funcionario comían tacos de cochito y tomaban pozol de cacao frío exactamente sobre primera sur y calle central, frente a donde ahora está el Registro Civil. Ahí hubo un restaurantillo.

La charla

Se entrelazaron en alegre charla de casi dos horas. El bribón confesó su gusto por el cine y fútbol. Detestaba estudiar. Ah, eso sí, no fumaba mariguana.

Habló de sus amigos, de la chica que había embarazado, las refriegas pandilleras en San Francisco, el emblemático barrio tuxtleco en donde vivía con su madre y dos hermanos menores.

Con voz meliflua, le dijo que robaba para mantenerlos a ellos. “Está duro encontrar trabajo, patrón”, replicó. Supo tocar el lado débil del individuo que tenía frente a sí.

-Prométeme que no lo volverás a hacer, comentó aquel jefe policíaco cuyas técnicas heterodoxas sumieron a la población en un ciclo de terror porque secuestros, asaltos bancarios, asesinatos y asaltos callejeros fueron pan cotidiano.

-Mire, jefecito, se lo juro por mi madrecita santa, écheme la mano, estoy arrepentido. Por esta que ya me portaré bien, respondió el ladronzuelo. El otoñal funcionario pagó y regresó a sus oficinas.

Otro delincuente estaba suelto por el fuego pasional del hombre que debía cuidarnos. Los códigos deontológicos tirados al basurero, o rehenes de caprichos lujuriosos.

Seguridad

La seguridad pública no sólo se refiere al bienestar colectivo, sino al compromiso gubernamental para poner en marcha estrategias que salvaguarden integridad, derechos, orden y la paz. Lo antípoda es el caos.

El relato extraño con que abro este texto es para comprobarle que, en tiempo no muy lejano, Chiapas fue gobernado entre bandazos políticos, ocurrencias, corrupción y desenfreno. Por eso el estado decreció económicamente con secuelas de pobreza extrema e inseguridad pavorosa.

A río revuelto, emergió cualquier cantidad de bandas criminales. Ya no sabíamos de quién cuidarnos más, si de la policía o del hampa. En completa indefensión, sólo nos quedaba encomendarnos al Arcángel San Miguel, príncipe de la misericordia.

Reconstrucción del tejido social e innovación política no podían aletargarse porque, como ya le comenté el otro día, no hay mal que dure cien años ni pueblo que lo aguante.

Resultados

Con pócimas milagrosas claro que es imposible desterrar un legado tan nefasto de atraso y desconfianza popular. Se logra con resultados, política humanitaria, honestidad, de cara a la gente.

“La política no es una ciencia, sino un arte”, decía Otto Bismarck. El arte de gobernar involucra eficiencia, toma de decisiones colectivas y respeto a normas jurídicas. La ética ha de ser madre del desempeño público.

Doctor en Derecho, versado en las raíces culturales de nuestro pueblo y sus viejos conflictos, el gobernador Escandón diseñó métodos sobre seguridad pública que, paulatinamente, van desterrando lastres.

Mire, en las 72 horas correspondientes al 17, 18 y 19 de septiembre de 2022, Chiapas registró saldo blanco en delitos de alto impacto, específicamente en homicidio doloso, feminicidio y secuestro.

Todos los días el gobernador se levanta muy temprano. Lo primero que hace al iniciar su jornada es encabezar la mesa de seguridad. Se trata de una red de gobernanza que marcó cambios sustantivos en Chiapas.

Esta cifra positiva es gracias a la coordinación de fuerzas federales, estatales y municipales en acciones de prevención y combate de conductas delictivas en el territorio chiapaneco.

Más allá de dígitos o de cuentas alegres, esa actitud con que se gobierna permite a las familias dormir tranquilas sabiendo que están asegurados sus bienes y, lo más preciado: la vida. ¿Por qué no se hizo antes? Usted ya lo sabe…

Paso a desnivel

Lunes 19. Se ha hecho oficial la construcción de otro paso a desnivel en Tuxtla. Estará a inmediaciones de la Torre Chiapas. También viene para la capital “El Circuito de Corazón”.

Pronto le daré detalles, luego de un informe que me ha enviado el secretario de obras Ángel Torres Culebro. Sólo los cretinos niegan la gran evolución que hoy vivimos.