286 años más

En días pasados ONU Mujeres dio a conocer un documento sobre los Avances en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con un enfoque centrado en información sobre igualdad de género, en el que se apunta que podrían requerirse de otros 286 años para eliminar las leyes discriminatorias y cerrar las brechas que prevalecen en la protección legal para las mujeres y las niñas.

En septiembre de 2015 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la que se plantea 17 ODS que incluyen, entre otros, poner fin a la pobreza en el mundo; lograr la seguridad alimentaria; garantizar una vida sana y una educación de calidad; lograr la igualdad de género; promover el crecimiento económico sostenido; adoptar medidas urgentes contra el cambio climático; promover la paz y facilitar el acceso a la justicia.

Aunque el ODS 5 refiere en específico a la Igualdad de Género, ésta es también un principio transversal que permea en el resto de los ODS, de ahí el balance que ahora se presenta, entre cuyos datos destaca el retroceso que significó la pandemia de covid-19 en todos los órdenes. Afectó en el combate a la pobreza extrema (ODS1), la que estima aumentará en 2022, alcanzando a un mayor número de mujeres y niñas en comparación con los hombres y niños; también en materia de salud (ODS 3), con efectos sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres, observando en todos los países un drástico descenso de la atención sanitaria materna, incluidos los servicios prenatales; tanto como en educación, perpetuando las diferencias de género.

En materia de trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8) advierte que la brecha de género en las horas de trabajo remunerado, que ya era evidente antes de la pandemia, se ha ampliado en todo el mundo, amenazando con aumentar las diferencias salariales generalizadas entre hombres y mujeres, y que la injusta carga de los cuidados no remunerados sigue siendo un factor que obstaculiza las perspectivas de las mujeres en los mercados laborales.

En particular, sobre el ODS 5 subraya los efectos de la pandemia: el cierre de escuelas y guarderías en 2020 provocó un estimado de 512 mil millones de horas adicionales de cuidado infantil no remunerado a nivel mundial para las mujeres; la persistencia de elevados índices de violencia en su contra y el incremento del riesgo que significan las crisis sanitarias, climáticas y humanitarias mundiales, especialmente para las mujeres y niñas más vulnerables, además del preocupante retroceso en el empoderamiento económico de las mujeres.

Estos, entre otros datos –apunta– muestran signos inquietantes; a pesar de algunas mejoras, en la actualidad sólo se dispone del 47% de los datos necesarios para el seguimiento de los avances en el ODS, lo que implica que las mujeres y las niñas sean invisibles.

En el futuro –concluye– los avances en el ODS 5 seguirán siendo inalcanzables a menos que se aborden y desmantelen las barreras estructurales a largo plazo, incluidas las leyes y prácticas discriminatorias. Los desafíos mundiales, como la pandemia del covid-19 y sus secuelas, los conflictos violentos y el cambio climático, están exacerbando aún más las disparidades de género, y son esenciales medidas para enderezar el rumbo y volver a encarrilar el ODS 5, subrayando el papel fundamental de las mujeres en puestos clave de representación política para la consolidación de instituciones fuertes que apoyen a sociedades justas y pacíficas.

No obstante que la Agenda 2030 tenía como una meta alcanzar la igualdad de género en el año 2030, este análisis revela que, de no emprender una acción audaz y una financiación ambiciosa, ni ésta ni las próximas generaciones podrán verla cumplir.