Ropa hospitalaria con sangre, orina y excremento, animales muertos en las cisternas que abastecen de agua, así como bacterias que ponen en riesgo la vida de los pacientes, son tan sólo algunas de las anomalías denunciadas por médicos del Hospital Baudelio Villanueva del Issste en esta frontera.

Todo esto quedó asentado en la denuncia 265/20 que el doctor Alfonso de León Perales, médico especialista de esa unidad, realizó en contra del encargado de la Delegación Estatal del Issste en Tamaulipas, Ariel “N”, del titular del OIC con sede en Nuevo León, Óscar Alejandro “N” y otros directivos por el delito de homicidio imprudencial y lo que resulte.

A esta denuncia se sumaron médicos del hospital, quienes denunciaron penalmente a funcionarios de la Delegación Estatal de Tamaulipas y de la Contraloría (región noreste) con sede en Nuevo León, por las pésimas condiciones en que tienen que trabajar.

“Trabajamos en un entorno insalubre y lleno de riesgos, no contamos con lo más básico para llevar adelante nuestra misión”, destacaron los galenos.

Indicaron que además están cansados de que se les culpe por la falta de equipo, medicamentos e insumos básicos que requiere el hospital para dar una atención de calidad.

“Nos gustaría que todo estuviera bien, para tener las mismas oportunidades que tienen los usuarios de otras unidades médicas que son de más nivel y cuentan con más apoyos”.

Agregaron que están siendo perseguidos y acosados laboralmente, por lo que la mayoría prefiere denunciar en el anonimato.

“El agua de la cisterna que alimenta a todo el hospital está contaminada por basura y hasta animales muertos. Existen focos de infección como la ropa hospitalaria que por falta de equipo y combustible no se ha lavado desde hace meses y la acumulan en diversos sitios de la unidad”.

Dijeron que también se almacenan otros residuos peligrosos, así como que todo el mobiliario es viejo y cuenta con moho y oxido.

“Hay excremento de palomas en todos los ventanales y por dentro en las marquesinas, lo que genera bacterias. Esto no sólo es peligroso para los pacientes y sus familias, sino también para nosotros como médicos, para todo el personal”.