En su participación en la Reunión Virtual del G20, el presidente Andrés Manuel López Obrador compartió la “receta mexicana” para enfrentar la crisis sanitaria y la crisis económica mundial provocadas por la pandemia de Covid-19.
Para esta ocasión, a diferencia de participación por el 75 Aniversario de la ONU, en sus dos intervenciones, la del sábado y la de este domingo, el mandatario mexicano cuidó su imagen y la manera en que apareció frente a la cámara.
Pero, sobre todo, no improvisó, y en sus dos participaciones leyó las propuestas que hizo al G20 y se hizo acompañar de integrantes de su gabinete para respaldarlo.
Esta vez el Presidente sí escuchó a quienes saben de estos temas y la manera en que un mandatario tiene que conducirse frente a sus pares de otras naciones, en especial cuando lo hace frente a los países más poderosos del mundo.
En esta ocasión no hizo referencia a temas como la “rifa” del avión presidencial o la corrupción de las administraciones que antecedieron a la suya. El presidente López Obrador debiera escuchar más seguido a las voces de algunos funcionarios de su equipo.
Desde que inició la cumbre del G20, desde México se abordaron temas vinculados a apoyar a los más pobres antes que destinar dinero a las empresas o bancos, estrategia que, según la actual administración, ayudaría a atender de mejor forma las consecuencias que ha dejado la pandemia.
Dentro de esta reunión con líderes del mundo, también se han expresado otros planteamientos de la salud como un derecho fundamental, la alimentación saludable, la seguridad social (con enfoque en las familias) y el rescate económico, pero que se haga de abajo hacia arriba.
Por lo pronto esta cumbre dejó un mensaje positivo para las actuales autoridades, tomando en cuenta que los mensajes del presidente López Obrador mostraron un respaldo que vino desde el gabinete, de las personas que han estado al frente de la pandemia en los últimos meses.