El voto anticipado

El voto emitido por las y los ciudadanos en un sistema democrático como el nuestro, permite que, de manera periódica y pacífica se renueve el poder público. Para ello, tanto la Constitución Política como la legislación electoral determinan los procedimientos, plazos y formas para emitir el sufragio lo que dota de claridad y legitimidad a este ejercicio democrático que se instituye en una jornada electiva.

No obstante, y a pesar de que la ciudadanía mayor de 18 años tiene el derecho y la obligación de emitir su voto en una fecha precisa y dentro de un horario determinado por la ley, existen diversas problemáticas para que las y los mexicanos puedan votar el día que determina el marco normativo, por distintas causas.

Por ello es que vemos porcentajes preocupantes de abstencionismo que deben ser abatidos con el objetivo de fortalecer el sistema político. Tan solo en la elección federal del pasado 6 de junio, votó poco más del 52% de la ciudadanía inscrita en el listado nominal de electores.

Otra lectura de este registro es que más del 47% de las y los mexicanos con posibilidad de votar no lo hicieron. La cifra, por supuesto no es menor.

Por ello, es momento de apostar por el análisis y, eventualmente, la realización de diversos ejercicios a manera de prueba piloto, que puedan demostrar que el voto anticipado, así como los mecanismos electrónicos para recabar la votación, puedan ser una alternativa para incrementar la participación de la ciudadanía, así como de abaratar los costos de procesos electorales.

El voto anticipado significa que las y los electores puedan votar con antelación al día de la jornada electoral y dentro de un periodo determinado, por sus candidatos, candidatas, coaliciones o partidos políticos de su preferencia. Algunos ejemplos son cuando la o el elector solicita la documentación respectiva de manera previa y vota por correo postal o bien, a través de algún sistema informático. El voto en prisión preventiva realizado por primera vez en el pasado proceso electoral, es un ejemplo de este tipo de voto.

Para instrumentar este voto el Legislativo tendría que analizar la viabilidad de instrumentar el voto anticipado bajo dos modalidades: vía postal o por internet. Este voto anticipado operaría para personas que así lo soliciten y que se encuentren en algunos de los supuestos siguientes:

Personas adultas mayores que no tengan las condiciones para asistir presencialmente a la casilla, que tengan alguna discapacidad o que por motivos de salud no puedan asistir; que se encuentren en prisión preventiva; que por cuestiones laborales no puedan acudir a emitir su voto; quienes residentes en el extranjero, etcétera.

Otro aspecto central es la determinación del plazo en el que se podría votar de manera anticipada. El voto anticipado podría abrir el camino para que, en un mediano plazo, pueda instrumentarse en la República mexicana el uso de sistemas electrónicos de votación como la utilización de la urna electrónica o el voto por internet con lo que en el mediano plazo podrían ahorrarse recursos económicos, humanos y dar certeza en un breve tiempo a los resultados electorales. El Legislativo tiene la última palabra.