El saldo del proceso para elegir al nuevo presidente del Banco Interamericano (BID) exhibió la inestabilidad y debilidad de las alianzas diplomáticas de México con América Latina y el Caribe, el poder hegemónico de Estados Unidos al salir victorioso de la contienda y la inexistencia de un bloque sólido de la izquierda continental para enfrentar o contrarrestar a Washington.

La Cancillería de México sufrió el pasado domingo un nuevo fracaso. Y otra vez ante Brasil, que venció y logró colocar a Ilan Goldfajn como presidente del BID a partir del próximo 19 de diciembre, en las postrimerías del gobierno del mandatario Jair Bolsonaro. Tlatelolco, sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana (SRE), postuló al mexicano Gerardo Esquivel y salió derrotado en el BID. Goldfajn recibió 80 % de los votos del capital accionario del BID y el apoyo de 26 países, mientras que Esquivel apenas captó 8.2 % y el respaldo de tres naciones.

México también perdió ante Brasil en la pugna por la dirección de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El epidemiólogo brasileño Jarbas Barbosa da Silva, postulado por Bolsonaro, derrotó a la cirujana mexicana Nadine Gasman Zylbermann.

La puja por el banco habría distanciado a López Obrador del presidente de Argentina, Alberto Fernández, pese a que ambos reafirmaron este año los intercambios de calificativos de que son “hermanos” y socios incondicionales como gobernantes izquierdistas. Argentina lanzó la candidatura de Cecilia Todesca para el BID. Mientras que Fernández quedó a la espera de que López Obrador retirara la de Esquivel y apoyara a Todesca, en una maniobra que pretendía reforzar la unidad regional y tratar de debilitar al candidato brasileño. Nunca pasó.

Fernández canceló su viaje a México previsto para esta semana. Oficialmente, es por razones de salud, pero el diario La Nación afirmó —citando fuentes cercanas al mandatario argentino— que este está molesto con López Obrador por lo ocurrido en el BID, donde Fernández tuvo que sacar de la competencia a Todesca y se aproximó a Brasil, EUA y Canadá para votar por Goldfajn. A cambio, Argentina ejercerá tres posiciones esenciales del BID: la Gerencia de Infraestructura, la Vicepresidencia de Sectores y tendrá el mando del Instituto de Género e Igualdad, una estructura en proceso de creación.

El presidente López Obrador afirmó en su pasada conferencia de prensa mañanera —en la capital mexicana— que “no hay un cambio en la elección” del jefe del BID y advirtió que “es más de lo mismo”. A su vez, López Obrador cuestionó: “Se ponen de acuerdo, con el visto bueno de EE. UU. y así eligen. Es lamentable que esto siga pasando, no hay cambios”.

La disputa en el banco midió fuerzas en América Latina y el Caribe. El triunfo del aspirante de Bolsonaro significó una pérdida para la izquierda continental, que gobierna en 10 de 26 países prestatarios integrantes del BID: México, Argentina, Honduras, Nicaragua, Colombia, Venezuela, Guyana, Perú, Chile y Bolivia.

El izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva prefirió abstenerse de exponer su patrimonio político internacional en ruta a su toma de posesión como presidente de Brasil, prevista para el 1 de enero de 2023, replegándose para no generar alguna controversia con Washington.