EU acusa de narcoterrorismo a Maduro

Estados Unidos desveló este jueves acusaciones formales contra el presidente venezolano Nicolás Maduro y una quincena de altos rangos de su régimen por narcoterrorismo, tráfico de cocaína y posesión de armas.

Las autoridades estadounidenses ofrecen hasta 15 millones de dólares por información que lleve a la detención de Maduro, y 10 millones de dólares para el arresto de cuatro de las figuras de su círculo más cercano: Clíver Alcalá, exgeneral del régimen; Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Constitucional; Hugo “El Pollo” Carvajal, exjefe de inteligencia; y Tareck El Aissami, actual ministro de Industrias. Todos, acusados de tener “participación directa” en una trama de “narcoterrorismo, corrupción, lavado de dinero y tráfico de droga”, y se enfrentan a un mínimo de 15 años de cárcel y un máximo de cadena perpetua.

El fiscal general de EU, William Barr, informó que desde 2016 han circulado a través de Venezuela hasta 250 toneladas de cocaína anuales, que siguiendo rutas por Centroamérica y el Caribe llegan a EU para convertirse en 30 millones de “dosis letales”. Según las autoridades, todo forma parte de una trama en la que el Cártel de los Soles, formada por funcionarios de alto rango de Venezuela y liderado, según EU, por Maduro, Cabello y el resto de acusados, en colusión con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tenían una estrategia deliberada de “inundar EU con cocaína”, droga que usan como “arma” contra Estados Unidos.

“Mientras la población de Venezuela sufre, ellos se llenan los bolsillos del dinero de las drogas y los beneficios de la corrupción. Esto tiene que acabar”, sentenció Barr. El documento de acusación vincula a Maduro directamente con la negociación de “envíos de múltiples toneladas de cocaína”, la coordinación del narcotráfico con países como Honduras, y la solicitud de entrenamiento en armas de las milicias venezolanas; una actividad delictiva que se remontaría a hace un par de décadas. La corrupción del régimen venezolano, según las autoridades de EU, permitía crear un “oasis” a la insurgencia armada colombiana y sus actividades narcotraficantes, asegurándoles algo como un “puente aéreo” para sus envíos a Centroamérica y el Caribe.

Se especifica, por ejemplo, que en 2006 Maduro habría recibido 5 millones de dólares de las FARC, cuando era ministro de Exteriores, para facilitar las actividades narcotraficantes y armadas de la guerrilla.

A pesar de la carga de EU para vincular Venezuela con el narco, el país caribeño no es ni de lejos uno de los proveedores más importantes de cocaína. Además de no aparecer en el reporte anual de la DEA sobre amenazas de drogas, según un reciente análisis de la Oficina en Washington para América Latina (WOLA), Venezuela no es un país de tránsito principal de la cocaína que se dirige hacia EU; es más, los flujos de droga desde ahí han caído desde 2017. Sus cálculos, basados en datos oficiales del gobierno de EU, apuntan que sólo 7% de la cocaína sudamericana transita por Venezuela antes de embarcarse hacia el norte, ya sea el Caribe o países centroamericanos. Corría la versión de que EU aprovecharía para designar a Venezuela como país patrocinador del terrorismo, activando nuevas medidas para aplicar sanciones, pero no fue así. “Hay que ir paso a paso”, tranquilizó Barr.

Por la noche, tras la acusación, Maduro respondió y le dijo al mandatario estadounidense, Donald Trump: “Eres un miserable”